Supermartes, la hora de la verdad
martes 1.mar.2016 por Carlos Franganillo 0 Comentarios
Si como adelantan las encuestas, Donald Trump gana hoy en casi todos los 11 estados en juego, será prácticamente imposible frenarle. El magnate neoyorquino lograría una ventaja cómoda antes de las votaciones del 15 de marzo, donde estados como Florida pueden decidir definitivamente el proceso. El éxito de Trump inquieta a muchos sectores de la sociedad estadounidense. Emplea un estilo populista y ha encontrado un caladero de votos que nadie hasta ahora había explotado con tanto éxito: clase media-baja blanca donde cala el mensaje anti-inmigración que Trump mezcla hábilmente con la defensa de ciertas coberturas sociales.
Lo significativo es que entre esos sectores que temen a Trump hay una gran parte del universo conservador estadounidense. Es un intruso que va por libre. En los últimos días hemos visto ataques en los debates de televisión por parte de otros aspirantes, también en los editoriales de muchos medios e incluso desde la Cámara de Representantes, cuyo presidente, Paul Ryan -el republicano más poderoso de EEUU- ha criticado la ambigüedad del magnate al rechazar el apoyo a su campaña de líderes del racista Ku Klux Klan. Más que una lucha del aparato republicano contra Trump, el ascenso político del magnate ha abierto una grieta en sus filas...muchas figuras relevantes se están pasando a su bando, como el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie.
Clinton trata de aumentar su ventaja sobre Sanders
En el Partido Demócrata la carrera por la nominación tiene ahora a Hillary Clinton como favorita. Las encuestas dicen que ganará en al menos 7 estados, los más importantes que hoy se disputan, fundamentalmente en el Sur del país donde Clinton tiene el apoyo mayoritario de la población negra. Bernie Sanders busca ganar en Minnesota, Colorado y Massachussetts, pero deberá dar la sorpresa en otros estados si quiere mantener sus posibilidades. El apoyo de jóvenes y de demócratas blancos de clase trabajadora no parece ser suficiente. La dificultad de Sanders para conectar con las minorías limita sus opciones.
Nada de lo que ocurra en las próximas horas sentenciará matemáticamente el proceso, pero sí despejará el camino....y sabremos si hay o no alternativa a un duelo Trump-Clinton por la Casa Blanca.