Toreros muertos: prohibido aburrirse
martes 16.feb.2016 por Paloma Arranz 0 Comentarios
Después de 30 años cantando y tocando Los Toreros Muertos regresan. En realidad nunca se fueron. Más bien estuvieron en su limbo particular durante 23 años. Cuando Piccolini se marchó a Argentina, Carbonell se metió a reportero dicharachero, a dirigir películas y mil historias, y Moure nunca ha dejado de tocar el bajo.
Las ganas de divertirse han sido una buena excusa para juntarse. Y sobre todo hacer algo por primera vez: grabar su primer disco en vivo y en directo desde el Teatro Falla de Cádiz. Un teatro al que ha regresado Pablo Carbonell como pregonero de los Carnavales de su ciudad natal. Y donde han logrado algo que no esperaban, un disco demasiado vivo y con el que han huido de los convencionalismos, porque si no se aburren. Su lema: prohibido aburrirse.
Y así lo demuestran desde hace más de 30 años encima de los escenarios donde se desinhiben hasta límites infantiles. Se disfrazan , se tiran por el suelo, hacen el ganso y con la única pretensión de que el público salga de sus conciertos dándole pataditas a su cabeza . Hasta aquí los efectos secundarios pero, ¿ qué les motiva para no bajarse del escenario? Pablo Carbonell se remonta al Yasta , el bar de Mani Moure donde en los ochenta encontraba barra libre y “si cantaba ligaba, si no cantaba no ligaba”. Al final, no hay más razón que la sinrazón.
Los Toreros Muertos, como decía al principio, han vuelto aunque nunca se fueron. Y si no que se lo pregunten a los fans de México y Colombia, donde les han conquistado con canciones como "Agüita amarilla", a pesar de que las autoridades les tacharon en su momento de narcóticos -satanizadores por sus letras provocativas, su actitud, libertad creativa y desinhibición. Algo más que indispensable para ser un Torero Muerto.
Una banda que, curiosamente, va tras los pasos de Raphael. Cuando el artista de Linares se tomó un tiempo por Latinoamérica , ellos también. En 2014 Raphael actuó en el Festival Sonorama Ribera y, al verano siguiente, tocaron ellos. Así que, como dijo Piccolini, si queréis saber lo próximo que van a hacer Los Toreros Muertos, fijaos bien en lo que haga Raphael.
Ya veis, el humor absurdo soporta bien el paso del tiempo. Toreros muertos “esto sí que es una chirigota”