El referéndum de Escocia
lunes 8.sep.2014 por Anna Bosch 4 Comentarios
Y de repente parece que va en serio. De repente parece que los británicos se acaban de dar cuenta de que sí es posible que los escoceses decidan independizarse del resto del Reino Unido y deshacer en las urnas un pacto de 307 años. Esa es la impresión que da la reacción de la prensa a la primera encuesta de la historia de los sondeos que da una -estrecha- ventaja al Sí a la independencia: 51% a 49%.
Para muestra del shock, este montaje de las principales portadas de este lunes, que copio de la cuenta de twitter de Nick Sutton (@suttonnick) de la BBC:
Es solo una encuesta y el margen es muy estrecho, pero ese Sí por delante del No ha sido la alarma del despertador para quienes daban por sentado que el amplio margen que han dado siempre las encuestas al No era, eso, para siempre.
El vuelco demoscópico es más espectacular porque hace solo un mes la ventaja del No era de 22 puntos. 22, según el mismo instituto de sondeos:
Cuando el primer ministro británico, David Cameron, dio un paso al frente en enero de 2012 y ofreció al gobierno escocés pactar la celebración del reféndum, el Sí en las encuestas se había movido siempre en torno al 30% y sólo excepcionalmente llegado al 40%.
También decían las encuestas que, a pesar de que el Partido Nacional Escocés (SNP) era independentista y prometía un referéndum de independencia en su programa electoral de 2011 (en el índice y en la página 28 de 41), los escoceses le habían otorgado una mayoría absoluta no porque quisieran la independencia, sino para mantener su política económica y social, con coberturas públicas más generosas que south of the border (al sur de la frontera, terminología que usan los británicos), bajo gobiernos del New Labour (Nuevo Laborismo) y de la coalición entre Conservadores y Liberaldemócratas.
Esos datos permiten especular que el cálculo que hizo el primer ministrio conservador fue: accedo, con condiciones, a ceder las competencias para celebrar el referéndum, sale que no, quedo como un demócrata, se mantiene el Reino unido y pasamos páginas durante unos años a la cuestión de la independencia. Según cuenta estos días la prensa británica, esa confianza era tal que el gobierno en Londres ni siquiera se planteó en serio una posible independencia de Escocia. No hay un plan para caso de independencia. De ahí el terremoto ocasionado por esa encuesta en el Establishment británico. A diez días del referéndum, que será el jueves 18 de septiembre. Por no hablar del terremoto dentro del partido del primer ministro por la posibilidad, ahora real, de que sea un conservador quien acabe con el Reino Unido como tal. El terremoto chez los laboristas es que sin Escocia se reducirían mucho sus posibilidades de volver a gobernar en lo que quedara del Reino Unido.
A falta de ese plan gubernamental para la independencia el semanario The Economist le ofrecía una guía a los gobiernos de David Cameron y Alex Salmond: enumeraba y desarrollaba la lista de negociaciones y complejidades en las que deberían entrar Londres y Edimburgo en caso de que gane el Sí a la independencia.
Clave para ese incremento inesperado del Sí son los votantes laboristas, sensibles al principal argumento de la campaña del Sí, con el ministro principal escocés, Alex Salmond, al frente: una Escocia independiente no solo es viable, sino que garantizará una sociedad más justa, con más coberturas públicas. Los votantes laboristas dipuestos a votar Sí a la independencia han pasado en un mes de ser el 18% al 35%. La sociedad escocesa es tradicionalmente una sociedad con una gran tradición comunitaria y especialmente hostil a las políticas económicas liberales, mucho más desde las reformas de Margaret Thatcher en los años 80. Un argumento habitual de resentimiento entre los escoceses se puede resumir en "¿Por qué tenemos que aguantar políticas impuestas por gobiernos conservadores cuando aquí son un partido minoritario?". Con la independencia se librarían de esa carga.
