Se acabó
Rodar es una cosa
fascinante. Es algo casi prodigioso ver cómo se forma una historia ante tus
ojos, cómo los actores dan literalmente vida a unos personajes y los decorados
dejan de ser los Scene Headings del
Final Draft para convertirse en el mundo donde pasan las cosas. Sí, es
fascinante; pero te deja exhausto.
Foto: © QUIM VIVES.
Mucha gente me
pregunta si al final del rodaje no te invade una especie de Síndrome de
Estocolmo. Pues en mi caso, no. He dispuesto de un equipo técnico de
primerísimo nivel y un reparto comprometido y brillante; y he disfrutado con
ellos. Pero mi cabeza ya está en otra cosa. Mi cabeza ya está montan...