Hasta los ovarios
Se levanta a las 6 y media para darle el biberón al bebé. Pero hoy se ha levantado a las 6 porque le ha despertado su llanto. Le saca de la cuna y un hedor inconfundible le avisa de que tiene que cambiarle. Se dirige hacia el baño pensando: "¿A qué huelen las cosas que no huelen?" Se mira en el espejo, con la legaña colgando, los ojos hinchados, y piensa: “Porque yo lo valgo”.
Prepara el biberón, se lo da al niño. Llora. El niño. Ella también un poco. Por dentro. Pero no hay tiempo. Se viste. Se desviste. Se vuelve a vestir. No le convence. No se ve bien. El pantalón le marca las caderas. Demasiado anchas. La camiseta le hace demasiado pecho. Demasiado provocativo. Cambia de jersey. Demasiado poco provocativo. No se siente “fina y segura”. No se siente ni de lejos como la chica de la portada de la revista. La ropa no le sienta como a la del cartel de la tienda. No tiene las caderas tan estrechas como ella. Ni su cara está tan tersa como la del anuncio, ni tiene photoshop en el armarito del baño… Ni, ni, ni, ni… Piensa: “Nosotras sí que somos la generación nini. Ni paramos, ni descansamos, ni podemos NO estar guapas”.
Ella tiene que ser la chica nueva en la oficina que se llama Farala y tiene que estar divina. Ahora sólo le falta que le venga la regla. Y como si la hubiese llamado, ahí está. Estupendo. Piensa: "La regla es mucho mejor con EVAX". Pero no pasa nada: ella es "muy segura, muy mujer". Gracias a Ausonia.
Llega tarde al trabajo.Y antes tiene que pasar por la guardería para dejar al niño. Podría llevarlo él, pero él siempre dice: "Pero a ti te pilla de camino, cariño". Sale de casa. En el ascensor, el niño vomita el biberón. Sobre su ropa. Piensa: "Te sentirás limpia, te sentirás bien". Vuelta a casa. Vuelta a cambiar al niño: "¿A qué huelen las cosas que no huelen?"Vuelta a cambiarse.
Sale corriendo. Ya no llega tarde. Llega tardísimo. Corre. Corre todo el día: a la guarde, al trabajo, al súper, a la reunión, a casa a comer rápido, a la peluquería para cuidarse ese pelo, esas uñas, que si no se cuida, no se ven bien. Y da aspecto de descuidada. Al jefe, al compañero, al señor de la ventanilla donde hay que pedir un préstamo, al señor de la tienda donde va a comprar unos zapatos nuevos porque los viejos no son modernos, no se parecen a los de Sexo en Nueva York, que son los que se llevan, los que gustan, los que hacen que gustes. Eso es lo que te han dicho. No es que lo creas, es que no tienes más remedio que aceptarlo.
Con esos zapatos en los que no está cómoda ni tumbada, corre, corre todo el día. Llega sudando a todas partes. "Mujerona, el olor a sudor que no te abandona". No importa, no pasa nada. Se siente: “muy segura, muy mujer”. Gracias a Ausonia.
Sólo se detiene para comer. Pone la tele. La Sexta, la cadena progre, la concienciada. Salen un montón de modelazas vestidas con un escote que te corta la digestión y vestidas para ir a un cotillón. En pleno mes de marzo a la hora de comer. Hasta la del telediario está buena. Lo típico.
El niño llora. Ella también. Ahora también por fuera.
Siempre he pensado que la tan cacareada liberación de la mujer es una farsa. Habéis salido de una para meteros en otra. O mejor dicho no habéis salido de casa y os habéis metido en el trabajo y os han metido, os hemos metido, en un anuncio y una película que vemos en cada esquina, cada televisor, cada revista. Esas revistas que te dicen cómo ser mejor en la cama, como tenerle más contento, cómo estar más atractiva, cómo ir más a la moda.
Las mujeres no estáis sólo discriminadas, estáis incriminadas. Se os hace sentir culpables por no ser más guapas, más esbeltas, mejores amantes, mejores madres, trabajadoras más eficientes, por no complacer a “vuestro hombre”, por no tener las pestañas suficientemente rizadas, las piernas suficientemente largas ni suficientemente depiladas, ni los brazos suficientemente largos para llegar más lejos. Sois culpables por no tener más brazos para cuidar al niño, mientras le das el biberón al bebé, mientras te depilas, mientras te rizas el pelo, mientras te arreglas las uñas, mientras arreglas la casa, mientras haces la cena, mientras terminas tu trabajo en la oficina, mientras recoges al chaval en el cole, mientras haces la compra,… ¿Por qué las mujeres no tenéis más brazos y más piernas?... y mientras, no te olvides: “hazte mechas”, mientras, mientras, mientras... Y entre mientras y mientras, no tienes un solo mientras para pensar en ti misma. Ni siquiera sabes ya muy bien qué o quién eres tú misma, la madre, la mujer, la empleada, la empleada del hogar, la buenorra del cartel, el pibón de la película, la chavala de la revista. Mientras sólo tienes tiempo de pensar: “Estoy contenta de ser mujer”
Si yo fuera mujer, no estaría contenta de ser mujer. Estaría hasta los ovarios.
