Muffins de maíz y miel, 100% gluten free
martes 26.may.2015 por Al punto 0 Comentarios
Cada vez conozco más gente que tras largas temporadas de malestares son diagnosticadas de celiaquía.
La celiaquía o enfermedad celíaca es básicamente la intolerancia al gluten. Más técnicamente, pero no mucho, es un proceso de naturaleza autoinmune que ocasiona inflamación de la mucosa del intestino delgado pero que no afecta solamente al sistema digestivo, aunque su origen esté inducido por lo que comemos.
Esto que comemos que hace daño a los celíacos es el gluten que es un grupo de proteínas que están presentes en diversos cereales. El más común es el trigo, pero también lo contiene la cebada, el centeno, la avena, así como sus híbridos (escanda, espelta…).
En nuestra sociedad y nuestra cultura gastronómica, hay una gran tradición de uso de harinas procedentes del trigo, por lo que, en ocasiones, para un celíaco recién diagnosticado, las alternativas se ven muy reducidas en lo que a panes, bollerías y pasta se refiere. En otras culturas, en cambio, el uso de la harina de maíz en las preparaciones tradicionales está tan extendido, que el cambio de alimentación para un un celíaco reciente no es tan drástico.
Soy celíaco ¿y ahora qué?
Cuando uno es celíaco sin diagnosticar, a los consabidos malestares digestivos se asocia incluso irritabilidad y cambios de humor. Pero es que yo lo entiendo, porque, si con algo que debería hacerme sentir un placer sublime como un bocata de calamares o un muffin con el cafelito, lo que me pasara fuera que me pongo malita, la depresión está asegurada.
Pero una vez establecido el diagnóstico, es otro cantar. Todo consiste en eliminar el gluten de la dieta y aquí podemos caer en el error de eliminar completamente alimentos tradicionalmente elaborados con harina de trigo en lugar de buscar sustituciones que son, en muchos casos tan o más deliciosas que las variedades no aptas para celíacos.
No hay necesidad de decir adiós a los bocatas, a los muffin y hay que abrazar la globalización que nos permite traer a nuestra cultura gastronómica harinas de otros cereales. Que el mundo es muy grande y no hace falta ser celíaco para conocerlas.
He comprado semolina de maíz o polenta buscando una receta de muffins ricos sin gluten para enseñarle a una amiga celíaca reciente que no hay que renunciar a nada. Y me ha gustado tanto el sabor, la textura y el resultado, que pienso utilizarla para probar otras cosas. Así que de exclusividades celíacas nada, esto es para todos los públicos.
Para hacerlos completamente libres de gluten he utilizado una mezcla de polenta con harina de arroz y harina de maíz refinada (maicena). Si no sois celíacos y queréis experimentar con la polenta podéis sustituir las harinas de arroz y la maicena por harina de trigo normal y así vais probando. El resultado será ligeramente más esponjoso que el libre de gluten total.
El único inconveniente de estos muffins es que aguantan mal el paso del tiempo así que calentitos y del día es como mejor están. Si es que eso es un inconveniente. A mí una tanda de 6 me dura un rato…
Ingredientes
85 grs de semolina de maíz/polenta
45 grs de harina de arroz
45 grs de harina fina de maíz Maizena
80 grs de azúcar, si eres muy goloso puedes subir a 100 grs
1 cucharada sopera de levadura química (Royal)
Una puntita de cucharadita de canela en polvo
Una pizca de sal
60 grs de mantequilla derretida
120 grs de leche
1 huevo
40 grs de miel
1 cucharada sopera de aceite de girasol
1 cucharada sopera de yogur griego
Mermelada para acompañar
Preparación
-Precalienta el horno a 200 grados y engrasa un molde de 6 muffins más una cápsula adicional (a mí me salieron 7 en total) o ponles cápsulas de papel. Si tu molde tiene las cavidades para los muffin más pequeñas usa uno de 12.
-En un bol mezcla la polenta con la harina de arroz y la Maizena, el azúcar, la levadura, la canela y la sal.
-En un cuenco apto para microondas funde la mantequilla, y deja templar ligeramente. Añade aquí el huevo batido, la leche, la miel, el aceite de girasol y el yogur y bátelo todo hasta que se integre.
Añade los ingredientes líquidos a la mezcla de secos y mezcla con una espátula sin sobrebatir la masa, lo justo para que se integre.
-Rellena las cavidades de muffins hasta ¾ de su capacidad o incluso un poquito más.
-Espolvorea cada muffin con un poco de azúcar y otro poco de polenta
-Hornea durante unos 10 minutos a 200 grados y luego baja la temperatura a 180 grados durante otros 5 minutos. Pero ve comprobando a partir de los 12 minutos para que no se hagan más de la cuenta o quedarán duros y secos.
Al servirlos puedes echarles un chorrito de miel por encima o comerlos tal cual, o ponerles un poco de una confitura rica. Yo tenía este tarrito de frambuesas y le quedó de escándalo. Además la el contraste con el color amarillo de los muffins era muy bonito.
Como os decía, mejor recientes que de un día para otro.
Un post (texto e imágenes de la receta) de Beatriz de Tengo un plan B
Pluriempleada como blogger creadora de Tengo un plan B, madre y especialista en marketing de telecomunicaciones, no necesariamente por ese orden.
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