22 posts de junio 2012

Matar a un ruiseñor

Se cumple un año de la primera vez que el ruiseñor sirio empezó a cantar en la plaza. Era 27 de junio de 2011. En la plaza Al-Assi, en Hama, un cantante, empezó a entonar unos versos que un poeta local había escrito contra el dictador de Siria, Bashar Al Assad, y su gobierno:

Bashar, no eres de los nuestros / llévate a tu hermano Maher, conspirador de los americanos y lárgate / tu legitimidad ha caído / la libertad está a las puertas / que te jodan Bashar, a ti y a todos los que te apoyan / tus errores no tienen perdón / Siria quierer libertad.

La masa congregada a su alrededor se unía a él en el estribillo, cantando con voz encendida la frase por la que sería conocida la canción: Venga, vete ya Bashar. Centenares de teléfonos móviles grabaron el momento y lo subieron a la red. Aquel canto se convirtió en el grito de guerra y de libertad del pueblo sirio y  su autor fue apodado “el ruiseñor de la revolución”. Su nombre: Ibrahim Qashoush, un bombero de 42 años y tres hijos.

Ibrahim escribía poesía como pasatiempo. Antes del levantamiento popular, sus versos hablaban de amor pero también de la pobreza, la precariedad, la escasez. Era normal que recitase algún poema en las reuniones de amigos, según cuenta uno de ellos. Cuando empezó el levantamiento en Hama, su poesía se volvió contestataria. Y cada vez más furiosa y valiente. La muerte de más de 60 personas a principios de junio en los enfrentamientos con las fuerzas del régimen que tuvieron lugar en su ciudad, le hicieron estallar en aquellos versos indignados que pronto correrían de boca en boca. Él ya no estaba dispuesto a callar la suya.

La voz airada de aquel bombero prendió la llama. Su falta de miedo para decir lo que muchos pensaban se contagió a muchos. Otras canciones suyas de burla al régimen sonaron en las calles en los siguientes días y animaron las protestas. El 1 de julio, Ibrahim encabezaba una nueva manifestación en Hama. Miles de manifestantes repetían su demanda: Venga, lárgate Bashar. El canto del ruiseñor volaba. Dos días más tarde, el 3 de junio de 2011, Ibrahim caminaba como cada día hacia su trabajo, en la central de bomberos de Siria. Según unos testigos, un coche blanco se detuvo a su altura. Unos hombres saltaron fuera, le agarraron con fuerza y le metieron dentro del vehículo que desapareció en unos segundos. Sus amigos y familiares estaban convencidos de que fueron agentes de seguridad del gobierno. El canto del ruiseñor había llegado muy lejos. Demasiado para algunos. Al día siguiente, hace hoy un mes y un año, un cuerpo apareció flotando en el río Orontes. Era Ibrahim Qashush.

Hay unas imágenes terribles que muestran su cadáver después de sacarlo del agua. Una manta le cubre el cuerpo pero deja al descubierto la cabeza. Su rostro cae hacia un lado y muestra cómo ha sido asesinado. Tiene la garganta seccionada y un coágulo de sangre oscura le atraviesa el cuello. Le habían arrancado las cuerdas vocales. Como a Víctor Jara le cortaron las manos con las que tocaba la guitarra contra la represión, a Ibrahim le habían cortado las cuerdas con las que gritó como un ruiseñor.

Las fuerzas del régimen dijeron que le habían matado unos desconocidos para avivar las críticas contra el gobierno. Un año después ni las protestas ni las muertes se han detenido. Un año después, el dictador sirio ha vuelto a culpar de las muertes de manifestantes este fin de semana a elementos ajenos a su gobierno. Un año después, Bashar Al Assad no ha escuchado el canto del ruiseñor que le pedía que se fuera. Un año después, y a pesar de todo, aún hay sirios que repiten la melodía del pájaro abatido. Le rajaron la garganta pero no le quitaron la voz.

“Es pecado matar a un ruiseñor”, escribió la escritora Harper Lee en 1960. Los ruiseñores "sólo hacen una cosa y es cantar con todo su corazón para nuestro deleite" decía en la novela “Matar a un ruiseñor”, un alegato a favor de los negros del sur del Estados Unidos.

Mientras recuerdo la garganta seccionada de Ibrahim Qashush en ese horrible vídeo, leo esta frase del protagonista de la novela, el mítico Atticus Finch, explicándole a su hijo por qué luchaba: El hecho de que hayamos perdido cien años antes de empezar la lucha no es motivo para que no intentemos vencer.

Hoy recibimos  a OLGA RODRIGUEZ, periodista especializada en Oriente Próximo. Esta reportera ha recorrido los Territorios Ocupados Palestinos, ha cubierto la Guerra de Irak, ha viajado por Egipto, Irán, Siria , Yemen... y hoy nos trae el libro en e...l que analiza las revueltas árabes: “YO MUERO HOY” es el título y uno de los lemas coreados en la plaza Tahrir. Y te preguntamos ¿A TÍ CUÁL ES EL GRITO REVOLUCIONARIO QUE MÁS TE HA IMPACTADO?