POR ESO HOY PREGUNTAMOS vuestra opinión respecto a lo que conocemos como ACCIÓN POSITIVA (también conocido como discriminación positiva), esas políticas que le dan un trato preferencial a un colectivo que ha sufrido discriminación. Con esto sobre la mesa, preguntamos ¿CREES QUE LA 'DISCRIMINACIÓN' POSITIVA ES UNA HERRAMIENTA NECESARIA PARA CORREGIR INERCIAS HISTÓRICAS? ¿ESTAS A FAVOR DE ESTE TIPO DE MEDIDAS? ¿SON LAS CUOTAS UNA SOLUCIÓN O UN ERROR EN SÍ MISMAS? ¿DEBEN LOS GOBIERNOS PTOMOVERLAS O LA LIBERTAD EMPRESARIAL DEBE PRESERVARSE?
Hoy nos hemos echado estas melodías al buche: "Elas" (MERCEDES PEÓN), "Comité de Igualdad" (VARAVERDE), "Girl" (AQUA NEBULA OSCILLATOR) y "Ohnono/Kiwembo" (ANDREW BIRD).
Y terminamos de relamernos con esta maravilla sublime... No puedo cerrar la boca de asombro después de verlo y oírlo: Andrew Bird (al que hemos pinchado hoy) se marca él solito una barbaridad de canción tan bonita que duele... Lo que se puede hacer con un violín, una buena voz, un sampler y talento... ¡ESTO NO TE LO PUEDES PERDER!
Ilde dijo
Vaya por delante que sinceramente soy defensor de la igualdad bien entendida en todos los aspectos. Dicho esto me voy a remitir a un comentario que escribí en este foro el 19 de enero y que a continuación reproduzco:
"Crudas tardes (una vez más tarde. Me es imposible escribir mientras estoy oyendo el programa y espero que los comentarios que se hacen tras concluirlo los leáis también).
Hoy además no he podido ni escuchar el programa pero me gustaría incluir una variante a la pregunta que nos haces acerca de la igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo.
Pues bien, mi novia (pongamos que es un chico para entender bien mi reflexión) trabaja en una gran empresa donde en su departamento son dos personas: ella y otra chica. La otra chica decide quedarse embarazada y a los pocos meses se da de baja porque ya no puede con la barriga (vaya). Desde ese momento a mi novia (o lo que es lo mismo, la compañera de trabajo de la embarazada) le toca hacer el trabajo de las dos. Llega el momento de la reincorporación al trabajo tras el feliz alumbramiento y la neomadre se pide reducción de jornada laboral. Resultado: por las tardes mi novia se tiene que tragar todo el trabajo suyo y el que la otra no hace; además al estar en reducción de jornada su despido está blindado, nadie la puede tocar (imaginad que hace falta reducir plantilla y aunque la empresa crea que mi novia es la idónea para no dejar la empresa tiene que prescindir de sus servicios por un absurdo blindaje tan solo por tener la otra un hijo y mi novia no).
Todo esto es para constatar que SÍ hay discriminación, no hay igualdad entre hombres y mujeres... pero en muchos casos la discriminación es POSITIVA. Las trabajadoras embarazadas y madres tienen más derechos que cualquier otro trabajador sea hombre o mujer. Se suponía que todos eramos iguales, pero no.
No sé si me he explicado bien, el caso es que son muy injustas ciertas situaciones laborales que todos vemos cada día y no se habla de ellas.
Saludos!"
Y por favor que alguien les diga a la gente que en una conversación dicen "todos y todas", "nosotros y nosotras", etc. que, en mi opinión, resulta ridículo (DIOS! acabo de escuchar en el programa "jóvenes y jóvenas"). No se es más solidario por estas ridiculeces.
Adios!
