Los dolorosos preludios de Louis Vierne
Escuchamos hoy en Acompasa2 los 12 preludios op. 36 de Louis Vierne (1870-1937). Escritos entre 1914 y 1916, en la misma época que sus Nocturnos, sin embargo, se acogen más a la forma romántica instaurada por Chopin y reflejan la dura época en la que el músico los escribió. De hecho, de unos títulos inicialmente optimistas como "Ternura" o "Recuerdo de un día alegre" se pasa a "Nostalgia", "En tiempos difíciles", "Evocación de un día de angustia" y el último preludio, que lleva el elocuente título de "Solo". Se da la circunstancia de que su amante, Jeanne Montjovet, por la que se había divorciado de su esposa en 1909, le acababa de abandonar, algo de lo que se hacen eco estas piezas. No fueron las únicas desgracias que Vierne, quien se quedó invidente al poco de nacer, experimentó en esos años: en 1913 murió su hijo menor de enfermedad y en 1917 y 1918 perdería, respectivamente, a su hijo mayor y a su hermano, combatientes en la Primera Guerra Mundial. No es de extrañar que en 1918, Vierne escribiese el doloroso poema para piano Soledad op. 44, del que también escucharemos un número, "Visión alucinante", igualmente en la versión del pianista Olivier Gardon.
Y hoy también en Acompasa2:
-Concierto Nº 1 para piano y orquesta de Heitor Villa-Lobos. Cristina Ortiz (piano), Real Orquesta Filarmónica de Londres. Director: M. A. Gómez Martínez
-Suite de "El jinete de bronce" de Reinhold Gliere.