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La no lista del no año

    martes 25.dic.2012    por Miguel Castro    5 Comentarios

                    Se termina el 2012 y uno piensa que ha durado una eternidad. El sentimiento es de agotamiento, de hastío, de haber permanecido peleando contra todo durante un larguísimo año. Menos mal que nos quedan algunos soplos de vida, entre tanta soberbia desparrama, entre tanto eufemismo descuartizado para redefinir la realidad. Y uno se plantea que tiene que hacer balance. Y en ello viene implícito hacer una lista de lo mejor del año. ¿Por qué? ¿Para qué? Lo mejor… ¿para quién? 

CineYa puestos, por qué no podemos aventurarnos a seleccionar secuencias que nos han conmovido, que nos hablan, al oído…, casi en forma de murmullo…, de nuestras vidas. Aunque nos avergüencen, nos abochornen, al releer lo seleccionado. ¿Y si abres los ojos y elaboras tu lista?, la tuya. Al hacerla tal vez te conozcas un poco más…, pero también es posible que desees que los demás te conozcan un poco menos. Así que piénsatelo mucho antes de publicarla, puede que sea el mayor error que cometas en tu vida. Puedes pasar a ser considerado un moñas, cuando tu máxima ambición era entrar en el olimpo de la ortodoxia.

Así es el cine, ilumina nuestros más oscuros secretos en forma de lágrimas que aparecen cuando no lo esperabas y que hacen que te odies a ti mismo por dejarlas salir. Hay que guardar las apariencias: analizar la trama, los personajes, la interpretación, la puesta en escena, la fotografía, el diseño de vestuario, los decorados, la dirección y las dimensiones del ego del director.

Analizar, analizar sin parar, para poder explicar en clave academicista, más para los compañeros de profesión que para el público, las razones que te llevan a encumbrar una película, o los motivos por los que has decidido arrojarla a los infiernos creativos, el lugar donde residen los que diseñan la que será la nueva telebasura, la que llenara los índices de audiencia de estratosféricas cifras.

Fake 5Confieso que soy un auténtico farsante. Me interesa más la vida que el cine. Me interesa más actuar que mirar. Me interesa más besar que ver besos en la gran pantalla. Me mueve más la risa que escucho en un bar con unos amigos que la que me provoca una carcajada en el patio de butacas. Me conmueve más la palabra real que la creada en una ficción para conmoverme. Y, sin embargo, tengo que decir que amo el cine, porque en los momentos en los que menos ganas tenía de vivir me dio vida; en los instantes que necesitaba evadirme de la realidad me cobijó; en las horas en las que deseaba autodestruirme me enseño la sangre que brotaría de esa decisión.

En una entrevista Martin Scorsese comentaba que algunos de los mejores momentos de su vida los había pasado en una sala de cine. Me pregunto si sabrá mirar a la realidad con el mismo detenimiento, con la misma atención, que concentra en la pantalla. El problema de la realidad es que el protagonista es uno mismo y la trama está por escribir. A menudo no hay dinero para grandes decorados ni vestuario, y la puesta en escena puede resultar un desastre. Pero, a fin de cuentas, es tu propia película. La tuya. 

Estoy escuchando en este momento Between my legs de Rufus Wainwright. Afuera hace frío, casi nadie pasea por el parque del río. Me fijo en dos patinadores, parecen deslizarse al ritmo de la canción. Mis pies comienzan a moverse con ellos, mis dedos abandonan el teclado. Me levanto de la silla que me ata a la pantalla. Y bailo. Bailo sin parar. Hasta que el tema se acaba. Los patinadores se alejan, y con ellos la lista del año. Hace un estupendo día para darse una vuelta en bicicleta por el parque, aunque parezca que haga frío. Tal vez sea uno de los mejores momentos del 2012. No puedo permitirme desaprovecharlo.

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Categorías: Actualidad , Cine

Miguel Castro   25.dic.2012 13:50    

5 Comentarios

Me identifico con el interés por la vida, actuar a mirar, la risa o el llanto de la cercanía a verlo y sentirlo delante de una historia ficticia. De igual forma adoro el cine como arte, no como negocio. Lo malo es no saber disociar la ficcion de lo real o evadirse de la cruda realidad. No considero ser falso por eso, el cine sin la vida no tiene sentido, sus bases, materias, guiones necesitan la vida, sin cine, la vida tiene multitud de ejemplos para sentirla.
http://www.youtube.com/watch?v=ktNaWRaxH6w
Lacrimosa - Stolzes Herz (mejor calidad y duración)

martes 25 dic 2012, 18:28

Realmente bueno esta vez, quizás, superior, como superiores son las sensaciones y sentimientos que nos enlazan en obras de arte o en la propia vida.

Me ha encantado,

Feliz Navidad

martes 25 dic 2012, 19:31

Muy bonito Miguel yo me quedo con muchas cosas y con ninguna; supongo que me quedo con el espíritu de "un buen caldo de cultivo"; todos sabemos a quién hace referencia esta frase.Y con películas como "The Artist", "La invención de Hugo" ,"Shame" , y para recordar de Paul Schrader "Aflicción" ésto le traerá recuerdos a Cayetana; muchos besos para todos.

martes 25 dic 2012, 20:50

Y con" Prometheus" que se me olvidaba; un saludo.

miércoles 26 dic 2012, 01:06

Las listas de "lo mejor del año" son un clásico navideño, aunque las detestamos en el fondo las estamos esperando. Yo siempre me cabreo con las de discos porque nunca estoy de acuerdo, pero tengo que reconocer que gracias a ellas siempre consigo echarle el guante a alguna joya que se me había pasado..
Besos

sábado 29 dic 2012, 09:23

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Miguel Castro Uceda

Bio Detrás de la trama

“La cura contra el aburrimiento es la curiosidad. No busques un remedio para la curiosidad: no tiene cura.” Dorothy Parker. De esta cita nació este blog, con el propósito de poner remedio a esa curiosidad que nos hace buscar, escarbar, investigar… Una búsqueda a la que hay que intentar añadir un pequeño esfuerzo para que el trabajo no sea en balde, e intentar que surja…, de una imagen, de una palabra, de una música…, algo parecido a una idea. Y, si fuera posible, trabajar esa idea y conectarla a otras áreas del conocimiento. Un viaje que me gustaría que hiciésemos juntos. Atentos pero relajados: con el corazón y la razón dispuestos a abrir los sentidos; con la precaución necesaria para evitar que, como dice el refrán, la curiosidad mate al gato. Cuento contigo.
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