01 feb 2011
Chamarione dijo
Yo hace ya tiempo que tuve que elegir entre lo que me daban, ser bióloga (lo que decidí estudiar) o ama de casa y madre de familia. No digo que me arrepienta de haber elegido esto último, pero me hubiera gustado que hubiera dependido de mí. Mi marido fue educado en un ambiente machista, según los años que corrían y, aunque después he intentado reconducirlo para poder salir yo al mercado laboral, no ha habido manera, a mí siempre me toca trabajar más en casa. Así que, lo siento, la liberación de la mujer sigue siendo un mito hoy en día. Yo trabajo en casa, cuidando mi hogar, a mi marido y a mis dos hijos. En el fondo, eso es lo que quieren todos los políticOs, ¿no? Levantar el país desde la base, desde el núcleo familiar. Eso sí, no tengo zapatos Manolo Blanik como las de "Sexo en NY" y mi ropa es de mercadillo, ni voy de vacaciones por Europa, a veces no puedo ir ni a Chipiona, que está ahí al lado.
Gran programa.
01 feb 2011
Lunamoon dijo
Si, yo me he sentido discriminada muuuchas veces...
Pero lo peor es que la discriminación nace en casa, en nosotr@s mim@s.
Yo por ejemplo tengo 2 hermanos varones, pero si voy a casa de mis padres a comer, despues de comer arreglo yo la cocina.
Si alguien se pone enfermo, soy yo la que se queda en el hospital y/o en casa, ya está asumido, ya no se pregunta.
Pues eleva eso al día a día, desde que nací, o desde que nacemos las mujeres, nos tenemos que enfrentarnos a más escollos que los hombres, ya empiezan llamándonos el sexo débil...
En fín, que si triunfas en el trabajo, con quién te habrás acostado...
Que si no triunfas... mujer tenías que ser...
Que si eres "echada para alante"... una puta.
Que si no lo eres "una estrecha, monjita, mosquita muerta".
Para hacer lo mismo que los hombres, tenemos que demostrar más y ya ni ser iguales, sino mejores.
Luego, los niños, son de las mujeres!!!
Mi padre aún pregunta a mi madre "Donde están tus hijos". Como si mi madre fuese la virgen María y se enjendraran solos!!!
Luego aparte de la discriminación está el acoso, siempre alerta, que ninguno te meta mano. Y en la calle, por zonas conocidas, nunca de noche y demás
Son tantas pero tantas cosas, que a veces desconecto de mi misma para no amargarme o para no darle un "taconazo" a alguno...
Queda mucho mucho por conseguir, a estas alturas del baile, hasta me parece que queda demasiado.
ÁNIMO COMPAÑERAS, QUE NOSOTRAS LO VALEMOS!!!!
01 feb 2011
AngeloN dijo
Mi chica gana más que yo. Para el mercado laboral tiene unas aptitudes que se valoran más y se hace valer más que yo, es más ambiciosa y más enérgica. Por eso ha negociado un salario más alto.
Me parece incorrecto el enfoque del programa de hoy y que se intente buscar justicia en un sistema de trabajo que no valora los méritos. Es un mercado, no se mira que el que se sea hombre o mujer, sino que se mira la rentabilidad.
Las mujeres tienen más habilidades que los hombres y están mejor adaptadas a los trabajos de hoy en día en el que el esfuerzo físico ya no es relevante. Tienen más inteligencia emocional y constancia.
Los hombres somos más orgullosos, competitivos, jerarquicos y dominantes. Sólo por eso ganamos más.
Trabajo en una oficina donde 20 hacemos el mismo trabajo y ninguno ganamos lo mismo. Nuestro sueldo varía en función de lo que hemos negociado en la entrevista al entrar. Seguramente que en la media las chicas ganan algo menos, pero sólo es porque de media fueron menos agresivas en la negociación no por que fueran mujeres. Eso es así por que la que más gana tb es una mujer
No hay injusticias, no la hay porque nadio habló de justicia.
01 feb 2011
Agala dijo
Hola Crudo y los demás :)
La entrada me ha encantado y pienso que es totalmente cierta :)
En mi caso pues lo que puedo decir es que siendo maestra no he tenido suerte en las oposiciones y cuando he buscado trabajo por supermercados, tiendas y demás sitios donde no hace falta ser ingeniero (porque el título de maestro no vale más que para estar en un colegio, si no es así no vales para nada, aún cuando hayas estudiado en la universidad..), y resulta que cuando me llaman de una gran superficie se hartan de preguntarme si tengo pareja, si tengo niños, si pienso quedarme embarazada.. y todo para un trabajo de cajera durante dos meses ¡¡!!! lo más grande es que esa entrevista me la hizo una mujer, que en lugar de preguntar lo importante pues se dedicó a fijarse en mi aspecto, en mi "expresión corporal" y en tonterías varias. Total, que evidentemente no era su tipo para trabajar allí. Y del resto de sitios donde me he ofrecido para trabajar pues tampoco porque no tengo unas tetas talla 100, ni llevo minifalda ni me maquillo ni tampoco me tiño el pelo y se me ven las canas que tengo con 33 años; con lo que tuve suerte de que alguien conocido necesitaba una muchacha para cuidar una niña de 8 meses, aparte de la casa, y ahí sigo después de cuatro años, estudiando las oposiciones y trabajando en esta casa, que son estupendos y me encuentro muy a gusto, pero yo quiero estar donde quiero estar.
