El cierre (shutdown) parcial del gobierno de los EEUU
martes 1.oct.2013 por Anna Bosch 3 Comentarios
El gobierno federal de los Estados Unidos es la mayor empresa del país y hoy unos 800.000 empleados suyos se han quedado en casa sin paga hasta nueva orden. Más de un millón seguirán trabajando, pero sin paga. Los servicios que dependían de ellos, total o parcialmente cerrados. Siguen trabajando quienes atienden servicios que se consideran imprescindibles. El gobierno no tiene dinero para pagarles los sueldos porque el Congreso se lo ha negado.
No es la primera vez que ocurre en los Estados Unidos, antes de este shutdown ya hubo 17 en la historia (corta) del país. El último lo ejecutó/sufrió el anterior presidente demócrata, Bill Clinton, y batió records, un total de cuatro semanas entre noviembre de 1995 y enero de 1996.
Que el gobierno decida cerrar varios de sus servicios a los ciudadanos y dejar sin sueldo a miles de trabajadores es una medida drástica fruto de la suma de dos características de la política estadounidense.
Una, constitucional, la separación de poderes. Los presupuestos son competencia del legislativo, del Congreso, no del gobierno y si, como suele ser muy frecuente, el presidente no cuenta con mayoría de su partido en el Congreso el pulso esta servido. En este caso el presidente tiene el apoyo -con matices- de su partido en el Senado, pero el partido republicano tiene la mayoría en la Cámara de Representantes. Como dicen a menudo en Washington, tiene el monedero.
Es un principio constitucional que forma parte, como la composición y ritmo de reelección de cada una de las dos cámaras y otros aspectos, del sistema de checks and balances, de control y equilibros, de la democracia estadounidense. Un sistema pensado para evitar que la política de los Estados Unidos dé bandazos a cada elección. Evitar que una parte del electorado -de la sociedad- pueda imponer su voluntad al resto como resultado de una simple elección. Pero, como todo, tiene sus contraindicaciones y una de ellas es la dificultad para hacer cambios y el riesgo de caer en la parálisis. Y el espectáculo poco edificante de que mientras Congreso y Casa Blanca se enzarzan y enrocan en sus posiciones no se gobierna. Los unos por los otros, la casa sin barrer.
La otra característica es de ideología y talante. La polaración y crispación de la política, que no es infrecuente, pero que en la presidencia Obama, como en la de Clinton, está alcanzando nuevas cumbres.
Esos dos elementos han confluido en la Cámara de Representantes dominada por los republicanos. Tenían que aprobar una extensión de los presupuestos para que el gobierno pudiera seguir funcionando y hoy, 1 de octubre, fin del año fiscal, era la fecha límite. Y ahí los republicanos vieron la posibilidad de vengarse de lo que han convertido en la bestia negra de la presidencia Obama, la reforma sanitaria, bautizada como Obamacare. Y, grosso modo, han planteado durante las negociaciones aprobar la extensión de los presupuestos a cambio de retrasar un año la aplicación de varios aspectos de esa reforma. La reforma -no es un dato menor- fue aprobada ya en 2010, ha sido ratificada por el Tribunal Supremo (que es a la vez Constitucional) en 2012 y, además, los estadounidenses la volvieron a ratificar al reelegir al presidente Obama. Y hoy gran parte de la reforma entra en vigor. Por todo ello los demócratas consideran esas negociaciones un chantaje intolerable. El Senado, con mayoría del partido demócrata, ha rechazado esas "ofertas" de la Cámara de Representantes. Resultado, a medianoche se ha empezado a aplicar el cierre parcial.
Y, no surprise, ambos partidos se acusan mútuamente del fracaso. Obama y su partido no dudan en acusar a los republicanos de haber claudicado ante el Tea Party, el ala más a la derecha de su partido, y la más obamófoba. El gobierno Obama y la mayoría republicana ya habían estado antes al borde del cierre por falta de fondos, pero siempre habían encontrado una manera de evitarlo en el último momento. No esta vez.
Hace años que el Congreso aparece en las encuestas de opinión como una de las instituciones peor valoradas por los estadounidenses. Y es un lugar común decir que "Washington is broken" (Washington no funciona). Apuesto a que esa visión no habrá mejorado con este último episodio. Un efecto secundario que no creo desearan los padres fundadores.
@annabosch
Valentín dijo
Lo que se producirá con esto es un retroceso de cuantías gigantescas no sólo pone el peligro de la sanidad publica sino el techo de gasto , puede llevarles hasta el colapso.Ha de haber consenso.Interesante como siempre la entrevista en el canal 24 horas.:)
Valentín dijo
Estudiad el ObamaCare http://www.cadenaser.com/internacional/articulo/obamacare/csrcsrpor/20131001csrcsrint_8/Tes
tomasin dijo
Hola, un expremier del RU, llamado Benjamin Disraeli, dijo: En politica nada sucede por casualidad,
pero tb dijo: Los que no están tras la escena ( escenario ) nunca imaginarían quien mueve los hilos de las marionetas, en este caso, los politicos.
En el CFR, la comisión trilteral, bohemian club, los caballeros de Colon, en estas organizaciones nada democraticas y algunas de ellas opacas hasta extremos insospechados se cuecen las habas de la gran politica interna y externa de EEUU, allí están democratas y republicanos comiendo y bebiendo juntos, pero de cara a la opinión publica se produce el efecto ilusionista ( pura magia potagia de to la vida ) de parecer que no son lo mismo democratas que republicanos, que hay diferencia, sin embargo, allí cuecen todo y sobre todo es programado toda la agenda politica con meses, incluso años de antelacion, luego, la obra de Teatro escenificada a nivel televisivo y periodistico titulada shutdown, solo tiene un fin, crear miedo, pánico, incertidumbre, confusión, para demostrar una vez más que el pueblo de EEUU ( y en general de todo el mundo ) no solo no se entera de nada, sino que son poco más que borregos que votan cada cierto tiempo a un presidente y a unos congresistas y senadores, pero como parte de la GRAN ILUSION que los grandes MAGOS esotericos han creado.
Me gustaría que alguien discrepara de mi opinion....
salu2