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De un lado a otro del mar

    lunes 20.abr.2015    por Dimitri Papanikas    2 Comentarios

Migrantes

«¡Cuidado Tío Sam: desembarcan las ratas!» así titulaba un importante periódico de Estados Unidos en 1903. Acompañaba la nota un dibujo de miles de ratas enloquecidas. El subtitulo decía:
«Descarga diaria directamente de los bajos fondos de Europa». Así cruzábamos el mar, intentando escapar del hambre, pobreza, guerras para sobrevivir a la miseria. ¿Qué historia estudiarán entonces nuestros hijos en sus libros de texto dentro de algunos años? Leerán que al comienzo del nuevo milenio desaparecieron miles de personas (más de 20 mil según las estadísticas) en nuestros mares europeos, más de 700 en el trágico día de ayer, en las aguas del Mediterráneo, al naufragar un pesquero frente a las costas de Libia... “Clandestinos” según la Autoridad que defiende la "Fortaleza Europa". ¿Qué historia contarán los libros de mañana, de lo que hoy es crónica pero que dentro de unos años se convertirá en historia? Contarán de un mundo a orilla de otro, en busca de salvación, mientras gran parte de los demás… miraba para otro lado, con indiferencia. Esta misma indiferencia que atormentaba en sus pesadillas a todos los presos de Auschwitz, como contaba el gran Primo Levi. Cuando los otros éramos nosotros… Porque quien olvida su historia está condenado a repetirla.

Madre

Dimitri Papanikas   20.abr.2015 11:49    

2 Comentarios

Vivo en hamburgo y escucho cafe del sur cada Domingo. Gracias por tu programa, me encanta.

domingo 21 jun 2015, 09:09

Me gustan tus comentarios, la música que los acompaña. Me parece un magnífico, lúcido y ameno, programa. Lo que no me gusta es no sentirme "bienvenida" ¿no podrías utilizar otra fórmula de saludo? "Os doy la bienvenida" o un no tan complicado "bienvenidas y bienvenidos"; o, al menos, un "bienvenidas" de vez en cuando"?
Gracias

lunes 15 jul 2024, 16:28

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Dimitri Papanikas

Bio Café del Sur

Cuando al atardecer las oficinas quedan vacías y los negocios cierran, las luces de la Avenida Corrientes de Buenos Aires y de la Ciudad vieja de Montevideo se encienden con sus librerías, disquerías, teatros y cafés...
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