Por otro lado quería comentar lo que preguntais, sobre si es el gobierno o las empresas las que se tienen que poner en marcha para que exista igualdad, no esta mierda de discriminación positiva; pues creo que lo importante es que desde los dos sitios se favorezca, pero eso no sucederá en realidad hasta que la mayor parte de la población piense que el hombre y la mujer son iguales (yo prefiero decir equivalentes porque en realidad podría realizar trabajos duros, como meterme en una mina o ser marinera, pero soy consciente de que mi cuerpo; el mío, que hay mujeres que sí podrían; no me permitiría realizar al 100% ese trabajo), y cuando se llegue a ese punto pues lo lógico es que se escoja al mejor para ese puesto, y no al hombre porque "es más inteligente que la mujer" o a la mujer "porque nos va alegrar la vista aunque no tenga idea de lo que tiene que hacer". En fin, que todo esto se solucionaría si todas las mujeres nos negásemos a trabajar en peores condiciones laborales que si fuésemos un hombre, como trabajar más horas o por menos dinero haciendo el mismo trabajo, pero está claro que la revolución en este aspecto no va a suceder porque, como bien señalas, Crudo, la mujer no tiene tiempo ni para ella, ¿cómo va a tenerlo para mandar a tomar por culo a los empresarios y gobierno machistas?
Personalmente me niego a "ponerme guapa" para ir a trabajar, aunque eso me cueste el no tener la posibilidad de trabajar en muchos sitios (comprendo que haya quien no tenga más remedio por tener responsabilidades), pero no voy a ponerme unos tacones para estropearme la espalda, ni unos vaqueros ajustados para tener varices, ni un escote en enero para coger un resfriado, ni me voy a pintar los ojos a diario para estropear mi piel. Y también me niego a tener pareja y que esa pareja (un hombre, claro) me diga con o sin palabras que me tengo que quedar en casa o tengo que hacer la comida y después irme a trabajar, porque si dos comparten una casa es para cuidarla entre los dos, y si dos comparten unos hijos es para cuidarlos y educarlos entre los dos, y si me encuentro con alguno así pues lo va a aguantar su madre, que fue la que lo educó así de mal, que mi vida no consiste en ir detrás de un hombre.
Lunamoon, te recomiendo que te rebeles en casa de tus padres, que no tienes por qué recoger la cocina sola, y las otras cosas también; así es como se cambia la sociedad, no dejando que los demás tengan asumido que tú como mujer eres la que tiene que hacerlo, porque has nacido con un agujero en lugar de un colgajo.
Lo dejo ya porque puedo escribir una biblia :)
Saludos a todos :)
01 feb 2011
NURIA AIRUN dijo
Antes que nada me presentare, me llamo Nuria y tengo 27 años, no es difícil pues, deducir que soy mujer...pero antes que mujer me considero"PERSONA". Resulta complejo y a la par dispar sintetizar todo lo que se me ha movido por entre mis entrañas al escuchar el programa de hoy (La Mujer).
Primeramente discernir con el concepto de "desigualdad" pues no creo que con esta palabra fomentemos la igualdad de género, entendiendo a las personas como sujetos y entes socializadores que conviven y por ende se cohesionan...en mis palabras me remito al concepto de sujeto en sociedad que tanto Paulo Freire (teoría) como Freinet (práctica) promueven con sus divagaciones... Teniendo en cuenta el poder de la palabra, me siento más cómoda utilizando el concepto de "Equidad de Género", pues significa que mujeres y hombres, independientemente de sus diferencias biológicas, tienen derecho a acceder con justicia e igualdad al uso, control y beneficio de los mismos bienes y servicios de la sociedad, así como a la toma de decisiones en los ámbitos de la vida social, económica, política, cultural y familiar. Es la aceptación de las diferencias entre hombres y mujeres, y la aceptación también de derechos, buscando el ideal de un equilibrio. Este pequeño, pero gran matiz, podría compararse a la discrepancia de conceptos producida entre "discapacidad" y "minusvalía". No nos damos cuenta...pero con las palabras nos expresamos, si las usamos correctamente atinamos de lleno con lo que queremos llegar a decir y con ello "conseguir lograr un cambio" (por muy ínfimo que resulte...).
