Doctor Statistics
“Siempre he creído en los números. En las ecuaciones y la lógica que conducen a la razón. Pero… después de una vida de búsqueda me digo: ¿Qué es lógica? ¿Quién dice la razón? He buscado a través de lo físico, lo metafísico, lo delirante y vuelta a empezar. Y he hecho el descubrimiento más importante de mi vida. Sólo en las misteriosas ecuaciones del amor puede encontrarse alguna lógica”.
Lo decía Russell Crowe mientras encarnaba magistralmente en “Una mente maravillosa” a John Forbes Nash, un genio de las matemáticas que acabaría consiguiendo el Premio Nobel allá en 1994. También magistralmente encarna Martin Raines a “Doctor Statistics” desde hace quince años y su mayor premio ha resultado ser el poder seguir dedicándose a lo que más le llena: los números y el Campeonato del Mundo de MotoGP. Es en las motos, y tras cada Gran Premio, donde encuentra las misteriosas ecuaciones; esos números que nos indican las estadísticas del Mundial y que tanto utilizamos todos los que trabajamos en los distintos medios de comunicación.
El paso de los años le ha blanqueado el pelo. Tiene los ojos claros y una sonrisa persistente que delata lo que siente cada vez que entra en la sala de prensa de algún circuito. “Me atraviesa un cosquilleo por toda la espalda. Aquí me siento como en casa” –comenta emocionado. Para conocer a este joven de 54 años (él bromea e insiste en que tiene 32) tenemos que remontarnos a sus años mozos en la universidad. Siempre tuvo claro que lo suyo eran los números. “Te voy a llamar Doctor Statistics” –le comento. “No, no… no soy un doctor de estadísticas soy un doctor de ingeniería; ingeniero de profesión. En la universidad saqué matrícula en matemáticas y desde hace quince años, por pasión, busco las historias del Mundial vinculadas a los números” –me dice con ese acento de gentleman británico. Soy muy terca e insisto en que le quiero llamar Doctor Statistics. Él sonríe.
El jueves por la noche antes de las últimas carreras de Donington Park me lo encontré en el hotel en que nos hospedábamos. Estaba en la barra de bar, dialogando. Le encanta hablar. Me acerqué y me saludó con un cariñoso abrazo, como de costumbre. Nos tomamos una copa juntos. Podría pasar horas y horas charlando con él porque es un fenómeno enlazando historietas del Mundial. Además, cuenta con ese humor tan especial que sólo los anglosajones saben manejar.
Se había desplazado al trazado británico con su hija Kimberly, de 23 años, para poder disfrutar de un fin de semana de motos. Suele asistir, por placer, a cinco Grandes Premios al año. “Iría a todos, pero el bolsillo no me lo permite” –me dice. Esta vez, aunque se trata de uno de los circuitos que menos le gusta, jugábamos en su casa y por tanto había que asistir. Es seguidor del Mundial desde 1972. “Hace veinte años que vengo aquí y hace quince que me encargo de hacer las estadísticas”. Fue en 1994 cuando decidió que quería empezar a programar una base de datos sobre los resultados y la información vinculada a las motos. Nadie creyó en él, pero sí lo hizo nuestro Dennis Noyes. De 1995 a 1999 Raines le facilitó a Noyes los datos para que él escribiese bonitas historias entorno a los números. Luego, el británico se encargaría de escribir los datos entorno a esos guarismos.
¿Cómo y dónde trabajas? –curioseo. “El domingo, tras las carreras, empiezo a darle vueltas a la cabeza y el lunes y el martes trabajo en casa con las estadísticas. Tengo un despacho en casa con más de 400 libros de motos, 5000 revistas… así que en mi hogar, en York, Inglaterra, predomina la decoración motera” –chacotea.
Ahí va una pregunta complicada. ¿Un número? Apenas he terminado de formularla y enseguida replica “El 7. Por Barry Sheene”. Entonces… ¿es tu piloto favorito? (vaya pregunta la mía, pienso). “No. Es uno de los grandes pero de siempre mi piloto predilecto ha sido, es y será, Loris Capirossi”. Mientras centellea su clara mirada arranca con datos sobre Loris que precisamente ese fin de semana cumplía veinte años en el Mundial de Velocidad. Para mí sorpresa me comenta que lo conoció el año pasado y estuvo hablando con él diez minutos. ¡¿En todos estos años sólo has coincidido con él diez minutos?!, le pregunto pasmada. “Sí. Aún me pongo nervioso cerca de los pilotos a los que admiro. No sé describir el respeto que siento hacia ellos y de alguna manera también temo que se me caiga el mito al conocerlos mejor” –contesta. Quiero obsequiarlo y salimos en busca de Loris por el paddock para que pueda hacerse una fotografía junto a él. Está nervioso. Como un aficionado más. Lo buscamos en su hospitality y en su box sin éxito.
Sí, nos encontramos por el trayecto con cantidad de colegas del Doctor Statistics. Entre ellos, con Julian Ryder –periodista y comentarista desde hace años de Eurosport- con el que ha escrito un libro con motivo de los sesenta años del Mundial que saldrá al mercado en septiembre. Historias, fotografías, números, datos, estadísticas…
Acaba de finalizar el Gran Premio de la República Checa tras el parón estival. Martin Raines también estaba en Brno. Después de la rueda de prensa de los pilotos con un brillante Rossi que a pesar de lamentar la caída de Lorenzo bromea con que en las últimas vueltas, liderando sólo, se sentía cómo un turista en el trazado checo, me encuentro con Martin en la sala de prensa. Doctor (refiriéndome al británico y no al de Tavullia), ¿qué estadística resaltarías de éste último Gran Premio? A lo “Hall 9000 en 2001: A Space Odyssey” dispara datos de memoria, como por ejemplo:
1)Con esta victoria en Brno, Valentino Rossi se convierte en el piloto que más podios ha conseguido en los 61 años que llevamos de Mundial de Velocidad. Lleva 160 podios, uno más que Giacomo Agostini, quien obtuvo su último podio en el Gran Premio de la República Checa en 1977 con una 500cc.
2)En el próximo Gran Premio de Indianápolis, Aleix Espargaró sustituirá a Mika Kallio en el equipo Pramac Ducati y de esta manera se convierte en el piloto español más joven en competir en MotoGP.
Lástima la caída de Jorge aunque me quito el sombrero porque se cayó como sólo los valientes saben harcerlo: luchando. Complimenti a Valentino. Y, cómo no, a Dani y a Toni por sus respectivos podios. Igual que por la merecida y esperada victoria de Nico Terol o los podios de Simón y Bautista. ¡Teníamos mono de motos y encima lució el sol!
Nuestro ingeniero inquieto que, por amor a las motos, sigue dedicándose a lo que más le gusta se sonroja cuándo Ernest Riveras o yo misma le felicitamos y le comentamos que es alucinante el trabajo que realiza y que nos ayuda mucho. Él humildemente insiste… “Me encantaría hacer esto durante muchos años pero no sé, la concentración cada vez que me hago más mayor es más complicada y tienen que ser datos perfectos. No puedes equivocarte”. Tranquilo Martin, cuándo las cosas se hacen con corazón, duran y duran. Los números siempre estarán ahí pero ojalá sea nuestro británico el que siga desvelándonos las misteriosas ecuaciones del Mundial a través de su amor hacia el motociclismo.
PD: siento haber desconectado durante todo este tiempo de los blogs.