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Manipuladores manipulados

    martes 13.nov.2012    por Miguel Castro    6 Comentarios

Es sorprendente la historia de cómo surgió el texto de El chico de la última fila de Juan Mayorga, una obra que ha traspasado fronteras y se ha convertido en manos de François Ozon en una estupenda película, En la casa. De ambas hablamos en el último programa de Días de Cine.

Incontestable que creación y manipulación estén estrechamente vinculadas tal y como comentaba Ozon en el reportaje: "Creo que todo creador es un manipulador. La película habla del aspecto lúdico de la creación, del placer de contar una historia, pero muestra también otro aspecto que es el peligro de la manipulación, que puede volverse contra el propio creador".

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    Al igual que otros muchos creadores, Ozon y Mayorga nos colocan en el centro del proceso creativo. Al igual que lo hizo Cortázar en el relato corto Continuidad en los parques; Woody Allen en innumerables películas; o más recientemente, Spike Jonze y  Charlie Kaufman en Adaptation (El ladrón de orquídeas). En casi todas ellas la barrera entre realidad y ficción deja de existir, ya que los directores, los escritores, colocan al espectador, al lector, en el punto de vista de un personaje más que está construyendo la película, la novela, que escucha los dictados del creador.

     Si un espectador de un programa como Días de Cine tuviera la oportunidad de ver todo el proceso de elaboración de un reportaje, la cantidad de material que queda fuera, se daría cuenta de la gran capacidad de creación, y por tanto de manipulación que tiene un periodista a la hora de contar una historia. Limitado, eso sí, por la duración que la dirección del programa reparte para cada reportaje, que en periodismo escrito se traduce en limitación de caracteres, palabras, páginas. 

En las dos entrevistas que hice a François Ozon para el reportaje anterior se quedaron fuera del mismo declaraciones que se pueden encontrar en esta página.  Son los descartes. Cada día, cada periodista publica lo que considera esencial, y una montaña de declaraciones de todo tipo de personajes se queda fuera de los medios. Miles de imágenes, de palabras que no llegarán a la audiencia que pretendían y quedarán en un archivo de Word, o almacenados en una cinta de vídeo, a la espera de que alguien rescate esos mensajes en el futuro. Podría parecer que son como las cartas muertas que clasificaba Bartleby, el escribiente, cartas que nunca habían llegado a su destino y que se almacenaban en una oficina de correos. Lo que ocurre es que éstas no tenían casi ninguna posibilidad de ser leídas por su destinatario. En todo medio de comunicación hay un departamento de documentación que almacena y clasifica lo que se emite y los descartes, para que todo ello esté a disposición de los que escribirán las historias en el futuro.

En esos grandes archivos se encuentran los trabajos de periodistas que ya no están en activo y de algunos que por fuerza mayor han dejado de estarlo, como los compañeros que fueron despedidos el pasado domingo, que han dejado sus firmas impresas en multitud de artículos que duermen en la memoria de un gran periódico. Me pregunto si de noche, a solas, el hombre que ha decidido despedirlos ha encendido uno de los ordenadores de la redacción y ha buscado los artículos que él mismo firmó hace ahora más de treinta años. Los ha releído, y ha revisado entre los descartes algún párrafo olvidado, una declaración no incluida que le obligue a cambiar ese artículo, y con él toda la edición impresa de ese día, y la del día siguiente, hasta llegar al domingo 11 de noviembre de 2012, en el que se suprimiría el editorial que hablaba de crisis, de recortes de despidos, porque esto nunca habría ocurrido. Cuentan las malas lenguas que al día siguiente lo encontraron dormido, encima del teclado del ordenador, rodeado de más de cien descartes de su vida. Dicen que se despertó de repente, sobresaltado, como si ya no supiera donde se encontraba. Y en cierto modo para él fue una sensación totalmente real, porque de hecho ya nadie le reconocía

Miguel Castro   13.nov.2012 16:53    

6 Comentarios

Totalmente de acuerdo Miguel , por poner un ejemplo "Alien" de Ridley Scott, que vería la luz con todo el metraje que fue desechado en su montaje del director, "La noche de Halloween" casi veinte años después.Por poner un ejemplo hay miles.Un saludo.

