No recuerdo la primera vez que
fui a los cines Renoir. Lo que si recuerdo es que en esa calle había unos cines
que se llamaban Alphaville, donde se formaban unas colas enormes para ver
películas en versión original. En ese Madrid había también otros reductos de
esta forma de ver cine como el Cinestudio Griffith, o los cines de los colegios
mayores de la Universidad Complutense. Por entonces la tarde consistía en ver
una película y después hacer un cine forum entre botellín y botellín, donde
terminábamos ficticiamente arreglando un mundo que nos llevaba muchos cuerpos
de ventaja.
De repente, un tipo, al que muchas veces años despué...
En una charla distendida, en casa de unos amigos, con un bebé pasando de brazos en brazos, entre la resaca hospitalaria de los padres y los dulces que robaba de encima de la mesa Gandhi el perro de la familia, comenzamos a hablar del capítulo de Black Mirror titulado The Waldo moment. En este episodio un dibujo animado se presenta como candidato a diputado por una circunscripción británica. Desde una gran pantalla de plasma ataca ácidamente a sus adversarios, los candidatos de los partidos Laborista y Tori. Lo chocante de la imagen es que aparecen todos juntos en un plató de televisión, los candidatos de los partidos, llamémosles tradicionale...
Durante unos minutos fui uno de esos casi tres millones de espectadores (21, 3 de share) que detuvo la noche de un miércoles el mando del televisor en Tele 5, y no estaba haciendo un estudio antropológico, simplemente zapeaba. Qué capacidad la de los guionistas del programa Mira quién salta de generar suspense a través del afán de superación en un escenario como el de una piscina. No les importa en absoluto el desenlace, es lo de menos. Se sabe que el salto del famoso en cuestión no será en absoluto olímpico, por mucho que se haga el silencio cuando se acerca el aprendiz de saltador al trampolín como si en ello le fuera la vida. Lo important...