Gracias
Acabamos la quinta temporada de Asuntos Propios. A esta hora, no sabemos si volveremos en Septiembre, se lo cuento porque muchos de ustedes han mostrado inquietud sobre el asunto, muchos nos han preguntando por nuestra continuidad en este espacio, y solo puedo decirles que tenemos la misma información que ustedes, y en el mejor de los casos, las mismas dudas y el mismo interés. Sí sabemos ya, que Juan Ramón Lucas no seguirá al frente de “En días como hoy” la próxima temporada y eso no es una buena noticia. No lo es. El suyo es un programa notorio, pujante, con calidad e influencia. Mi compañero y después de cinco años, mi amigo Lucas es un buen ejemplo de lo que quiero ser de mayor. Porque Lucas es mayor que yo, aunque no lo aparente el tunante. Aprovecho para mandarle un saludo cariñosísimo, y espero tener la fortuna de levantarme por la mañana y volver a escuchar como me los manda él a mí y a ustedes. Gracias Lucas. Gracias a Juan ramón Lucas y el equipo de “En días como hoy”. Creo que debemos contarles estas cosas, creo que deben saberlo, porque en estos cinco años la confianza ha sido fundamental en esta relación, la relación que hemos desarrollado ustedes y nosotros. La confianza entre ciudadanos y el medio público que debe representarles, instruirles, entretenerles y sobre todo, por encima de todo informales de manera rigurosa y veraz. En nuestro caso, nuestra relación no ha sido sencilla, lo sé: Un sueco y un mallorquín parecen sospechosos así de entrada, y lo somos. Imagino el primer día qué nos escucharon… ¿Qué pensarían de uno que habla medio raro y de otro con la voz profunda? Una vez me dijeron que tenía la voz tan grave, que parecía que estaba a punto de morirse. Bueno, lo importante no es si seguimos nosotros, lo importante es si siguen ustedes. Eso es lo importante si siguen ustedes confiando en el medio de comunicación que pagan con sus impuestos. Espero y deseo que sigan ustedes confiando en la radio y en la tele que les pertenece. Esto es suyo y lo saben. Han sido ustedes oyentes muy cualificados, no nos han pasado por alto ni una. Cada error, cada matiz, cada incoherencia ha sido puesta de manifiesto por ustedes… Así debe ser. Han sido jefes duros, pero justos, sólo puedo darles las gracias y decirles, ya que hemos dejado claro que tenemos confianza, que ojalá lo sigan siendo. Dice la mentira consensuada del EGM que Radio Nacional en su conjunto va muy bien, y que nunca antes, en particular la tarde de Radio Nacional, había tenido tantos oyentes. Eso, aunque me cueste reconocerlo no es mérito nuestro, sino de ustedes. La incertidumbre no es buena, no saber no es una buena forma de afrontar los días… Y menos estos días, es ahora cuando debemos pensar en la información. La Radio Televisión pública tiene una misión, un claro y decidido cometido, servirles a ustedes, única y exclusivamente a ustedes. Podría ponerles de ejemplo extraordinarios profesionales para demostrarlo que esto es así. Durante los últimos años, Ana, Fran, Juanra, han demostrado rompiéndose las manos cuál es el sentido de un medio público. En nuestro caso, durante estos cinco años eso es lo que hemos intentando hacer, en muchas ocasiones no lo hemos hecho bien, les pido perdón ahora que acabamos ya que nunca les hemos pedido permiso. Tratamos y trataremos de asomarnos al balcón de la verdad, o al menos a una verdad que compartimos. Nunca hemos faltado a ella, o al menos nunca hemos faltado a la verdad siendo conscientes de que lo hacíamos. Por si no tuviéramos la oportunidad de despedirnos, déjenme que les de las gracias. Gracias por todo. Todos y cada uno de ustedes forman parte de mi paisaje emocional. Gracias a ustedes hemos podido vivir cinco apasionantes años. Por si no tuviera oportunidad de despedirme, déjenme decirles que les debo una. Espero tener la oportunidad de devolverles todo lo que nos dado. Ustedes han sido comprensivos, atentos y amables. Gracias. Nos dedicamos a la orfebrería, con delicados hilos preciosos y preciados decoramos la vida de gente que tiene ganas de saber, de conocer, de reír, de compartir. Somos unos privilegiados que en ocasiones actuamos de manera indolente, soy consciente de ello y les pido perdón. El gremio del periodismo camina en ocasiones a dos palmos del suelo, nos atribuimos la capacidad de saber qué les interesa, qué les mueve. Llegamos a creer que somos líderes de opinión con el poder de decidir que deben saber ustedes y qué es mejor que no sepan. Nuestro ego llega un cuarto de hora a las reuniones de contenido. Escribimos, hablamos, opinamos creyendo que lo que nosotros decimos es importante. Cuando lo único importante es lo que escriben, hablan, opinan y creen ustedes. Los medios de comunicación forman o deforman, todos los sabemos, engreídos oportunistas dando voz a complejos entramados mediáticos que buscan rendimiento económico o interferencia con la realidad, en ocasiones las dos cosas. Cuídense de ellos. El pensamiento crítico, amigos, el pensamiento crítico. Por si no tengo oportunidad de despedirme quiero darles las gracias a los compañeros, al equipo imponente y extraordinario de Asuntos Propios y a los profesionales de esta casa. Gracias. Amigos, oyentes… Son ustedes los mejores oyentes que nunca hemos tenido. Lo que tampoco dice demasiado en su favor.