Como sobrevivir al Cine en Verano (1)
martes 26.ago.2014 por Alejo Moreno García 2 Comentarios
No se puede…
Cada Verano un intenso sopor inunda las oficinas del programa Días de Cine. Tiene que ver con el cansancio acumulado a lo largo de un año intenso de festivales y reportajes sin número, pero lo que resulta definitivo es la calidad de los estrenos en tiempos estivales.
Como es algo muy sabido y manido, no voy a hacer saña con el tema. De momento salvaría la imprevista “Guardianes de la Galaxia” y sus deseables momentos de humor y música setentera y un must see: "El niño" de Daniel Monzon.
Seguro que hay alguna más que merezca la pena pero me apetece hablar de las opciones meridianas ¿Por qué? Pues porque este es mi blog y me da la gana, escribe tú uno y pones lo que quieras...
Cines de Verano - Fescinal de la Bombilla
El otro día me descubrieron un cine de Verano formidable. En general todos lo son porque conservan lo que de popular tiene un arte como este. Sin el componente popular el cine no es ni arte ni nada.
En un cine de Verano siempre se impone la experiencia a la calidad de la película, y ese es su éxito. Lanzo la idea para las salas de nuestro país: peleen por que se pueda beber cerveza y fumar viendo una película.
Pues lo dicho, el cine de Verano que disfruté fue el curioso Fescinal de la Bombilla, junto a Príncipe Pío. Muy cerca además de dos cosas míticas de Madrid: La madera de la mesas y barriles de la Casa Mingo con sus pollos asados y los alucinantes frescos de Goya de la Ermita de San Antonio de la Florida… ahí es ná
El plan era ir, comprar una cerveza y ver cine al aire libre. A eso se le añadió la variada programación que se trabajan y lo curioso de que tengan dos pantallas proyectando al mismo tiempo, con las espaldas pegadas, y la experiencia comienza a ganar puntos.
Pero lo que es genial del todo es el paso de una vía de tren que añade magia al asunto. De pronto en la noche absoluta, aparecen unos cuadrados de luz a nuestra izquierda; las ventanas de los vagones pasando. No interrumpen en nada la proyección. Sólo invitan a librarte de alguna secuencia pesada, o a que respires un poco la mente. La sensación es la misma que cuando leías una historia de terror tapado hasta arriba en la cama usando una linterna y de pronto te inquietaba alguna sombra furtiva.
Ir a ver cine debería ser una experiencia.
Para terminar, toma Camarón
Vete a los titirimundis
que yo te pago la entrá
que si tu mare no quiere
ay que dirá, que dirá
y ay que tendrá que decir
que yo te quiero y te adoro
que yo me muero por ti.
Reflexiones (enloquecidas) Adoc
En el glorioso siglo de oro español el público del teatro podía escupir, comentar la jugada, gritar, boicotear la representación e incluso salir a ostias con los actores.
Desde que el teatro nos obligó a permanecer sentados y callados, desde que se aburguesó, comenzaron sus problemas de asistencia progresiva.
Así el cine…
Esther dijo
¡Buen comienzo! Y suscribo lo del teatro aburguesado:¡ya nadie patalea en un estreno malo!
En cuanto a los cines al aire libre, me parecían una cosa "rara" hasta que he disfrutado de proyecciones VOS este verano, en Santander. Una gozada, y tampoco interrumpía la concentración el paso de "runners" o de algún perro despistado de vez en cuando(el cine está en un parque).
Suerte con el blog, Alejo.:)
El Boss, o sea, @Gerardo_DDC dijo
Muy bien Alejo. Ya era hora. El blog no obliga, y libera, nos deja decir lo que queremos en las margenes de lo estrecho que es una hora (o media ahora) de @DiasDeCine. A seguir pues, y a ver si yo retomo el mío... tanta Habitacaión verde y tanto Habituario...
Un abrazo