Me siento afortunada por haberme criado en un clima familiar basado en la equidad, pretendiendo siempre ser lo más equitativos posibles. Cual fue mi sorpresa en el mundo real, al darme cuenta del conflicto cognitivo que tenía entre lo que "siento intrínsecamente" y lo que realmente "veo y percibo", como muy bien describe Eduardo Galeano, referente a "La Incomunicación". Donde el llamado "Consumismo" es el que marca las directrices en "casi" todos los ámbitos, mediante los diferentes medios de comunicación (radio, tv, internet...). Siento irme por los cerro de Úbeda, pero soy de las que piensa que "todo" esta relacionado e indago en posibles ideas referentes al por qué suceden las cosas... y es que creo que nos quejamos, pero no buscamos soluciones, y para encontrarlas antes tenemos que informarnos y buscar donde (quizás) pueda residir las raíces de lo establecido en la actualidad, para ser conscientes y consecuentes de como repercuten nuestras acciones. Un claro ejemplo sería un vídeo sencillo llamado The Story of Stuff (La Historia de las cosas).
En definitiva, sigo siendo positiva pese a lo realista que pueda llegar a ser, y aunque me llevo más de un traspiés...me caigo y me levanto! Con ello me curto y gracias al apoyo de mis seres queridos me reconforto, una vez más vuelvo a repetir que me siento afortunada, no solo por mis padres que me han sabido propiciar el legado de "ser como soy" sino también a las personas que me aportan tanto o más como yo a ellos y ellas... Solo despedirme con el gran poema de Héctor Abad "Elogio a la mujer Brava", leerlo me da fortaleza, saber que no estoy sola y que más personas como yo (tanto mujeres, como hombres) somos conscientes de que el "cambio de pensamiento" es posible, hace que lo sea. Gracias por dedicarme unos segundos de vuestro valioso tiempo!! Un sentido saludo!
01 feb 2011
La más Chunguer dijo
Pero bueno, la culpa de que la novia del chico este trabaje un güevo no es de la compañera que se ha quedado embarazada, sino de la empresa en la que curra porque son unos gañanes que la explotan...
La que pueda trabajar ocho o nueve horas, marujear en su casa, cumplir con su pariente y no tener en las piernas más pelos que Don Pimpón es una SUPERWOMAN. Llevo años intentándolo.
01 feb 2011
NURIA AIRUN dijo
POEMA DE HECTOR ABAD: "Elogio a la Mujer Brava", me parece precioso que salga de un hombre tan bellas palabras... Como no, dedicado a sus hijas, como mi padre me lo dedico a mi...
Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas.
A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.
La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran “no más usted me avisa y yo le abro las piernas”, siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).
A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más,saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.
Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.
Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.
Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas.. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.
¡Vamos hombres, por esas mujeres bravas!
Oro por que mis 2 hijas sean de éste maravilloso grupo y encuentren hombres que sepan apreciar a esta clase de nuevas mujeres !!!
01 feb 2011
Ilde dijo
¡CORRECTO! La más Chunger, ahí quería yo llegar. Por supuesto que la culpa de la situación no es de la embarazada (sólo faltaba eso) sino que es de la empresa que no suple esa baja con nadie más. Pero aún habría que llegar más lejos: la culpa es del legislador que permite que existan DERECHOS sin sus correspondientes DEBERES. Para que pudiéramos hablar de auténtica igualdad, el derecho a tener un tiempo de baja maternal y una reducción de jornada (recuerdo que disfrutando de los mismos días de vacaciones que otra persona que trabaja todas las horas) debería tener consecuencia en el deber (la obligación) que tuviera la empresa para contratar a una persona que supla las horas de la madre. Ahí sí que estaríamos hablando de auténtica igualdad. Igualdad entre personas, sin más, sin que existan discriminaciones, ni siquiera positivas.
Por cierto, ¿a todo el mundo le parece normal, lógico y culto que en una conversación entre personas civilizadas se hable así: "los compañeros y compañeras...", "otros y otras...", "los trabajadores y las trabajadoras..."?
Y el remate de hoy: "los jóvenes y las jóvenas", es que me parto por no llorar.
A mí me parece ridículo, de verdad. Como diría Juan Luis Cano de Gomaespuma: "Dinero no habrá... pero pa' tontás..."
Crudas tardes y crudos tardos
01 feb 2011
Agala dijo
Hola!
Ilde, a mí también me parece fatal el uso del supuesto masculino y femenino en las palabras de uso genérico, con el cambio en la forma de hablar no se consigue nada, sólo que estemos fregando y cuidando al niño y haciendo la comida mientras decimos: "nuestros hijos e hijas.." cuando en el término "hijo" está incluído el masculino y el femenino, vamos, al menos así me lo enseñaron en el colegio y desde luego no ha cambiado.
