Estos días en Niza y la rabia de Francia
jueves 21.jul.2016 por Anna Bosch 1 Comentarios
Sábado pasada la medianoche en el Paseo de los Ingleses, la Promenade des Anglais, la Prom, en Niza. Se acercan dos señores. Andan despacio y van mirando al suelo como quien busca un anillo o un pendiente que se le ha caído. "¿Estás seguro de que es aquí?" le pregunta en italiano un señor al otro. "Sí, estoy seguro, exactamente ahí". Me acerco y casi susurrando le pregunto si puedo preguntar. Se me queda mirando sin ira y con la serenidad de quien lo ha llorado todo en cuarenta y ocho horas señala ese punto en el asfalto y me responde: "Ahí murió mi mujer anteayer. El camión vino por ahí detrás, echamos a correr, pero ella no pudo escapar...no le puedo decir más".
Domingo al mediodía, dos mujeres jóvenes, por su fisonomía y acento francesas probablemente de familia magrebí, pasean por la Prom con dos grandes ramos de flores blancas. Cuando se acercan dos policías a caballo una de ellas empieza a increparlas: "¡¿Qué hacéis ahora?! ¡Esto no es más que teatro! ¡¿Dónde estabais el jueves por la noche cuando mataron a mi madre?!" Una de las policías le responde con calma y suave en el tono: "No diga eso, mi compañera estuvo aquí toda a noche e hizo todo lo que pudo". La escena se alarga, la hija de la fallecida en el atentado sigue increpando a las dos policías, las policías en lo alto de sus caballos aguantan.
Lunes al mediodía. Hay convocado en toda Francia un minuto de silencio por las víctimas. En la Prom, de hecho, en esos tramos en los que espontáneamente se han dejado flores, velas y peluches, llevan tres días de silencio. Como era de esperar ese minuto oficial acaba con los miles de personas presentes cantando La Marsellesa. Y tras ese himno que suele ser símbolo de unidad y de fraternité, el enfrentamiento, el choc: La multitud pasa del silencio y una Marsellesa susurrada a un estruendo de silbidos, abucheos y, también, aplausos. Pregunto a quién abuchean, a los élus responden. A los cargos electos, a las autoridades, pero sobre todo al primer ministro, Manuel Valls, presente en ese homenaje. Piden su dimisión y le llegan a gritar "asesino". Hay quien dice que fue orquestado por el ultraderechista Frente Nacional. Y tal vez alguien del FN fue el primero en gritarle al primer ministro socialista en este feudo de la derecha y la extrema derecha que es la Costa Azul en general y Niza en particular , pero lo que me impresionó fue lo fácil que prendió la mecha entre los ciudadanos presentes.
Se quejaban de las pocas medidas de seguridad, de por qué no habían mantenido los controles de la Eurocopa, y repetían esa acusación de que la matanza se podía haber evitado. Niza es una ciudad de extremos: feudo de la ultraderecha y del yihadismo. Una señora se me acercó para decir que no era en Siria donde tenían que bombardear, "los tenemos aquí", otra anunciaba que iba a comprarse un Kaláshnikov para defenderse por su cuenta,
Francia ha sufrido la muerte de más de doscientas personas en apenas ocho meses, desde el 13 de noviembre en París. Desde entonces está en estado de emergencia, una excepcionalidad que va para largo. Y los ánimos están muy encrespados. Y lo están no solo por el dolor, la frustración y el miedo que produce esa acumulación de muertes, lo están también porque los políticos, esos élus para gestionar la cosa pública están usando este último atentado como arma política y atizan el fuego de la crispación .
Están en una campaña que tiene varios frentes: En primavera se elegirá Presidente de la República y antes, en noviembre, dentro de cuatro meses, serán las primarias en el partido de la derecha (Les Républicains, según su última denominación) para elegir candidato. Campaña dentro del partido de la derecha, en la oposición, campaña entre la derecha y el partido socialista en el gobierno, y, también y sobre todo, campaña frente a esa sombra cada vez más alargada que es la ultraderecha del Front National con Marine Le Pen que se ve ya en la segunda vuelta de las presidenciales. Según un sondeo encargado por Le Figaro, solo un 33% de los franceses confían en el gobierno Hollande en materia antiterrorista y el 81% están dispuestos a ceder más en sus libertades en nombre de la seguridad. Una de las propuestas de la derecha es crear una especie de Guantánamos, centros de detención preventiva de sospechosos, en Francia.
Si alguna vez hubo unidad frente al terrorismo se ha esfumado. Francia es hoy un país dolorido, atemorizado y dividido.
Chispitas dijo
Hoy....el Cerro de Sain Pierre se ha quedado sin higos en sus higueras,...sin almendras en sus almendros. Y....sin claveles entre sus flores. Las mismas que ahora inundan las calles de Niza......sesgados sus tallos por la aguadaña del terror. Despojadas de sus vidas.....aquellas mismas secuestradas por los sicarios del mal.
El romper de las olas sobre el malecón de Niza.....del oleo " Niza " de Monet,...se ha dejado de escuchar.......el viento de soplar,.....las vidas .....de vivirlas.