Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Espero que muy bien. Yo he tenido la suerte de trabajar en siete días en tres partidos muy interesantes en los que ha habido jugadores que hicieron lo que pudieron, otros estuvieron bien y unos cuantos lo hicieron muy bien pero me gustaría destacar a los que han exhibido casta, orgullo y carácter.
No han sido los más valorados pero su aportación ha sido fundamental. Recordemos a Lakovic y a Llull en el Real Madrid – Regal Barcelona, a Sergi Vidal en el TAU – Barça y quiero extenderme escribiendo de Petar Popovic por la importancia del partido del sábado y su manera de vivirlo.
Jugaban MMT Estudiantes y Real...
El ir a jugar al Palau siempre era un hecho inusual. Eran y deben ser unos partidos distintos. En primer lugar el campo es especial, recuerdo que lo primero que me impresionó fue el hecho de que haya eco! Sí, sí, eco!
Cuando estás en el centro y botas un balón, el ruido del bote se reproduce como 5 o 6 veces. Así que imaginaros 5000 gargantas cantando lo de "tot el camp es un clam". Pues de ponerse la carne de gallina y sientes la adrenalina correr por todo tu cuerpo. A partir de ahí, la pasión se siente y se nota, el público está muy pegado tanto que incluso mientras en otros pabellones a la gente la notas, en éste la ves y la distingues...
No se le podía pedir más al Barça-Unicaja, vaya partidazo y vaya final de infarto… la tensión se palpaba en todo el Palau y claro, imaginaos en los banquillos...
Xavi Pascual que se metía en la pista para dar instrucciones al Barça... y renegaba tras cada canasta del Unicaja, mientras Víctor Sada mordiéndose las uñas en el banquillo, y como que el Barça andaba “sobradito” de bases pues luego va y se lesiona Barret (un golpe en el codo que por la cara de dolor parecía que se lo había partido), por suerte fue solo un fuerte golpe.
Y Haislip, Welsch, Jiménez, Archibald con la muñeca cali...