Quería comentar que la base del cambio en la sociedad es principalmente que todos denunciemos esas situaciones y no nos conformemos, no quejándonos y haciendo lo que se supone que "debemos" hacer, sino imponiendo nuestra voluntad en las cosas pequeñas: a mí no me da la gana de recoger la mesa yo sola habiendo cuatro hombres sentados, y tampoco tengo que levantarme 5 veces en la noche porque el niño llora, cuando el niño es de los dos, y no tengo que cobrar menos en mi trabajo sólo por ser mujer, así que denuncio a la empresa en cuanto pueda, y evidentemente educando a nuestros hijos (tanto a las niñas como a los niños, que es una forma genérica) en que todos somos iguales y las tareas y todo lo demás hay que hacerlo por igual, y también es importante dar ejemplo, y de eso he tenido en mi casa alguno, porque cuando era niña mi madre trabajaba y mi padre se quedaba en casa cuidándonos, y tanto uno como otro hacían la comida (y la siguen haciendo porque quedan 4 hermanos en casa), y así todo, lo único que no hace mi padre es planchar porque no le sale nada bien, que no hay que saber hacerlo todo en esta vida.
Besos a Javier, Crudo, y los demás :)
01 feb 2011
Julio dijo
Bueno, repecto a la entrevista de hoy hay algo que no comparto por parte de la invitada, no recuerdo el nombre, (aún estando de acuerdo con muchas de las cosas dichas). Cierta actitud de 'esto es así, y si no lo sientes de esta forma, tienes la mirada distorsionada', TODO se plantea en clave de verdades absolutas e incuestionables, que no dan pie a debate o réplica, porque el que no las comparte estaría simplemente, equivocado.
01 feb 2011
Esgarracolchas dijo
Me parece cojonudo el enfoque del post, ya que refleja a la perfección la vida de la mujer evolucionada dejando asomar por debajo de la falda cual es el verdadero problema. Vivimos en un mundo de consignas constantes en el que no cumplirlas implica ensanchar el hueco de nuestra insatisfacción personal. Siempre hay un producto que necesitar y una modelo a la que parecerse. Haz esto, viste aquello, huele a lo otro. No creo que las riendas de nuestro día a día las lleven un sexo en concreto, creo que es, más bien un ente: La publicidad. Y no sólo comercial sino a nivel intelectual. El saber elegir el tipo de careta que te tienes que poner cada mañana y qué periodico tienes que leer y sobre lo que te tienes que rebelar. Simplemente elige, seas hombre o mujer. No, no creo en la discriminación. Ni en la positiva ni en la negativa.
01 feb 2011
Fernanda dijo
Sigo creyendo que la discriminación positiva es necesaria, porque donde no se pone en práctica, la representación femenina es mínima. Pero una vez dicho esto, no creo que sea la solución, sino que hay que seguir avanzando en otras direcciones, sin abandonarla por ahora. Y creo que las nuevas direcciones pasan por los hombres. Las mujeres hemos hecho un gran esfuerzo para incorporarnos a campos tradicionalmente masculinos, por tener derecho a ser de otra manera, por pensar que muchos valores masculinos son también nuestros. Y eso nos enriquece.
Pero ahora creo que es el momento de reivindicar valores y roles tradicionalmente femeninos que son también valiosos (la sumisión no está entre ellos). Sólo si les damos valor y mérito, podremos convencer a los hombres de que a ellos también les compensa asumirlos. Porque ellos también se enriqueceran. Y probablemente la sociedad. Cuando ellos quieran tener el privilegio de cuidar a sus hijos, de acompañar a su madre al médico y estar orgulloso de ser un buen hijo, de ver la función escolar, nosotras no estaremos disciminadas por ser las únicas que lo hacemos. Eso si, algún año tendremos que ser nosotras las que nos perdamos la función escolar o las que tengamos que trabajar el día de su cumpleaños. Pero estará él y lo compartiremos.
Nosotras reivindicamos el derecho al espacio público, y creo que es un derecho irrenunciable. Pero no puede ser que el espacio privado sea solo nuestro. Porque no se puede con todo y porque ellos también tienen derecho a disfrutarlo. El día que los hombres comprendan que la realización personal no es solo la pública o profesional, el mundo será un lugar mejor y más igualitario. Y tambien es nuestra responsabilidad hacérselo ver sin renunciar a nuestros derechos y a nuestra dignidad. Porque aunque parece claro que no podemos con todo, el camino no es la vuelta atrás.
Un crudo saludo a todos. Un programa estupendo :-)
01 feb 2011
Laura Carballo dijo
qué fácil es tocar la guerra de géneros, las estadísticas están ahí, sé que no puedo cambiar la mentalidad de muchos pero procuraré enseñarles a mis hijos de forma ecualitaria. La discriminación es discriminación. Hay veces que como mujer p ...ienso que sería genial tener unos años de feminismo para paliar toda una historia de machismo, pero entonces significaría que no hemos aprendido nada, no se puede un ojo por ojo ... ya se sabe, todos ciegos. Saludos a Julia Varela que seguramente será la que lleva el Blog y el Facebook y como he podido ver: la gente siempre se refiere a Javier Gallego.
