EL PATIO de SPIRO SCIMONE por el TEATRO CORSARIO
miércoles 30.mar.2016 por Maite Guisado 0 Comentarios
"El patio" (Il cortile) del dramaturgo y actor siciliano Spiro Scimone nos llega por primera vez gracias a la puesta en escena del Teatro Corsario de Valladolid. Una propuesta realmente atractiva la de esta compañía que lleva en la brecha desde 1982 y que se ha especializado en los grandes clásicos españoles y el teatro en verso. Seguramente la razón de esta nueva locuraventura, que van a estrenar el 2 de abril en el LAVA de Valladolid, hay que buscarla en el director y actor del montaje, Javier Semprún.
La vida de Javier Semprún no volvió a ser la misma desde que en 2012 fue reclutado por La Zaranda para protagonizar El régimen del pienso. No sólo no se ha 'recuperado' de la experiencia, sino que se le han abierto nuevos horizontes. "Después de más de quince años dedicado casi exclusivamente como actor a la representación de textos en verso de autores del barroco español, la experiencia que viví con La Zaranda supuso un cambio radical de mis convicciones sobre la esencia del teatro. Con El régimen del pienso comprendí la importancia sustancial de trabajar mi personaje a partir del silencio, todos los trabajos de La Zaranda comienzan desde el silencio. El asunto de sus obras es el alma que habla de su asfixia en un mundo materalista que enfrenta al hombre contra lo humano. Después de trabajar con ellos, mi carrera ha dado un giro trascendental."
Se dio el caso de que estando en Salt, a punto de estrenar en el Festival Temporada Alta, en las largas noches previas en las que les acompañé, surgió Spiro Scimone en nuestras conversaciones. Y es que, siendo aparentemente diferentes maneras de concebir el teatro, no es extraño que después Semprún decidiera recalar en un autor como Scimone. "El teatro de Spiro Scimone -dice Semprún- tiene muchas referencias similares a las de La Zaranda."
En el panorama teatral actual, se echan de menos las voces que tienen personalidad propia, puro teatro de creación y que no son mero entretenimiento, que tocan lo más profundo del alma.
Una poética y un lenguaje muy particulares, personajes al límite, desahuciados por la deshumanización, humor, humor negro, textos punzantes... Quizá esto tengan en común Zaranda y Scimone. "Quedé seducido inmediatamente por los poéticos textos de Scimone cargados de anáforas, sus diálogos picados e ingeniosos y su rigor a la hora de abordar la importancia del silencio y la escucha", reflexiona Semprún. "También quedé seducido por la negrura de su humor y de su violenta mezcla de crueldad y ternura."
Peppe y Tano, dos personajes que viven, sobreviven, entre montones de basura. Y un tercero, Uno, que vive bajo ella. Y un ratón. Un no futuro agonizante que nos recuerda a Final de partida o a Días felices de Beckett. "Concibo El patio, explica Semprún, como una pequeña tragicomedia lírica que habla de unos seres abandonados, exiliados de la sociedad, abandonados y doloridos. No es un texto que reivindique el problema social de los 'hommeless' o los sin techo, sino una exposición poética de sus almas todavía generosas, de su dignidad y de su voluntad de esperanza y a esto solo se puede llegar por la poesía." Un mundo claustrofóbico y surrealista, en el que los hombres han perdido toda dignidad, desde donde ni se ve el cielo, restos de vida que se expresan con diálogos sordos, punzantes, repetitivos, seres indefensos, crueles hasta consigo mismos.
Spiro Scimone escribe, dirige y protagoniza sus textos. "El hecho de que Spiro dirija e interprete a la vez sus propias obras también me influyó notablemente", dice Semprún. "Pero nuestra propuesta poco tiene que ver en lo que se refiere a la estética con la que utilizó el autor hace años. Hemos buscado una estética más expresionista que minimalista tanto en el espacio escénico como en la interpretación de los actores. En lo que se refiere al texto hemos preferido conservarlo prácticamente intacto." Junto al director, actúan Eduardo Gijón y Borja Semprún.
Dice Franco Quadri en el prefacio a la edición de Il cortile publicada en 2004 por Ubulibri: "Questo cortile (...) rappresenta un mondo che non è forse lontano da una proiezione del nostro: teatro che si confonde con un luogo di rifugio o di deportazione, dove tutto è sotto controllo ed è bandita ogni libertà. Una sorta di persecuzione è espressa da quei verbi di interdizione in terza persona plurale, senza soggetti pronunciabili, sufficienti per chi li pronuncia a individuare dei nemici invisibili ma incombenti: uno stato di polizia non soltanto kafkiano che vigila anche sui gesti più intimi, sintomo di un'intolleranza generale per i più deboli, dove anche i parenti incatenano i loro vecchi. Impertirriti resistono i nostri due eroi nel nome della straordinaria capacità umana di adattamento e della speranza infinita; o è la resa al potere di chi non sa guardare aldilà del proprio io e si trincera passivamente in un'accettazione che implica l'incapacità di ribellarsi?".
"Es un maravilloso texto que provoca dudas y mueve los sentimientos del espectador, que invita a una reflexión sobre lo humano y que impide salir vacío de la sala", concluye Semprún. Es una gran noticia que suba a nuestros escenarios una obra tan inspiradora en manos de personas con tanto talento.
Os dejo con una entrevista que hice a Spiro Scimone en 2008, cuando presentó un programa íntegro de sus obras en el Théâtre Garonne de Toulouse.
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