Carlos Gardel: ... ¡que 120 años no es nada!
jueves 7.abr.2011 por RTVE.es 2 Comentarios
A 120 años de su nacimiento y a 75 de su fallecimiento «el mudo», «el mago», «el morocho del Abasto», «el zorzal criollo»... o más sencillamente Carlos Gardel continua haciendo hablar. Después de casi mil grabaciones originales de su voz, cerca de 400 libros y decenas de películas sobre su vida (las últimas de ellas: Dare to love me del mexicano Alfonso Arau con el actor italiano Raoul Bova, momentáneamente paralizada por falta de presupuesto, así como Gardel del neoyorquino Armand Mastroianni, segun rumores con la posible participación de actores de la talla de Charlie Sheen y Winona Ryder, actualmente en fase de elaboración para la television en Estados Unidos), y de que su voz haya sido declarada Patrimonio de la humanidad Unesco (2003), finalmente la vida de Gardel llega a los comics también, y lo hace gracias a los textos de Carlos Sampayo y a la maestría de un diseñador como José Muñoz. Son estos los autores de la novela gráfica Carlos Gardel, La voz del Río de la Plata (Libros del Zorro rojo, Barcelona, 2010), un intento de devolver al mito su carácter humano, quitándole la gomina de circunstancia. Una pequeña joya entre ficción y realidad sin pretensión alguna de discutir ni polemizar sobre su nacimiento, su sexualidad o su ideología política. Una historia que discurre a través de las etapas más significativas de la vida y de la obra de este genio de la canción moderna, en páginas que finalmente se revelan mucho más verdaderas y humanas que las producidas por los constructores profesionales de mitos y fetiches del siglo XX.
Hebe Amelia Macchione dijo
Decir Gardel, es nombrar resumida en una figura a Buenos Aires, ídolo indiscutible de mi ciudad por su enorme popularidad y por su voz inigualable, conocido como "el zorzal criollo" y por otros (comento por ejemplo el caso de mi familia), que cuando un tío mío siendo yo niña me decía: "mirálo bien..., aquí está el mudo" y rememoro esa figura de Gardel recortada y hecha en madera sobre la mesita de luz de mi familiar, como si se tratara de otro familiar más, que en realidad lo era. No había casa de un porteño de ley en que no estuviera la foto de Carlitos. Yo siguiendo con esa tradición inculcada y por propia decisión, la tengo. Recuerdo también el comentario de una tía abuela mía que tuvo la suerte de oirlo cantar en un cine, y que decía además de expresar su admiración por él, que era muy gesticulador, y que al terminar la función salía al hall de entrada del lugar, para cantarle a quienes no habían podido pagar su entrada. Comentaban mis padres que fueron sus honras fúnebres las más importantes que se vivenciaron en su época. Además, como fiel testimonio de la devoción de su pueblo siempre en su monumento habrá entre los dedos de su estatua un cigarrillo humeante como homenaje a este inolvidable representante del pueblo que tanto lo amó, y quien para muchos seguirá siempre siendo su mayor ídolo.
Manuel Guerrero dijo
Gracias por este y los otros artículos del blog. Estaré atento al cómic de Gardel. Tengo mucha curiosidad y trataré de conseguirlo.
Saludos.