El valor de una bicicleta
jueves 1.sep.2016 por Fran Ventura 0 Comentarios
Recuerdo cuando vi por primera vez "El ladrón de Bicicletas", creo que tendría poco más de veinte años. Aquella película me enseñó lo importante que algo, bajo nuestra óptica, tan trivial como una bicicleta podía significar para una persona...
La bicicleta no sólo es una forma de ocio o de transporte, sino que en muchos países es una herramienta importante en el desarrollo económico y social. Muchos estaréis pensado en África y sus bicicletas de bamboo, pero paradójicamente, en los países más desarrollados (en España comienza ahora la fiebre de las "Cargo Bikes") las bicicletas vuelven a ser utilizadas como una herramienta limpia de reparto y transporte de mercancias (espero que nunca un dron llame a mi puerta para entregarme una bandeja de sushi)
Las bicicletas en India son simples y robustas, fabricadas en acero según el diseño tradicional británico. Durante mi viaje por India en 2014 las vi transportando cántaros de agua, pesados sacos de arroz, animales y hasta familias enteras… Si algún componente se parte, se suelda y se pone otra vez en circulación. Una bicicleta en India es para toda la vida.
Por experiencia sé que el esfuerzo de mover carga en bicicleta supone un gasto calórico enorme, por eso, la mayoría de los conductores de Rickshaw y los transportistas que utilizan bicicletas en India son extremadamente delgados. El equilibrio entre lo ingerido y lo gastado es demasiado precario... Una bicicleta para ellos es la diferencia entre poder comer o tener que mendigar.
En aquel viaje pude comprobar también que muchas adolescentes iban al colegio en bicicleta. Por las mañanas las veía en pelotón, pedaleando con cierta prisa para no llegar tarde. Para estas chicas una bicicleta significa la oportunidad de seguir estudiando. Seguir estudiando aunque todo esté en su contra...
Recuerdo ver a niñas muy pequeñas ayudando a sus padres a secar las cosechas en los márgenes de la carretera, cuidando de sus hermanos pequeños, o lavando la ropa en un barreño de plástico… En algunas zonas la dispersión poblacional es muy alta. La distancia al colegio para muchos niños es de 4 o 5 Km, así que recorrer esta distancia a pie supone un esfuerzo añadido a sus tareas diarias. La tradición hindú manda que las mujeres se casen al llegar a la pubertad. Esto suele producirse al comienzo de la enseñanza secundaria, por lo que el índice de abandono escolar es muy elevado en esa franja de edad.
Por todo esto, es fundamental que el sistema educativo garantice, al menos, un transporte seguro hasta las aulas. Aquí entra en juego ese maravilloso invento de dos ruedas. Según me cuentan, los de Vicente Ferrer llevan repartidas cerca de 16.000 bicicletas en el área de Anántapur. Todo ello para conseguir que el 75% de las chicas de la zona lleguen a secundaria. A los chicos también se les da una bicicleta. Con ella va implícita una importante misión: la de proteger a sus compañeras de clase durante el traslado.
Gracias a las donaciones particulares en 2014 se pudieron entregar las 120 primeras bicicletas de El Camino de Anántapur. A fecha de hoy hemos superado las 300. Estas bicicletas son de la marca "Hero", uno de los mayores fabricantes de India. Todos sus componentes son igualmente fabricados en India, y su precio es unas 2.500 rupias, unos 50€ aproximadamente.
Cuando pienso que una bicicleta de carretera profesional cuesta en torno a los 10.000€, me doy cuenta de lo extraño que es nuestro mundo. No trato de entenderlo, pero me cuesta mucho no juzgarlo...
Recuerdo a la pequeña Gotomibay pedaleando en su bicicleta hacia el colegio en Vanabolu. La bici le venía dos tallas grandes pero daba igual. Había aprendido a pedalear de pie y lo hacía con una alegría desbordante. En el portabultos llevaba su mochila cargada de libros, cargada de futuro…
Más información en www.elcaminodeanantapur.org, o en mi Facebook: El Camino de Anántapur. ¡Te invito a que ayudes a cambiar este mundo!