Rossi y su octava maravilla
ÁLEX CRIVILLÉ, comentarista TVE
Una serie televisiva estadounidense hizo popular aquello de "me encanta que los planes salgan bien". ¡Pues a Valentino Rossi le ha salido redondo el día! No sólo ha puesto fin a dos años sin título sino que lo ha hecho a lo campeón, ganando la carrera. Con este octavo título, su leyenda se agranda aún más, si ello es posible.
Estaba contento, Vale. Pero en la charla que ha tenido con los periodistas lo he notado cansado. Él mismo nos ha dado las claves. "Cuando ganas una carrera estás eufórico, contento, quieres que llegue la suiguiente para continuar... Pero ganar un título es muy distinto. Te sale todo el cansancio y el estrés acumulado. Ahora mismo estoy agotado". Y toda esta frase la adorna con varios resoplidos.
Quizá es que Valentino tiene ya 29 años. Y celebra sus títulos de forma más madura, sin grandes estridencias. Toda su energía la deja en la pista. ¡Incluso en el show que monta para celebrar sus gestas!
Ganar es complicado. Y volverlo a hacer después de un tiempo viendo colocarse los laureles a otros, debe desanimar a cualquiera. Pero no a nuestro hombre. En Valencia, el año pasado, nada más acabar la carrera, se reunió con los dirigentes de Yamaha, dio un puñetazo en la mesa y pidió, exigió, una moto competitiva. Y este año la ha tenido. Cambiar a Bridgestone, una apuesta arriesgada de la que Rossi llegó a dudar a inicios de año, ha resultado todo un acierto.
En fin, que un gran campeón también se construye por las decisiones que toma. Felicidades, Valentino.