6 posts de diciembre 2009

Beltrán Pagola, maestro de maestros

Recorremos hoy en Acompasa2 la vida y obra del donostiarra Beltrán Pagola (1878-1950), maestro de Usandizaga, Sorozábal, Escudero y otros importantes músicos vascos. Pagola ocupaba la cátedra de piano del Conservatorio de San Sebastián y comenzó a dedicarse en cuerpo y alma a la composición a los cuarenta años, mostrando una gran influencia de Debussy. Fue además el gran sinfonista vasco de su tiempo, con un catálogo que incluye cuatro sinfonías y una sinfonietta.

La Sinfonía sobre cantos vascos que escucharemos hoy en Acompasa2 fue compuesta en 1919 para un concurso de la Diputación de Vizcaya.Pagola obtuvo el Segundo Premio, quedando desiertos el primero y el tercero. Dividida en los cuatro movimientos tradicionales, se apoya en las melodías populares labortanas "Argizagi ederra, argi egidazu" (primer y segundo movimiento), "Salvatore gora da, Garazi andian" (primer mov.) y "Mutil, mutil jaiki ari" (tercer movimiento).

Escucharemos esta sinfonía y el allegro appassionato de la Sonata para piano sobre motivos vascos de Pagola (este último movimiento orquestado por su alumno Escudero) en una interpretación reciente de la Orquesta Sinfónica de Euskadi dirigida por Rubén Gimeno.

Beltrán Pagola, maestro de maestros

Recorremos hoy en Acompasa2 la vida y obra del donostiarra Beltrán Pagola (1878-1950), maestro de Usandizaga, Sorozábal, Escudero y otros importantes músicos vascos. Pagola ocupaba la cátedra de piano del Conservatorio de San Sebastián y comenzó a dedicarse en cuerpo y alma a la composición a los cuarenta años, mostrando una gran influencia de Debussy. Fue además el gran sinfonista vasco de su tiempo, con un catálogo que incluye cuatro sinfonías y una sinfonietta.

La Sinfonía sobre cantos vascos que escucharemos hoy en Acompasa2 fue compuesta en 1919 para un concurso de la Diputación de Vizcaya.Pagola obtuvo el Segundo Premio, quedando desiertos el primero y el tercero. Dividida en los cuatro movimientos tradicionales, se apoya en las melodías populares labortanas "Argizagi ederra, argi egidazu" (primer y segundo movimiento), "Salvatore gora da, Garazi andian" (primer mov.) y "Mutil, mutil jaiki ari" (tercer movimiento).

Escucharemos esta sinfonía y el allegro appassionato de la Sonata para piano sobre motivos vascos de Pagola (este último movimiento orquestado por su alumno Escudero) en una interpretación reciente de la Orquesta Sinfónica de Euskadi dirigida por Rubén Gimeno.

Beltrán Pagola, maestro de maestros

Recorremos hoy en Acompasa2 la vida y obra del donostiarra Beltrán Pagola (1878-1950), maestro de Usandizaga, Sorozábal, Escudero y otros importantes músicos vascos. Pagola ocupaba la cátedra de piano del Conservatorio de San Sebastián y comenzó a dedicarse en cuerpo y alma a la composición a los cuarenta años, mostrando una gran influencia de Debussy. Fue además el gran sinfonista vasco de su tiempo, con un catálogo que incluye cuatro sinfonías y una sinfonietta.

La Sinfonía sobre cantos vascos que escucharemos hoy en Acompasa2 fue compuesta en 1919 para un concurso de la Diputación de Vizcaya.Pagola obtuvo el Segundo Premio, quedando desiertos el primero y el tercero. Dividida en los cuatro movimientos tradicionales, se apoya en las melodías populares labortanas "Argizagi ederra, argi egidazu" (primer y segundo movimiento), "Salvatore gora da, Garazi andian" (primer mov.) y "Mutil, mutil jaiki ari" (tercer movimiento).

Escucharemos esta sinfonía y el allegro appassionato de la Sonata para piano sobre motivos vascos de Pagola (este último movimiento orquestado por su alumno Escudero) en una interpretación reciente de la Orquesta Sinfónica de Euskadi dirigida por Rubén Gimeno.

