Huelga General
El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, nos ha convocado a una huelga general. Se lo anunció en primicia al primer ministro finlandés ayer en un corrillo durante la cumbre europea de Bruselas, que la llaman “cumbre” no por la altura de los mandatarios sino porque ahí es donde deciden la altura desde la que nos van a dejar caer. El momento del que fue captado por los micrófonos de las cámaras: “La reforma laboral nos va a costar una huelga general”. O sea, que va a hacer una reforma laboral que se va a cagar la perra, así que nos invita a que vayamos organizando la huelga para que salga bien. Hay que ver el lado positivo: ya era hora de que alguien hiciera el trabajo de los sindicatos. Pero cómo son los tíos: se ponen a quitarnos y nos quitan hasta la huelga.
Lo que se me hace raro es imaginar cómo sería una huelga general convocada por el presidente. ¿Irá en cabeza con el megáfono gritando “que no, que no, que yo no os represento”? ¿Caminarán detrás los ministros llevando una pancarta que diga “no a este gobierno”? ¿Se silbarán unos a otros? ¿Se autoproclamarán incompetentes? ¿Se pedirá el ministro de Hacienda a sí mismo una bajada de impuestos para la clase trabajadora y una subida a los más ricos? ¿Quizá el ministro de economía mostrará su billetera clamando: “me he vendido al mercado”? ¿Se demandarán a sí mismos una bajada de sus sueldos, la supresión de sus pensiones vitalicias y demás prebendas? ¿Les gritarán a los demás partidos: no nos mires, únete? Atónitos, los ciudadanos lo veremos por televisión y diremos que no son más que cinco o seis. Pero en este caso, será cierto, no como cuando ellos hacen el recuento.
Atónitos, vimos ayer por televisión cómo Rajoy confesaba que va a hacer una reforma laboral que va a sacar al país a la calle. Que no presuma de sacar gente a la calle que el anterior ya consiguió dejar a 5,2 millones fuera. ¡Supera eso, Mariano! Veamos el lado positivo: por fin hemos comprendido para qué se reúnen en esas cumbres inservibles que cuestan una pasta. Para presumir de medidas de cágate-lorito-que-la-voy-a-liar-parda. Ya me los estoy imaginando: “pues yo voy a meterle un recorte a la sanidad que no van a quedar vivos ni los enfermeros”, “anda que yo, yo voy a dejar la educación pública que no van a saber deletrear su nombre ni los universitarios”, “y yo voy a subir tanto los impuestos que vamos a tener que mandar un satélite al espacio para recaudarlos”, “y yo más, a mí me van a tener que dar el sueldo íntegro”, “pues yo les voy a tener trabajando hasta que cumplan 120 años”, “eso no es nada, yo voy a hacer una reforma laboral que va a dejar en la pobreza al 25% de la población”.
Lo malo es que en España eso ya es cierto: 1 de cada 4 españoles está en esa situación y 11 millones subsisten con dificultades, según un informe publicado ayer por la Red Europea de lucha contra la pobreza y la exclusión social.
A ellos les va a costar una huelga, pero a los ciudadanos sus decisiones les cuestan y les pueden costar mucho más.
Hoy admiramos la síntesis con la que Manel Fontdevila dibuja el "desliz" de Rajoy que ayer dijo: "la reforma laboral me va a costar una huelga general". Como dibuja Fontdevila, nos damos por convocados! A TÍ, ¿CUÁNDO TE VIENE BIEN? Ah no, calla, que estás parado, bueno, de todas formas: PROPÓN DÍA, SITIO Y HORA.
Y recibimos el afilado lápiz de MIGUEL BRIEVA. Un dibujante comprometido que retrata nuestra sociedad, la política, el consumismo o el ecologismo en sus viñetas...Un torbellino de ideas plasmadas en trazos que además ha colaborado para numerosas publicaciones y que hoy nos presenta su último libro "Memorias de la Tierra". QUEREMOS QUE NOS DEJES PREGUNTAS AQUÍ EN EL MURO PARA MIGUEL BRIEVA. Miguel trata muchas cuestiones de la actualidad, por eso también te preguntamos: ¿QUÉ CUESTIÓN DE LA ACTUALIDAD TE GUSTARÍA QUE FUESE MOTIVO PARA UNA VIÑETA DE MIGUEL BRIEVA?