Elegía de perdedores

Aquellos que dicen que es más difícil saber ganar que saber perder, me resultan intelectualmente sospechosos. Es cierto que hay algo de cierto en esa teoría del triunfo "mal-asimilado" pero la metafísica de la pérdida es esencialmente compleja y unipersonal.

Perdemos un amigo, una ilusión, un objeto fetiche. Perdemos la verguenza, la virginidad, la amistad. Perdemos la memoria, la vista, el pelo. Perdemos una oportunidad, un trabajo, el deseo.

Perdemos tantas cosas y tan variadas, que enfrentarse a la pérdida dicen que es un ejercicio de madurez. Bendita adolescencia.

En 180 grados, hoy hemos hecho de altavoz de algunas personas que han perdido algo. Un mantero de Senegal que pierde su mercancía cuando es capturado por la policía. Un músico que por seis veces es nominado como autor de una banda sonora en la Academia de Hollywood y seis veces ha escuchado el nombre de otro candidato. Un colectivo de médicos gallegos que ha perdido calidad en el desempeño de su labor asistencial y ha convocado unas jornadas de huelga en plena campaña electoral en Galicia.

A todo ello le hemos añadido una especial banda sonora que alude a la pérdida. Y para perder, primero hay que tener, porque ¿es posible perder algo que antes no hemos poseído?