La Sinfonía Nº 3 de Georges Enescu

En mayo de 1919 veía la luz la Sinfonía Nº 3 del rumano Georges Enescu, que ha sido considerada su obra maestra dentro del terreno sinfónico. Verdaderamente, el despliegue de efectivos no tiene parangón en la producción del músico, con su extensa orquesta, en la que la sección de cuerda cuenta con no menos de 76 profesores, y donde se incluyen un órgano, un piano, dos arpas, un violín que actúa como solista y un coro que canta sin palabras.

Por sus dimensiones, su poderosa estructura y su coherencia orgánica anticipa composiciones como la Cuarta Sinfonía de Franz Schmidt. La tercera tiene tres movimientos, como las anteriores sinfonías de Enescu, aunque presenta como novedad un aterrador scherzo, algo ausente en las otras.

La sinfonía se abre con un poderoso pasaje en 6/4 cuya majestuosidad puede recordar al que abría la Sinfonía Nº 1 de Brahms o la Segunda De Schumann, que Enescu idolatraba y de la que dejaría un registro discográfico histórico en 1949. Ahora bien, el tejido de este primer movimiento es más bien bruckneriano, y establece tanto la atmósfera general de la obra como un profundo espectro tonal.

Los temas de esta partitura son expuestos a la vez que se desarrolla, provocando violentos estados anímicos dentro de la partitura, que Enescu aprovecha para desplegar su más colorista paleta orquestal, de una belleza en ocasiones abrupta.

El ya citado scherzo, de múltiples ritmos, tiene cierto aire siniestro que recuerda al de obras de la época como La mujer sin sombra de Richard Strauss, La sinfonía gótica de Havergal Brian o Los guerreros de Percy Grainger. El scherzo ha sido considerada la página más francesa de la sinfonía y comienza en la expansiva tonalidad de do mayor para evolucionar a la de do menor.

En el movimiento final, lento ma non troppo entra finalmente el coro, desplegado mediante una escritura que podría considerarse instrumental, dando lugar a la sección más fantástica de la sinfonía.

Escucharemos la Sinfonía Nº 3 en do mayor op. 21 de Georges Enescu, en la interpretación de la Orquesta y Coro Nacional Rumanos a las órdenes de Horia Andreescu.

Hoy también escuchamos en Acompasa2:

-Sinfonía en do menor (1937) de Ernst John Moeran. Orquesta del Ulster. Dir.: Vernon Handley.

-Gaité Parisienne (selección) Offenbach/Rosenthal. Orquesta Sinfónica de Montreal. Di.: Charles Dutoit.

-Impresiones para violín y piano, de Leopold Godowsky. Gottfried Schneider (violín), Cord Garben (piano).

La Sinfonía Nº 3 de Georges Enescu

En mayo de 1919 veía la luz la Sinfonía Nº 3 del rumano Georges Enescu, que ha sido considerada su obra maestra dentro del terreno sinfónico. Verdaderamente, el despliegue de efectivos no tiene parangón en la producción del músico, con su extensa orquesta, en la que la sección de cuerda cuenta con no menos de 76 profesores, y donde se incluyen un órgano, un piano, dos arpas, un violín que actúa como solista y un coro que canta sin palabras.

Por sus dimensiones, su poderosa estructura y su coherencia orgánica anticipa composiciones como la Cuarta Sinfonía de Franz Schmidt. La tercera tiene tres movimientos, como las anteriores sinfonías de Enescu, aunque presenta como novedad un aterrador scherzo, algo ausente en las otras.

La sinfonía se abre con un poderoso pasaje en 6/4 cuya majestuosidad puede recordar al que abría la Sinfonía Nº 1 de Brahms o la Segunda De Schumann, que Enescu idolatraba y de la que dejaría un registro discográfico histórico en 1949. Ahora bien, el tejido de este primer movimiento es más bien bruckneriano, y establece tanto la atmósfera general de la obra como un profundo espectro tonal.

Los temas de esta partitura son expuestos a la vez que se desarrolla, provocando violentos estados anímicos dentro de la partitura, que Enescu aprovecha para desplegar su más colorista paleta orquestal, de una belleza en ocasiones abrupta.