02 feb 2011
Arnau Diario Villano dijo
Lo que me gustaría entender por educación es que las niñas y los niños pudieran cambiarse en los mismos vestuarios antes de hacer piscina, que los baños fueran comunes, que no hubiese una discriminación por nuestros órganos genitales. Eso sí que cambiaría las cosas!
02 feb 2011
Francsico F.M dijo
Esos VARAVERDE son una pasada !!! cuando tocan por Madrid !!! ... ponte algun tema mas que no encuentro el disco !!!
02 feb 2011
Ana Garcia dijo
El problema no se plantea bien desde el principio, ¿porqué lo ideal es que las mujeres trabajemos 8 o 10 horas al día como están haciendo los hombres? Para mí lo ideal sería que mi hombre y yo trabajaramos media jornada y así los dos tener ...tiempo para estar juntos, criar (que no cuidar) a nuestros hijos, y acompañar a nuestros mayores.
¿A quien le interesa que todos trabajemos tantas horas?
¿Para qué queremos estar toda la vida trabajando?
Igual debemos plantearnos que lo que necesitamos para desarrollarnos como personas es tiempo y contacto con los demás y no tanto trabajo.
02 feb 2011
Raquel dijo
Hola,
tengo 32 años, desde los 29 quiero cambiar de trabajo y en toooodas las entrevistas me hacian las mismas preguntas, ¿tienes pareja estable? si, ¿Estais pensando en tener hijos? siempre respondia que no... aunque siempre llegaba a la ultima entrevista nunca me seleccionaban.
El año pasado me quedé embarazada, y ¡ocurrio! ¡¡¡me llamó un proveedor para ofrecerme un super proyecto!!!! no me lo podía creer, en época de crisis alguien me llama para ofrecerme un gran trabajo con un gran sueldo, antes de empezar con el proceso de selección, Con toda mi buena voluntad le digo que cuando quiera hablamos, pero que estoy embarazada... el tono cambio, me dijo que si conocía a alguien con mi mismo perfil que le hiciera llegar el CV y se despidió con una excusa... en aquel momento me di cuenta que mi carrera profesional la estaba metiendo en el retrete.
Desee con todas mis fuerzas tener un niño, los hombres tienen menos problemas... pero fue niña, la niña mas maravillosa del mundo, espero que ella lo tenga mas fácil.
Como ocurre en muchos casos nadie puede hacerse cargo de la niña (gratis), con lo cual tengo que llevarla a la guarde, privada, porque en las públicas solo tienen plaza los bebes nacidos antes de mayo, trabajo a una hora y media de casa y he solicitado una reducción de jornada, te toca elegir entre tener una mierda de trabajo o tener un hijo al que no ves, como mi trabajo no me gustaba, y ahora no puedo cambiar, la elección fue fácil, me quedo con mi hija.
Voy todo el dia como la chica que se levanta a las 6 y se pregunta a que huelen las nubes, el sueldo solo me da para pagar la guarderia y la gasolina para venir a un trabajo en el que me están arrinconando, puesto que quieren despedirme y no pueden, con lo que juegan a darme cuerda para que sea yo la que decida irse.
Supongo que esta situación no la tengo solo yo, te encuentras en una rueda, tu no puedes cambiar de trabajo porque eres mujer en edad fertil, así que lo hace tu pareja, como él gana mas eres tu, solicitas tu la reducción de jornada para cuidar de los niños, y de este modo aun te alejas mas de la posibilidad de tener un buen trabajo.
Me pregunto si la vida no es mucho mas sencilla que todo esto, y que igual la felicidad no está en tenerlo todo, sino en conformarse con lo que hay y dejar de querer ser buena en todo.
Gran programa ... aunque para mi demasiado crudo
02 feb 2011
Regi dijo
si se considerara la crianza como un trabajo, se concedieran bajas maternales de dos años y después reducción de jornada (para el padre o la madre) para poder seguir atendiendo a nuestros hijos y darles lo que necesitan: amor, atención, respeto por sus necesidades, acompañamiento, etc creo que seguro que las próximas generaciones serian muchomás respetuosas, pues nos volvemos locos de mayores buscando y buscando no sabemos qué???
para llenar esos depósitos que no fueron llenados de peques, atención, respeto...
nuestros padres tienen que "¿conciliar?" trabajo y crianza y las leyes y la sociedad los arrastran al trabajo tanto que, la crianza queda apartada y los peques sólo aprenden a SOBREVIVIR y además a hacerlo a la defensiva, pisando lo que puedan para pasar por encima y conseguir, aunque sea, un cachito de juego, de amor, de compañía consciente de la persona quemás quieren....
