Un Lorenzo de otra galaxia
Es el tercer piloto más joven de la parrilla de MotoGP. Pero este año se le ve mucho más maduro: no más errores tontos, no más caídas por querer arriesgar... Jorge Lorenzo no sólo tiene el futuro en sus manos sino que el presente es suyo.
Estamos ya en el ecuador del campeonato. Han sido nueve carreras hasta ésta de Laguna Seca. Y el mallorquín ha ganado en seis ocasiones y ha marcado tres segundos puestos: es decir, cuando no gana, se coloca en la segunda plaza. Y ante esa increíble regularidad, es difícil pensar que no va a ganar este Mundial.
Lo tiene todo a favor: su M1 funciona como un cohete; sus resultados en los entrenamientos son encomiables; mental y físicamente está fortísimo... en fin, que debe acontecer una verdadera tragedia para que no logre su sueño: ser campeón de MotoGP.
Incluso su carácter es menos indómito que antes. Hoy ha lucido una sonrisa cuando la organización estadounidense ha comenzado la ceremonia del podio con los acordes del himno italiano, quizá pensando que Rossi, un icono mundial, ganaría la carrera.
No quisiera acabar este blog sin hablar de Dani Pedrosa. El catalán ha recibido un auténtico varapalo al caerse en Laguna Seca, una caída que le ha costado aumentar su desventaja con el líder de la general, quedándose a 72 puntos.
Pedrosa quería revalidar su victoria del año pasado en esta pista californiana y conseguir así dos victorias consecutivas, algo que nunca ha logrado en la clase reina. Además, quería aumentar sus victorias por año: nunca ha pasado de dos y ya las tiene en el saco.
Tal y como va su Honda y el Mundial, creo que podrá conseguirlo.
Bueno, ahora es tiempo para unas pequeñas vacaciones, muy necesarias después de dos meses muy intensos. ¡Nos vemos en Brno, el 15 de agosto!