El ya citado scherzo, de múltiples ritmos, tiene cierto aire siniestro que recuerda al de obras de la época como La mujer sin sombra de Richard Strauss, La sinfonía gótica de Havergal Brian o Los guerreros de Percy Grainger. El scherzo ha sido considerada la página más francesa de la sinfonía y comienza en la expansiva tonalidad de do mayor para evolucionar a la de do menor.

En el movimiento final, lento ma non troppo entra finalmente el coro, desplegado mediante una escritura que podría considerarse instrumental, dando lugar a la sección más fantástica de la sinfonía.

Escucharemos la Sinfonía Nº 3 en do mayor op. 21 de Georges Enescu, en la interpretación de la Orquesta y Coro Nacional Rumanos a las órdenes de Horia Andreescu.

Hoy también escuchamos en Acompasa2:

-Sinfonía en do menor (1937) de Ernst John Moeran. Orquesta del Ulster. Dir.: Vernon Handley.

-Gaité Parisienne (selección) Offenbach/Rosenthal. Orquesta Sinfónica de Montreal. Di.: Charles Dutoit.

-Impresiones para violín y piano, de Leopold Godowsky. Gottfried Schneider (violín), Cord Garben (piano).

La Sinfonía Nº 3 de Georges Enescu

En mayo de 1919 veía la luz la Sinfonía Nº 3 del rumano Georges Enescu, que ha sido considerada su obra maestra dentro del terreno sinfónico. Verdaderamente, el despliegue de efectivos no tiene parangón en la producción del músico, con su extensa orquesta, en la que la sección de cuerda cuenta con no menos de 76 profesores, y donde se incluyen un órgano, un piano, dos arpas, un violín que actúa como solista y un coro que canta sin palabras.

Por sus dimensiones, su poderosa estructura y su coherencia orgánica anticipa composiciones como la Cuarta Sinfonía de Franz Schmidt. La tercera tiene tres movimientos, como las anteriores sinfonías de Enescu, aunque presenta como novedad un aterrador scherzo, algo ausente en las otras.

La sinfonía se abre con un poderoso pasaje en 6/4 cuya majestuosidad puede recordar al que abría la Sinfonía Nº 1 de Brahms o la Segunda De Schumann, que Enescu idolatraba y de la que dejaría un registro discográfico histórico en 1949. Ahora bien, el tejido de este primer movimiento es más bien bruckneriano, y establece tanto la atmósfera general de la obra como un profundo espectro tonal.

Los temas de esta partitura son expuestos a la vez que se desarrolla, provocando violentos estados anímicos dentro de la partitura, que Enescu aprovecha para desplegar su más colorista paleta orquestal, de una belleza en ocasiones abrupta.

El ya citado scherzo, de múltiples ritmos, tiene cierto aire siniestro que recuerda al de obras de la época como La mujer sin sombra de Richard Strauss, La sinfonía gótica de Havergal Brian o Los guerreros de Percy Grainger. El scherzo ha sido considerada la página más francesa de la sinfonía y comienza en la expansiva tonalidad de do mayor para evolucionar a la de do menor.

En el movimiento final, lento ma non troppo entra finalmente el coro, desplegado mediante una escritura que podría considerarse instrumental, dando lugar a la sección más fantástica de la sinfonía.

Escucharemos la Sinfonía Nº 3 en do mayor op. 21 de Georges Enescu, en la interpretación de la Orquesta y Coro Nacional Rumanos a las órdenes de Horia Andreescu.

Hoy también escuchamos en Acompasa2:

-Sinfonía en do menor (1937) de Ernst John Moeran. Orquesta del Ulster. Dir.: Vernon Handley.

-Gaité Parisienne (selección) Offenbach/Rosenthal. Orquesta Sinfónica de Montreal. Di.: Charles Dutoit.

-Impresiones para violín y piano, de Leopold Godowsky. Gottfried Schneider (violín), Cord Garben (piano).

Acompasa2


Acompasa2 es un magazín de tarde-noche, programado de lunes a viernes, de 19.00 a 23.00 horas y presentado por Beatriz Torío y Martín Llade.
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