"Diocleciano", la música teatral más espectacular de Purcell
Hoy comenzaremos Acompasa2 con una brillante partitura debida al gran genio de la música inglesa, Henry Purcell. En la época de Purcell, la reputación del compositor se cimentó especialmente en su faceta de músico teatrasl, especialmente con las semi-óperas que puso en escena en el teatro del Dorset Garden de Londres, en la década de los 90 del siglo XVII. La primera de las obras de esta etapa fue La profetisa o la historia de Diocleciano, adaptación de un drama de Massinger y Fletcher, ambientado en el Imperio Romano. La historia cuenta cómo la profetisa Delfia le dice al soldado Diocles que se convertirá en emperador al matar un jabalí. Durante un tiempo, Diocles intenta matar a este animal, pero en el segundo acto se da cuenta de que la profecía se refiere al capitán de la guardia llamado Apro, que quiere decir jabalí. Apro tiene sus manos manchadas con la sangre de otro emperador anterior.
La obra de Purcell consiste básicamente en dos episodios de carácter operístico. El primero, en el acto II, contiene una secuencia en forma de oda celebrando la victoria de Diocles sobre Apro. El otro es la extensa mascarada de Cupido y Baco con la que concluye la obra. Tras muchas intrigas, Diocles abdica y se retira a Lombardía, donde se organiza una mascarada para darle la bienvenida.
Esta escena fue planificada de forma espectacular en el teatro del Dorset Garden que, no en vano, era el mejor preparado para toda suerte de triquiñuelas y grandes efectos escénicos en toda Inglaterra. Un andamio de cuatro plantas fue alzado en la producción del estreno, con los cantantes y bailarines repartidos en sus distintos niveles, a la manera de los musicales americanos de los años 30 del siglo XX.
Escucharemos Diocleciano, música teatral de Henry Purcell sobre un libreto de Thomas Betterton inspirado en la obra homónima de Massinger y Fletcher, en una versión con las sopranos Nancy argenta y Ann Moyonios, los tenores Paul Agnew y Richard Edgar-Wilson, además de los bajos Stephen Gadd, Simon Birchall, Lawrence Wallington, Brian Bannatyne-Scott y Christopher Foster, todos ellos acompañados por The English Concert y su Coro, a las órdenes de Trevor Pinnock.
carlos dijo
¡Oh,oh! Me temo que las escenificaciones en nuestros corrales de comedias no podrían competir con semejantes espectáculos londinenses. Igual siempre ha sido así y siempre hemos ido un paso detrás de los anglosajones en genio e imaginación. Por ejemplo, y que nadie se escandalice, aunque nos esforzamos en equiparar los genios de Cervantes y (a ver si lo escribo bien) Shakespeare, ¿de verdad son tan parejos? Uhmm aunque quizá peque de complejo de inferioridad me da en la nariz de que no logra alcanzarle.
04 mar 2009
inem dijo
es una pasada..algo que no debe perderse ningún amante de la buena ópera.
05 mar 2009
carlos dijo
Claro que uno sólo recuerda lo tópico de sus tiempos de estudiante, en realidad no sé si en la España del siglo XVII ya se construían teatros estables en la corte o en las capitales de provincia destinados a grandes espectáculos. Supongo que sí porque hasta en mi pueblo se construyó en aquella época un teatro específico que duró hasta los años XX del siglo pasado. La otra cuestión que sigue pendiente es si supieron llenarlos con grandes montajes escénicos.
08 mar 2009
alex dijo
solo quisiera sabe que es musica tatral
26 mar 2009