De festivales y semanas de cine
viernes 30.sep.2011 por Daniel Galindo 2 Comentarios
"La Mostra de Valencia. Festival Internacional de Acción y Aventura prepara ya su 33ª edición, que se celebrará del 23 al 31 de marzo de 2012. Tras el salto de calidad que representó la 32 Mostra, clausurada el pasado 14 de abril, en la que el festival valenciano estrenó 40 títulos inéditos en España, el certamen se apresta a consolidarse como la gran oferta de festivales cinematográficos de la primavera en España".
Así reza la página web de la Mostra de Valencia, aunque no sabemos por cuanto tiempo, ya que han anunciado la desaparición de este veterano festival (más de tres décadas de proyecciones, que se dice pronto).
Cada cierto tiempo se pone el grito en el cielo al recordar que hay en nuestro país más de 400 festivales, certámenes y semanas de cine. ¿Una cifra elevada? Puede, pero lo cierto es que, exceptuando capitales como Madrid y Barcelona, el espectador está falto de propuestas en versión original, encuentros con creadores y, yendo más lejos, estrenos de forma regular. Ciudades como Medina del Campo, Cuenca, Gijón, Málaga, Albacete... aguardan la celebración anual de sus festivales.
Antes de abordar la cuestión, señores dirigentes de administraciones públicas y ayuntamientos: recortamos en Cultura, sí, pero... ¿lo hacemos también en transporte oficial, cenas y otros privilegios?
Volviendo a la necesidad de ciertos referentes de ocio, esta vez no voy a hablar de otros, sino que personificaré lo que se siente cuando uno sabe de la existencia de una película y no tiene posibilidad de verla en una sala de cine.
Durante muchos años, Málaga ha sido un erial en cuanto a cultura y ocio. Salvo actividades del Vicerrectorado de Cultura de la Universidad, con el Festival de Cine Fantástico como joya a cuidar, la cita primaveral con el cine español en espacios como el Teatro Cervantes y el Cine Albéniz, y la Semana de Cine Francés (que, por cierto, arranca este viernes su XVII edición), nos pasábamos el año disfrutando de una película a la semana en una única sala y en un único horario, lo que se denominaba Cinemateca y que siempre estaba 'abarrotá', como dirían los del Dúo Sacapuntas.
Por suerte, Málaga está cambiando, aunque algunos no podamos celebrar el día a día de un enclave digno de todo cinéfilo, ese Cine Albéniz que acogía la única sala, con la única proyección... Ahora bien, ¿qué ocurrirá en ciudades como Ronda, cuyos habitantes se han levantado este viernes con la noticia de que el foro del Cine político para el siglo XXI dejará de celebrarse? ¿Y qué pasa con los profesionales que, durante todo el año, trabajan por dar a sus espectadores la mejor programación en cada una de sus citas festivaleras?
Esperamos vuestras opiniones. Os dejo con un vídeo promocional del Festival de Cine Francés de Málaga. Que ustedes lo disfrunten, mientras puedan.
En Radio Nacional de España, sensibilizados con el tema, defederemos la existencia de festivales y semanas de cine siempre y cuando no se derroche en gastos innecesarios -de los que podríamos hablar otro día-. Seguro que nuestros compañeros de programas como El ojo crítico y De película abordan este viernes la cuestión (si la SGAE lo ve conveniente, claro ;-).
Isabel dijo
Lo mismo ocurre en Pamplona, nada de nada cultural y a la hora de recortar, se cargan uno de los mejores festivales del cine documental:punto de Vista
Daniel Galindo dijo
Isabel, por suerte para vosotros, navarros, y para todos, el festival se celebrará cada dos años (ya lo sé, pero menos es nada).