Adiós
36 meses. Muchos y pocos. Todos impregnados por el aroma a gasolina, por el rugir de los motores y esa fervorosa afición. Regados por los llantos y las risas. Igual que en las estanterías de mi casa reposan centenares de revistas especializadas en el mundo de las dos ruedas, ahora, junto a ellas también descansan sacos de recuerdos, experiencias, momentos y aprendizajes.
El Mundial de Velocidad iba a ser una experiencia profesional más y se ha convertido en una forma de vivir, viajar, sentir, conocer, pensar, aprender... Básicamente se ha transformado en una pasión.
Se fueron las motos pero nunca mi pasión por las motos. Simplemente, y esta vez voy a ser escueta, quería agradecer a cada una de las personas que se han cruzado por mi camino en estas últimas tres temporadas (sois tantos que me llevaría mucho espacio citaros a todos, pero cada uno sabe el cachito que me llevo de él/ella). A la familia del paddock, los compañeros de la sala de prensa, a cada uno de los equipos, por supuesto, a los pilotos y a mis compañeros de batallas en el operativo. Sin controversia y sin dramas. Las etapas empiezan y acaban y a pesar de que ésta ha terminado antes de lo que esperaba, y aunque es duro, me llevo una gran experiencia y una gran pasión que me va a acompañar siempre.
También quería agradecer al espectador. Ese personaje exigente que sigue con la misma devoción que yo este apasionante mundo de las dos ruedas. Ahora paso a ser uno de los vuestros. Sólo deciros que desde el primer momento entré a “este circo” con muchísimo respeto por vosotros y con ganas de aprender, mejorar y crecer. Espero no haber defraudado a los que en su momento contaron conmigo. Supongo que pronto llegarán nuevos trayectos.
Desde aquí quiero desearles muchos éxitos a los pilotos (a los de aquí y a los de allá). A esos extraterrestres que se juegan la vida y que con su garra y corazón nos enganchan en cada una de sus salidas, adelantamientos y frenadas. Me llevo para siempre a grandes compañer@s e incluso amig@s de este adictivo y goloso mundo. Me subí al tren en marcha con billete de ida y, desafortunadamente, la próxima parada no va a ser el Circuito de Losail sino el sofá de mi casa. Será extraño pero el próximo 11 de abril estaré enganchada a la pantalla disfrutando de las motos bajo los focos de Qatar. No me lo pienso perder. Seguro que os veo en alguna concentración o circuito. Gracias a todos y mucha suerte.
Decía el cantautor argentino, Coti, en su “Canción de Adiós”…
“…Fuiste la luz de mi vida
y mi musa preferida
pero todo se acabó…”
“…solo queda despedirme
con voz ronca pero firme
el mal trago ya pasó…”
“…te estoy diciendo a mi modo
buena suerte, chau, ADIÓS...”