Ilusionista
No se porqué me viene a la cabeza estos días una frase de la película La juventud, de Paolo Sorrentino. La suelta una miss universo tras recibir un gruñido intelectual de una estrella de cine, en respuesta a un destello de sincera admiración: “Cuando la ironía está cargada de veneno denota la frustración del que la ha lanzado.”
Hay ironía, pero sin veneno, cuando Jordi Molla dice que él no es pintor, que él es un gran actor, un actor que pinta, que escribe, que dirige… Apasionado y enfermo de curiosidad, Jordi Mollà es incapaz de detenerse, no para. Sonríe cuando nos muestra una de sus obras: un ladrillo dorado. No hay mejor forma de expresa...