martes 13 nov 2012, 20:43

Estupenda reflexión. Me encanta, ya lo he dicho en otra ocasión, tu habilidad para enredar en la misma madeja asuntos que parecen muy alejados entre sí y demostrar, de ese modo, que todas las cosas humanas están interrelacionadas, y algunas de manera mucho más estrecha de lo que nuestra imaginación nos permite entrever.
Pero permiteme echar en falta un nombre, el de Juan Luis Cebrián, al que aludes implícitamente en tu texto en la parte final sin precisarlo. Es necesario, creo, cuando se describen pecados tan graves como el que delicadamente tu relatas, aclarar también de qué pecador estamos hablando. Para que nadie se llame a engaño.

miércoles 14 nov 2012, 10:29

Resuslta chistoso las mentiras que se puede contar uno mismo para no ver lo que no interesa, mas lamentable es comprobar que su capacidad de mentir sea impuesta a todos sin opción como dogma. Manipuladores pillados, un manipulador no es manipulable, en todo caso al ser descubierto en el "arte manual" se intentara darle la vuelta a la tortilla y hacerse la victima, situándose al otro lado de la linea. Pongo un ejemplo, el secuestrador de un banco al verse acorralado, intentara escapar una vez descubierto, junto a los secuestrados, mezclándose entre ellos.
http://www.youtube.com/watch?v=0k5lbvBZpvk
Nightwish - The Riddler With

miércoles 14 nov 2012, 15:42

En la casa, copia a Visconti, el personaje central, el chico, es un Björn Andressen (Muerte en Venecia), con sonrisa incluida y parecido físico espectacular. La mala copia de Woody es, sin comentarios. A Bergman le intenta copiar en todo lo demás pero resulta patética la copia. Y supongo que si la viera otra vez vería muchas más y más copias. Empieza bien eso sí, pero como tantas y tantas películas que prometen, luego se pierde en sus propias promesas para no saber como salir del laberinto en el que se ha metido y terminar siendo un fiasco. Es una pena pero eso pasa cuando se deja uno llevar por las genialidades de los verdaderos genios y lo peor, intenta emularles. En su defensa diré que Potiche, que es también de Ozon, sí me gustó y me descubrió a una Catherine Deneuve en una faceta inédita. Iba a decir que me extrañaba mucho que le hubieran dado la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, aunque bien mirado ¡cómo va a extrañarme que le den el premio a una película tan plagiada en un país lleno de plagiadores, manipuladores...!!!

miércoles 14 nov 2012, 18:29

Cada día asistimos a un sin fin de descartes que escribimos en el espacio. Todos los días rellenamos hojas invisibles jamás comunicadas.¿Dónde se almacena ese archivo?

lunes 19 nov 2012, 20:16

La manipulación es un arte en si mismo y evidentemente no todo el mundo vale para ello.
Genial esta aproximación desde el punto de vista "artístico" obviando las connotaciones negativas que siempre ha tenido el vocablo en sí...

miércoles 21 nov 2012, 19:39

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Miguel Castro Uceda

Bio Detrás de la trama

“La cura contra el aburrimiento es la curiosidad. No busques un remedio para la curiosidad: no tiene cura.” Dorothy Parker. De esta cita nació este blog, con el propósito de poner remedio a esa curiosidad que nos hace buscar, escarbar, investigar… Una búsqueda a la que hay que intentar añadir un pequeño esfuerzo para que el trabajo no sea en balde, e intentar que surja…, de una imagen, de una palabra, de una música…, algo parecido a una idea. Y, si fuera posible, trabajar esa idea y conectarla a otras áreas del conocimiento. Un viaje que me gustaría que hiciésemos juntos. Atentos pero relajados: con el corazón y la razón dispuestos a abrir los sentidos; con la precaución necesaria para evitar que, como dice el refrán, la curiosidad mate al gato. Cuento contigo.
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