Gustos
No voy a engañarles, me inquieta que en estos momentos haya un finlandés que sepa en qué consiste la reforma laboral en España y que en España no sepamos de qué va. Vamos, ya no es que me interese saber qué planes tiene para con nosotros Mariano Rajoy, es que a estas alturas exijo saber qué piensa hacer el finlandés para con los suyos. Eso al menos nos situaría en el mismo escenario, ¡Qué menos! Rajoy ya ha confirmado que hablará en el congreso el próximo 8 de Febrero, así que cada vez queda menos para saber los motivos por los que reforma el mercado laboral y convoca una huelga al mismo tiempo. No es difícl imaginar a todos esos dirigentes europeos reunidos, cabizbajos intentando entre todos llegar a la solución de una pregunta común ¿Merecen los ciudadanos todos los sacrificios y penurias que les hacemos pasar por nuestro bien? Por lo pronto la Europa de los 27 pasa a 25, y no es descartable que de aquí a que acabe la crisis no solo las cuentas estén en números rojos sino también el número de integrantes de la unión. Por lo pronto, y de manera incuestionablemente útil una comisión de expertos se reunirá en Bruselas para analizar el fenómeno del paro juvenil en España. Nada más formular la idea, uno ya atisba que la solución a ese grave problema seguro que pasa por el análisis de una comisión, algo tan útil como untarse las manos de Nivea antes de jugar a los bolos. Fíjense que hace unos centenares de años hasta Napoleón lo tenía claro, decía el emperador: Si quieres que algo se solucione nombra un responsable, si quieres eternizar el problema: Nombra una comisión. Pero volvamos a la confesión del micrófono traidor ayer en Bruselas: Nuestro presidente reconoce que van a tomar muchas decisiones que no van a gustar ¿No nos van a gustar? ¿Qué es lo que no nos va a gustar? A los españoles nos gustaría saber cómo piensa sacarnos de la crisis, nos gustará que se cambien las condiciones para que encontrar empleo sea una posibilidad, nos gustará crear un entorno social justo, donde todos disfrutemos de las mismas posibilidades ¿O no es eso en lo que piensa Rajoy? Ellos lo llaman altura de miras, pero en el fondo, no es más que petulancia. Asumen que sus razones están por encima de las nuestras, entienden que un extraordinario estado de gracia les asiste y que desde la poltrona del conocimiento están en posesión de una verdad decidida y consistente, pero la única verdad decicida y consistente que poseen es la de nuestros votos. Y esa verdad, como el Danone, tiene fecha de caducidad. Utilizan un eslógan "Si no duele no vale", y eso puede ser cierto si tu intención es la de competir en las olimpiadas, pero no es válido si lo que pretendes es llegar a fin de mes. No es que las palabras de Rajoy nos pongan a todos la mosca detrás de la oreja, es que hoy la Ministra de empleo ha corregido al presidente. Bañez ha dicho que la reforma laboral gustará a todos los ciudadanos. Por lo pronto en el próximo Consejo de Ministros que se pongan de acuerdo sobre lo que creen que nos gusta o no, no sea que al final no solo la reforma se apruebe por decreto, sino también se decreten los gustos de los españoles.