Motociclismo puro y duro
El Mundial de motociclismo nunca deja de sorprenderme. ¡Y de engancharme! Este año es muy distinto del anterior en MotoGP. Cada carrera es una historia y es mucho más complejo aventurar el ganador. Cierto es que la terna se reduce a cuatro pilotos: Rossi, Dani, Lorenzo y Stoner.
La carrera de hoy ha sido una gozada. Hasta que Rossi no ha se ha distanciado de los demás, hemos disfrutados con los adelantamientos de los grandes: los que ha habido entre Pedrosa y Valentino, un tuya-mía espectacular; los de Lorenzo remontando posiciones...
Y también ha habido tiempo para la emotividad. Esa vuelta de honor de Ángel Nieto y Valentino Rossi quedará como algo histórico en las videotecas. Tras verla, he llamado a casa y se ha puesto mi hijo pequeño. Me ha dicho: "¡Mamá está llorando!". Mi mujer, Ana, estaba emocionada de ver a Ángel pilotar esa Yamaha mítica llevando de 'paquete' a Valentino.
Y eso es lo que, semana tras semana, ofrece el motociclismo. Emociones a flor de piel: en la pista y fuera de ellas. Y si no, a otras prubeas me remito. No me diréis que no ha sido entrañable ver a Alex Debón ganando su primer Gran Premio en el Mundial. Él que lleva tantos años casi en la sombra, haciendo de piloto probador - gracias a él la Aprilia está a un gran nivel- y de director deportivo con Jorge Lorenzo y Pol Espargaró, entre otros. Los dos pilotos tienen alma de campeón. Como Debón, su consejero y amigo. ¡Felicidades, Alex!