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Comer internacional con niños en Madrid

    martes 30.jun.2015    por Al punto    0 Comentarios

Me gusta hablar de cocina, de ingredientes, de restaurantes. Me gusta salir a cenar, hacer comida para amigos, ir a comer con gente, aprender, experimentar.

Pero si algo me gusta por encima de todo lo demás, es volver a recorrer el camino de los descubrimientos de la mano de mis hijos. Son pequeños y a veces cuesta que se coman incluso nuestras recetas más tradicionales.

Pero eso nunca me ha echado para atrás a la hora de intentar ir introduciendo nuevos sabores y texturas en su vocabulario y en su paladar (en plena formación para la recepción de sabores). Y es, se lo aseguro, una aventura emocionante, porque me hace volver a recordar cuándo y por qué fui descubriendo la cocina de otros países. Volver atrás en la memoria gustativa, y recordar que sabores eran más sencillos y apetecibles, y experimentar a la vez, buscando algo que les guste a ellos, aunque a mi no me enamore.

Así que de vez en cuando, en casa organizamos “comidas temáticas”. Y un día hacemos mejicano (su favorita, hasta el momento) y preparamos unas “sincronizadas adaptadas”: dos tortillas, jamón, queso, y ¡a la plancha!, y unos burritos (de carne picada y verdurita) y unos tacos de pollo, y un guacamole que ellos nos ayudan a hacer ya sentados a la mesa.

Guacamole

Siguiendo las enseñanzas del mágnifico restaurante PX (no se lo pierdan, ¡si es que aún no han estado!) En un cuenco grande llevamos el aguacate maduro ya troceado y una pizca de sal, y ellos le añaden el zumo de unas limas, y un buen puñado de cilantro y un poquito de ají. Y a machacar (les encanta) y disfrutarlo sobre la marcha. 

Otras veces, nos atrevemos con algún pollo en salsa korma (suave, nada picante y muy propicia para mojar el pan naam), o un puré de lentejas que nos recuerda a la India. O encargamos makis, que a nuestro hijo mayor le encantan.

O (esto desde nuestro viaje a Austria-Alemania el pasado año) compramos esas salchichas gigantes, y de varios tipos, hacemos ensalada de patata y mientras nosotros disfrutamos una "cervezota germana", les dejamos (por una vez), probar salsas distintas.

Salchichas

De entre todas sus aventuras favoritas ninguna más divertida que salir a comer a algún restaurante de comida internacional. Hay que elegir bien el sitio, y tratar de controlar lo posible la salida antes de lanzarse a la calle.

Ayuda mucho que la decoración del local, les traslade a otro mundo, haber jugado o leído antes sobre el “destino” al que vamos a viajar comiendo, y ….que tampoco sea un restaurante carísimo, dónde una excursión fallida se convierta en un disgusto.

Así que os paso alguna sugerencia que a nosotros nos ha funcionado de maravilla, por si os decidís a comenzar esa maravillosa experiencia de construir una afición común con los niños, desde que son pequeños.

1. La cocina del desierto, calle Barbieri (Barbieri 1)

Es uno de nuestros favoritos. La pastela es irresistible y una forma estupenda de introducirse en cocinas donde lo dulce y lo salado se mezclan sin pudor. Las mesas sobre la alfombra y los cojines se prestan a pequeñas historias para que entiendan la tradición de pueblos árabes.

Para paladares más avanzados hay que probar al menos un cuscus, y un tagine. La ventaja es que su carta recoge casi todos los imprescindibles, todo está rico y los precios son tan razonables que no importa no triunfar con todo.

2. Zhou Yulong, el chino de Plaza de España.

No puede haber sitio menos “atrezzado” en lo Oriental, o menos pensado para niños, pero a cambio, los sabores son los de China de verdad. Sugiero no arriesgar mucho, pueden probarse algunos clásicos bien resueltos (rollitos, tallarines, arroces). Les impresiona la cola en cuando entramos en horarios de comida españoles, el porcentaje de público oriental y el que esté justo al lado del parking.


3. El rey de tallarines 

Por el espectáculo (que sólo habíamos disfrutado en vio y directo en Sanghai) todos los días a las 13:00 y 21:00 de ver como se hacen a mano los tallarines que nos vamos a comer. Es espectacular, y como siempre lo que entra antes por los ojos, luego resulta mucho más interesante para probar

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4. Otros

Aunque aún no los hemos probado en nuestra lista de pendientes están el senegalés Baobab, el griego Milos, y algún colombiano, etíope, o hindú….

¿Y vosotros? Lleváis a los niños a comer fuera? ¿Alguna recomendación? Nos encantaría ampliar nuestra lista de habituales….

Un post de Ana Peláez

Ana_Ok

Aficionada a la gastronomía y periodista especializada en alimentación. Directora de Imprescindibles 

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Categorías: Gastronomía

Al punto   30.jun.2015 12:59    

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