Pepa Flores, Goya de Honor 2020; Pepa Flores en su calle Alcazabilla
domingo 19.ene.2020 por Daniel Galindo 0 Comentarios
Pepa Flores pasea a menudo por las calles de su ciudad, lo hace siempre en el más absoluto anonimato. Decidió que fuese así hace muchos años y en Málaga lo respetan: furtivas miradas, sonrisas que se dibujan al reconocerla, pero nadie se acerca, nadie molesta.
No sabemos aún si enfilará camino el próximo sábado hacia el Pabellón José María Martín Carpena para recoger un Goya de Honor concedido por la Academia de Cine en los 34 Premios Goya. Un premio que, previsiblemente, le llegará a casa de manos de sus hijas Celia Flores y María Esteve.
Y da igual si sale al escenario o se mantiene alejada de los focos, las cámaras, los micrófonos... Algo que lleva haciendo desde hace más de 35 años y que ha logrado salvo puntuales escarceos ajenos a su voluntad. Es de justicia el reconocimiento pero también su interés o necesidad de ser homenajeada a lo grande y seguir paseando por la ciudad, retirada de toda atención mediática, en la más absoluta tranquilidad.
Además, Pepa Flores ha bajado al centro para quedarse unos días parada en calle Alcazabilla, junto al Teatro Romano y el Cine Albéniz, al pie de la Alcazaba. Se detuvo el tiempo en las instantáneas de César Lucas. Ayer una amiga decía que muchas de estas fotografías podrían estar en cuentas de Instagram abiertas hoy mismo. Formaron una buena pareja: la artista fotografiada y el artista que fotografía.
Pasee entre las imágenes, mire a los ojos de la actriz y gire la cabeza para contemplar cualquier otra fotografía. Si está nublado o es de noche, comprobará cómo resalta la iluminación en torno a Pepa Flores; si por el contrario el sol brilla con la fuerza del sur será testigo de, al menos, dos rayos de luz y mucho color.