Los tres principales partidos británicos (Conservador, Laborista y Liberaldemócrata) están a favor de mantener la Unión y en su campaña han ofrecido más poder autonómico a Escocia, si se queda. El ministro de economía ofreció en la BBC el mismo día de la encuesta revolucionaria más competencias económicas, aunque sin detallar mucho.
Al principio de esta campaña de más de dos años y medio los políticos unionistas se propusieron abiertamente hacerla de manera que no fuera contraproducente, razón por la cual el primer ministro, David Cameron, y otros políticos conservadores apenas han tomado parte en el debate y han dejado que lo lidere un laborista escocés: Alistair Darling (ministro de economía en el gobierno de Gordon Brown, escocés también). La campaña, además, debía ser positiva: reconocer que una Escocia independiente era viable, pero que era mejor seguir juntos. Better together (mejor juntos) es el lema y el nombre del bloque que pide el "No thanks". Pero a medida que se se acercaba este septiembre de 2014 el tono se ha ido endureciendo, han aumentado las advertencias sobre los riesgos -desde la perspectiva unionista- de una Escocia independiente, que los independentistas rechazan tachándola de "campaña del miedo". Sounds familiar. El tono de la campaña se ha crispado en los últimos meses, y eso que -y esta es una apreciación personal- en este debate no entra un factor tan identitario y visceral como es la lengua. El gaélico escocés lo habla solo un 1% de la población escocesa. La lengua, north and south of the border, es el inglés.
La encuesta anterior del mismo instituto, YouGov, que se publicó la semana pasada, ya fue un shock por el hecho de que el No recortaba su ventaja a solo 6 puntos. Una de las conclusiones que sacaban los analistas es que los independentistas habían logrado vencer el factor miedo. Algunos lo achacan a que la independencia que propugna el SNP es una independencia light: promete mantener la reina como jefe de Estado, la libra esterlina como moneda, las "interrelaciones" con los vecinos de la Gran Bretaña y que se llegará pronto a un acuerdo para seguir de una manera u otra en la Unión Europea. En este último caso, además, juegan con la posibilidad de que sea más probable seguir en la UE como país independiente que dentro del Reino Unido, si, como ha prometido Cameron, hay un referéndum y una mayoría de británicos decide salir de la UE.
Un dato significativo de la encuesta de la semana pasada es que los indecisos se inclinaban 2 a 1 por la independencia. Y lo que es evidente viendo la evolución de los sondeos es que el Sí a la independencia tiene el momentum como dicen en inglés, es la tendencia al alza.
Pero no hay que olvidar que hablamos de sondeos, de lo que los encuestados contestan y las proyecciones que se hacen a partir de ahí, y tenemos ya bastantes pruebas de que las encuestas no siempre aciertan.
Dos post que escribí en esta web de rtve en el año 1 de esta campaña:
¿Queréis un referéndum? Pues, ya. (9/1/12)
El referéndum de independencia de Escocia (15/10/12)
El Lobo dijo
http://cache2.allpostersimages.com/p/LRG/62/6255/WMS3100Z/posters/keep-calm-and-carry-on-motivational-union-jack-flag-art-poster-print.jpg
El Lobo dijo
Scottish independence could mean the end of Spain
Martin Wolf
http://finance.yahoo.com/news/scottish-independence-could-mean-the-unraveling-of-spain--martin-wolf-203224982.html
HERCUL dijo
Es muy posible que ya lo leyera,....es muy posible que exista en el, mucha información o puntos de vista que a Vd. como profesional en el tema,...no comparta.Lo acepto todo.Pero leame.No hay nada que me haga mas ilusión.Siempre hay ideas comunes.
Un fuerte abrazo
HERCUL.
http://blogs.cadenaser.com/la-voz-de-inaki/2014/09/09/escocia-prosa-y-poesia/
Antonio Larrosa dijo
la unión hace la fuerza y que opine distinto esta equivocado.