Y nos hacemos eco  de la denuncia de LAURA ABAD que asegura haber sido despedida de la empresa donde trabajaba (MANGO) por estar embarazada. Y te pedimos que nos cuentes OTROS CASOS DE INJUSTICIAS LABORALES QUE HAYAS VIVIDO EN TUS CARNES O EN TU ENTORNO: entrevistas humillantes, sueldos míseros, preguntas indsicretas, despidos improcedentes, etc, etc, etc

 

 

La semana caribeña

Se acaba. Por fin termina “La semana caribeña”, la semana en la que este país se ha transformado definitivamente en un régimen tan casposo como las antiguas repúblicas caribeñas corruptas y atrasadas gobernadas por caciques y caudillos más pringosos que la carne de una banana. Nos reíamos de ellas y ahora resulta que también nosotros nos resbalamos con la misma cáscara de plátano para darnos de bruces con un sistema caciquil de corruptelas generalizadas. Españoles, España es una monarquía bananera.
 
No me digáis que no es bananero que los miembros del máximo tribunal y el máximo órgano del poder judicial hayan llamado jocosamente a sus semanas de trabajo de tres días (de martes a jueves), la semana caribeña. Cuando hablan de justicia nuestros magistrados se deben de referir a trabajar lo justito. A cualquier cosa llaman semana. Y a cualquier cosa le llaman justicia. Nuestra justicia vive en una semana caribeña: está ausente la mayor parte de los días. Es fantástica la semana caribeña, es más fantástica que la Semana Fantástica del Corte Inglés. ¡Es La Semana Caribeña de La Corte Suprema! Mucho mejor, dónde va a parar: todos los gastos pagados, viajes en primera clase, hoteles de primera y guardaespaldas incluidos. A cargo del Erario Público. La semana caribeña, viaje a la costa a costa del Estado.

El presidente del Supremo y del CGPJ, es decir, la más alta autoridad judicial del país, asegura que sus 20 fines de semana en Marbella en sus semanas caribeñas responden a asuntos judiciales. Como no fuera a juzgar el mal gusto del pijerío de Puerto Banús, no sé qué tiene que ver la costa marbellí con la justicia. No lo sé porque el presidente del supremo, Carlos Dívar, no lo ha explicado. Ayer compareció para dar explicaciones y no dio explicación alguna. Explicó que no podía explicarnos la explicación que nos debe como juez nuestro que es. Explicó que no nos explica lo que tiene que explicar por responsabilidad. No explicó que nos toma por idiotas. Por lo visto, para los llamados “responsables” el concepto “responsabilidad” es más resbaladizo que una cáscara de plátano. Eso también es muy bananero.
 
Es muy bananero que el ministro de justicia, Alberto Ruiz Gallardón, diga que se da por satisfecho con esa explicación que no explica nada y que el asunto está zanjado. La que está zanjada es la Justicia de este país. Yace en una zanja de una cuneta. Y ya se sabe que en este país las zanjas de las cunetas no se investigan. Eso también es bananero.
 
Es bananero que el ministro de Economía, Luis de Guindos, tampoco quiera investigar la zanja de Bankia a la que nos han tirado. Es bananero que bromee con esta broma de 23.000 millones y diga que no hay que mirar al pasado de la gestión de Don Rodrigo, el banquero por un Rato, porque “si miras al pasado, te puedes convertir en estatua de sal”. Pues él está tan paralizado mientras la prima de riesgo no para de moverse que cualquiera diría que se ha convertido en estatua de sal. Si miras al pasado lo que ves es que De Guindos trabajaba en Lehman Brothers, el gran descalabro que precipitó la crisis, y ahora es ministro de economía. Eso también es bananero.
 
Y es bananero que el yerno del rey, Urdangarín, se desgravase como gastos de su empresa y la de su mujer, viajes de sus hijos. Habría que imputar a Iñaki, su padre, por explotación infantil de esos niños. Ellos también viajan como el presidente del supremo, por motivos de trabajo. Pero en el caso de su padre trabajo es no hacer nada como también hemos descubierto en esta semana caribeña: Urdangarín ganó 300.000 euros no por “asesoría verbal” como dijo la secretaria de su empresa sino por una inversión inmobiliaria en la que no tuvo que poner ni un duro. A eso sí que se le puede llamar “la semana caribeña”: no hacer nada y pegarte la gran vida.
 
No me extraña que digan que nos van a rescatar. Que alguien nos rescate de esta gente. Que alguien nos rescate porque estamos viviendo una semana caribeña demasiado larga.

 

  

Carne Cruda recibe a THE MUGGS, la banda de DETROIT llega con un sonido muy potente y una ristra de rifs incontestables que extienden el mito de la ciudad del motor...MOTOWN...MC5...THE STOOGIES...TECHNO...En tu caso ¿CUÁLES CREES QUE SON LAS CIUDADES QUE MEJOR SUENAN? SITÚA EN EL MAPA LAS GRANDES CUNAS DE LA MÚSICA...
 
Y también entrevistamos a JULIÁN HERBERT, autor de CANCIÓN DE TUMBA un libro brutal sobre la historia de su madre, alcholica y prostitua, una historia con final agridulce...Y de madres reales va la cosa porque precisamente hoy el príncipe Carlos ha rendido homenaje a la suya, a la reina, con un vídeo de la infancia que recoge sus mejores recuerdos juntos…POR TODO TE PEDIMOS QUE NOS CUENTES UN RECUERDO FELIZ DE TU MADRE Y QUE NOS DIGAS YA SUS FRASES MÁS MÍTICAS...…

 

Javier Gallego


Este es el blog del programa Carne Cruda de Radio 3, una carnicería radiofónica en la que hacemos picadillo la realidad social, le sacamos los higadillos a la cultura y abrimos en canal a los personajes más ‘rarunos’ para servírtelos frescos, sangrantes y con las tripas fuera.
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