El gato celta
Con el entusiasmo por los motes y acrónimos que caracteriza a menudo a la prensa y a los economistas Irlanda, esa tierra pobre, de hambrunas, miserias y emigrantes, se convirtió de la noche a la mañana casi en el Tigre Celta. Todo el mundo ensalzaba el crecimiento espectacular de la economía irlandesa. Pero la crisis financiera ha hecho que, como si de las hojas de un calendario chino se tratara, el tigre pasara a cerdo, ya saben, PIGS en inglés, o PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y Spain). Como lo de la piara me resulta ofensivo lo dejaré en Gato Celta.
Y hoy ha sido otro de esos días en que los mismos que alababan el milagro irlandés nos recuerdan ahora que era un tigre a base de esteroides y que, si un día le fallaban los anabolizantes inmobiliarios, el tigre sufriría una metamorfosis, a gatito.
Me comentó un abogado irlandés que en un determinado momento el metro cuadrado en Grafton Street (Dublín) era más caro que en la Quinta Avenida (Nueva York).
El Banco Central ha anunciado hoy que el coste total del rescate de la banca irlandesa será superioir al calculado anteriormente, 45 mil millones de euros en lugar de 33. Y que puede que llegue a 50mm€, si hace falta inyectarle 5mm€ extra al principal banco, el Anglo Irish Bank cuya factura para el contribuyente quedará en 30 o 35 mil millones de euros.
Este último cálculo de la inyección de dinero público casi triplica el déficit anual irlandés previsto para este año, de un 12% a un 32% del PIB. Y no hay alternativa, defiende el ministro de economía irlandés con el conocido argumento de "too big to fall", demasiado grande para dejarlo caer. El Anglo..., ha dicho el ministro, equivale a un 50% de la economía irlandesa. Si cae, caerá Irlanda. También ha advertido el ministro de que como el déficit será superior al previsto habrá que hacer más recortes en el gasto público.
Y eso se ha anunciado una semana después de saberse que en el segundo trimestre de este año la economía irlandesa no creció, como habían pronosticado los economistas, sino que, ¡oh, sorpresa!, cayó un 1,2%.
Una caída que los analistas en la izquierda atribuyen a los recortes draconianos del gasto público que ya está aplicando el gobierno irlandés, y que tan elogiados han sido por las autoridades económicas internacionales.
El ministro de economía, en rueda de prensa, y el primer ministro, en el telediario de la noche, han asegurado que ésta será la última inyección, que ya no hará falta más dinero público para los bancos irlandeses, y que Irlanda está capacitada para hacerle frente, que no necesitará que la Unión Europa corra a socorrerla. Que no es Grecia.
Aquí en Londres esos datos negativos refuerzan la visión que se tiene de una recuperación frágil en la zona Euro, no sólo en Irlanda; hoy aprovechan para recordar lo mal que está España, el 20% de paro, la huelga general de ayer, la rebaja en la calificación de la deuda de hoy... y advierten de que los británicos y su libra esterlina no están inmunizados porque el principal mercado de las exportaciones británicas son Irlanda y, en general, la Eurozona.