Si tuvieramos la oportunidad de poder elegir realmente entre crianza o trabajo durante los años en que nuestros hijos nos necesitan, y eligieramos criar de una forma digna y remunerada, ofreceriamos mucho más RESPETO, y ellos aprenderían a respetar....
02 feb 2011
Julio dijo
Sí crudo por favor, más Varaverde
02 feb 2011
el malvado zaroff dijo
Indudablemente me apunto a la idea de los baños compartidos, y me ofrezco como cobaya para experimentar lo bien o mal que nos va a ir a hombres y mujeres ahí dentro juntos y revueltos... ¿Sería posible elegir a dos o tres mujeres que tengo en mi casta memoria ?...
02 feb 2011
Agala dijo
Hola!
A quien comentó lo de los baños compartidos, pues creo que en algún sitio he entrado donde eran así, pero no recuerdo dónde, sería en Sevilla.
Por lo demás, pues no estoy de acuerdo con Fernanda en que la discriminación positiva deba existir, porque sea como sea los empresarios van a coger a su novia para el puesto más alto y que así se llegue a la "paridad", y claro, ella no hará nada más que mirar lo que hacen los demás, y así andamos. Lo importante es que seamos nosotras las que digamos que se acabó y ahora, y por supuesto educar a los niños en que ninguno de los sexos es mejor.
Saludos y besos a todos :)
02 feb 2011
Carolina dijo
Hola, complementando este "monólogo" os invito a leer el capítulo "Superwoman" del libro "Seximental" de Nuria Roca.
Enhorabuena por el programa, me encanta!!!!
Un saludo
02 feb 2011
hartahartahartaharta dijo
Estoy harta de que siempre se saque el tema de la discriminación contra las madres trabajadoras, discriminación que, a mi modo de ver, no existe. Es sólo un método más que utilizáis los medios de comunicación (también llamados medios de manipulación) para que la sociedad las vea como unas víctimas, cuando las víctimas reales somos las mujeres sin hijos. Yo soy funcionaria del Estado y hace años me pusieron a trabajar en unos sótanos donde después me enteré que se fumigaba. Los que hicimos ese trabajo éramos todos gente sin hijos y yo la única mujer, cosa antes nunca vista en aquel edificio y, cuando me negué a seguir entrando en aquel lugar infame, intentaron degradarme (cosa que siempre cuentan las embarazadas que les hacen a ellas) poniéndome a trabajar en tareas de subalterna, cuando mi categoría es de auxiliar. Tuve que meter al sindicato de por medio y ponerme seria, pero ahora tengo problemas graves de salud y, claro, como no tengo niñitos, me las tengo que apañar como pueda. Ah, pero yo sigo en mis trece, y no pienso tener hijos nunca, por mucho que me puteen. Así que basta ya de hablar sólo de las preñadas, que la gente está despertando y cada día hay más que piensan como yo, por suerte. Donde yo trabajo, los peores trabajos son siempre para los que no tienen niños (sean hombres o mujeres) y los papis y mamis son los mimados de la casa, habiéndose celebrado durante años festivales de reyes para sus niñitos que pagábamos toda la sociedad. Y aún hay gente que está peor que yo. Yo aún pude lograr un trabajo ya que en la oposición que yo hice no se exigía entrevista personal, pero una amiga mía que con 19 años opositó para la Generalitat catalana fue rechazada para el trabajo (y, por tanto, no obtuvo plaza) porque estaba estudiando y era soltera y sin hijos y, según ellos, aún tenía mucha vida por delante y, por solidaridad (increíble...) debía dejar esa plaza para personas que estuvieran levantando una familia. Esa chica lo contó a toda la facultad, pero los medios nunca os hacéis eco.¿Por qué será?
03 feb 2011
Patricia Patty Smith dijo
Coincidencias de la vida,mi contrato se acabó cuando estaba de baja maternal y desde entonces sólo estoy trabajando en cosas que me permitan además atender,cuidar,llevar,estar,etc...con mi hija y aún así voy con la lengua fuera.El problema es que cuando se tiene familia HAY COSAS QUE HAY QUE HACER y aunque los dos colaboren por que los dos trabajen,al final se recurre a que le echen a uno un cable, y entonces entra en escena la familia que con todo su cariño se entromete en tu tan ansiada (si así lo has querido siempre) independencia; y sino depender de gente a la que tienes que pagar además de pagar la guardería, NO TIENE SENTIDO, no? por lo menos no para mí, por ahora los horarios nos permiten actuar así contra viento y marea.Os escucho en el único rato que tengo para mí toda (el coche,de camino a la guarde)
03 feb 2011