El cómico, el sabio
Y lo es –sabio- quien más cerca está de los suyos, las personas normales. Lo ‘normal’, considerado de una forma muy burda y simple, es lo que resulta más común en un momento determinado. Por suerte, no es muy normal que fallezcan en un corto periodo de tiempo creadores que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida: en estas últimas semanas nos han dejado algo huérfanos Chavela Vargas, Sancho Gracia, Juan Luís Galiardo… También jóvenes con muchas cosas por hacer, como el productor teatral Tomás Gayo.
Siento no haber estado al pie del cañón informando de manera puntual desde este blog y la cuenta en Twitter @danielgalindo78. Nos estamos relevando en el micro desde el Área de Cultura de RNE. Es algo también normal (común, usual) en época estival. Lo de irse de vacaciones está dejando de ser algo normal, sobre todo para quienes lo pasan mal para llegar a fin de mes.
Lo normal está llegando a perder vigencia en estos tiempos que corren. Normal para mi era tener como compañera en la redacción a Sonia Castelani: infatigable, precisa y experimentada periodista que esta semana se despedía del micrófono rojo de Radio Nacional de España. Estoy convencido de que no tendrá que pasar demasiado tiempo para volver a escuchar en antena su voz, que también nos ha llevado por Sueños de papel.
Sonia es pilar insustituible en las tareas de la información cultural, en El ojo crítico (el pasado jueves se despidió de todos nosotros al final del programa), de la misma forma que lo es Carmen Martorell y muchos otros compañeros en distintos espacios de la radio pública. Anoche, escuchando el pregón que servía de apertura a la Feria de Málaga 2012, pensaba en ellas, en profesionales que escogen otro camino o les obligan a tomarlo aunque, más tarde o más temprano, lo normal es que lleguen de nuevo a la senda marcada… la ‘normal’.
El encargado de pregonar las fiestas de mi ciudad fue Dani Rovira, el cómico, el maestro del humor cotidiano que nos acompaña desde el club semanal de Abierto hasta las 2, que regenta Paloma Arranz en Radio Nacional. Habló de lo tremendamente normal que está resultando que muchos, demasiados, estén remando contracorriente: me quedo con sus palabras, “no nos desanimemos, es nuestra obligación cumplir nuestros sueños, y las alas se llevan por dentro; y esas alas no se pueden recortar”.