Mesa de mezclas por DJ Kikoman

CARLOS MONSIVÁIS, EL CANCIONERO POPULAR Y LA REALIDAD MEXICANA

El mes pasado (9 de junio) fallecía en México D.F. a los 72 años el escritor y cronista Carlos Monsiváis, a toda luces inclasificable como lo definió Octavio Paz en sus comienzos. “El caso de Carlos Monsiváis me apasiona: no es ni novelista ni ensayista sino más bien cronista, pero sus extraordinarios textos en prosa, más que la disolución de estos géneros, son su conjunción. Un nuevo lenguaje aparece en Monsiváis ¿el lenguaje de un muchacho callejero de la Ciudad de México?, un muchacho inteligentísimo que ha leído todos los libros, todos los cómics, ha visto todas las películas. Monsiváis es un nuevo género literario”. Escribió su “Autobiografía” a los 28 años, decía con el mezquino fin de hacerse ver como una mezcla de Albert Camus y Ringo Starr. Era un devorador de la realidad mexicana y una enciclopedia en materia de cultura (culta) y popular, con una colección de más de 10.000 objetos de arte popular que donó a la ciudad en 2006, con la que se creó y abrió el museo de El Estanquillo. Gran amante y conocedor de la música mexicana, decía que el bolero era su biografía repetitiva. Su retrato de Agustín Lara no tiene desperdicio: “Fue un personaje único que hizo de la cursilería su vínculo con el mundo, un ser enormemente pintoresco, cuya cúspide adquisitiva se llama María Félix.Lara, conjunta la poesía modernista y la injuria vencida de las amas de casa, el afán de espiritualidad y la obsesión de la carne, la ambición de poseer una elegancia verbal y el arrojo para desempeñarse en la más atroz cursilería”. En la voz de la veracruzana Toña La Negra, la mayor cantante de México y la mejor intérprete de México lo cursi se transforma en sublime, como se aprecia en “Lágrimas de sangre”. Escribió incontables y heterodoxos ensayos sobre los aspectos más variados de la realidad mexicana (política, cine, poesía, sociedad) pero sigamos con la música y en este caso la canción ranchera, para conocer lo que dice de José Alfredo Jiménez, en el prólogo a la edición de su Cancionero Completo (Ed. Turner 2002):“José Alfredo (inútil el apellido, usarlo denotaría falta de confianza) es para la vida popular, o para la vida de México para ser más exactos, una institución de instituciones. No sólo no pasa de moda: también sus canciones se cargan de significados imprevistos, y la recepción de los comienzos (multiclasista) tiene poco en común con la valoración artística y social de hoy, también a cargo de todas las clases sociales. Paulatinamente, la dimensión oculta o minimizada de la obra de José Alfredo resulta la más favorecida, y el vocero de la lírica cantinera se vuelve el poeta de la desolación marginal. ``Yo sé bien que estoy afuera...''. Y escuchamos al propio José Alfredo cantando a José Alfredo, una voz inconfundible, más por su intensidad emocional que por sus peculiaridades tímbricas, en “El perro negro”, una canción sombría y misteriosa. La otra gran música popular de México, los corridos, también fascinaba a Carlos Monsiváis, quien en los últimos años se pronunciaba de esta manera sobre los narcocorridos. En su artículo “El narcocorrido y sus funerales” desmitificaba y desahuciaba el género: “Hasta hace poco, se veía con indiferencia o como parte de una picaresca inevitable a los narcocorridos. Las matanzas que desde 2007 por lo menos devastan el país, muy especialmente en la Frontera Norte modifican la impresión de los narcocorridos. Los mariguaneros que quieren ser simplemente trabajadores de mercancía prohibida son historia, y ahora lo que cuenta es la presencia de la amenaza más temible que ha conocido la sociedad mexicana. Los casi sesenta asesinados en Tijuana a lo largo de cinco días son uno de tantos hechos que aniquila la noción folclórica del narco pobre que vive y muere en la ignorancia de su destino. Creo por ello que los narcocorridos desaparecerán en fechas próximas porque ya su razón de ser se extenuó, se volvió la conversión pintoresca de una realidad que no admite el sentido del humor. Conviene, oh folcloristas, disponer el entierro de los narcocorridos, y la sepultura legendaria de Camelia la Tejana y Alfredo Varela”. En un ensayo decía que la emergencia del narco no es ni la causa ni la consecuencia de la pérdida de valores; sino que es, hasta hoy, simplemente el episodio más grave de la criminalidad neoliberal. Y sobre todo el hecho terrible en México es la ley del silencio que flota en el ambiente periodístico y que pocos se atreven a romper. En lo que va de año decenas de periodistas han sido secuestrados y asesinados por el narco, tal y como le ocurrió en 1998 al columnista del semanario “Zeta” de Tijuana, Héctor Félix Miranda que firmaba como “El gato Félix”. Nos lo cuentan Los Federales del Norte. Y hasta aquí las fulguraciones de Carlos Monsiváis sobre las músicas de México. Sobre el ataúd que se velaba en el palacio de Bellas Artes había tres banderas: la de México, la del arco iris de los homosexuales y la bandera de la U.N.A.M. Su amigo Carlos Fuentes hacía este retrato póstumo del escritor: “ingenio rápido, cultura profunda, mirada penetrante, referencia oportuna, melancolía escondida, regocijo siempre”. Kiko Helguera

Lista de canciones del programa del 27 de junio de 2010

1 “Lágrimas de sangre” (Agustín Lara) Toña la Negra

2. “El perro negro”(José Alfredo Jiménez) José Alfredo Jiménez

3. “El gato Félix” (Enrique Franco) Los Federales del Norte

4. “Dois para lá, dois para cá” (Joao Bosco) Elis Regina

5. “Onde anda o meu amor” (Orlandivo) Orlandivo

6. “Desencabulada” (Gama,Campos) Luisa Maita

7. “Cortaron a Elena” (Rafael Hernández) El Gran Fellove

8. “Esclavo moderno” (M.Álvarez) Manuel Álvarez y sus Dangers

9. “Feira de Mangaio” (Sivuca) Think of One