Morimos...¿hablamos de ello?
martes 12.ene.2016 por Miguel Castro 1 Comentarios
Repasando el programa de A punto con la 2 que dedicamos al proyecto HU-CI, uno se encuentra con frases como estas: “El sufrimiento en esta sociedad es un tema tabú, y no digamos la muerte”, le comenta el actor Alfonso Bassave a Gabi Heras, médico intensivista creador del proyecto para humanizar los cuidados intensivos en las UCIS. Y lo hace mientras toman un café. A lo que Gabi añade: “Si te acercas lo suficiente, tiene premio. En el momento en que te acercas al sufrimiento y no lo rechazas, lo atraviesas, dejas de sufrir y tu experiencia vital se convierte en algo transcendental”
Pocos trabajos me parecen tan necesarios como este de humanizar las unidades de cuidados intensivos, lleva implícito humanizar nuestras vidas, nuestro día a día. Mirar a la muerte hace que miremos a la vida de otra manera. Hace que nos cuestionemos el motivo por el que actuamos, y que de repente surjan preguntas sobre nuestras intenciones, sobre el motivo por el que hacemos lo que hacemos, cada día.
No es fácil, no es nada fácil pensar que nos vamos a morir y mirar hacia adentro: hacia las emociones que nos genera esa idea, algo que no somos capaces de dimensionar ni de entender y que nos atemoriza. La mayoría de las veces preferimos no prestar atención al sufrimiento, a la muerte, porque pensamos que no sirve para nada, parece que sólo estamos programados para producir, no para perder el tiempo, y decidimos seguir con nuestras cosas, mantenernos ocupados, atentos a lo que pasa fuera, y nos olvidamos de mirar hacia adentro.
¿Qué pasaría si lo hiciésemos? ¿Si una tarde nos planteásemos que deberíamos hacer un documento de voluntades anticipadas, que deberíamos decidir si queremos que nos incineren o que nos entierren, o si queremos ser donantes de órganos?
¿Que pasaría si un día decidiésemos hablar de lo invisible, de lo oculto, de lo que sentimos y no nos atrevemos a contar a nadie? ¿Qué pasaría si hablásemos abiertamente de ello?
Gabi y Alfonso saben lo que pasaría. Ambos tuvieron la generosidad de compartir públicamente esa experiencia con nosotros, de decir cosas que no recuerdo haber escuchado nunca en un programa de televisión.
Ambos saben que si fuésemos capaces de hablar más de la muerte conseguiríamos aumentar nuestra capacidad de escucha, de percibir el aliento de los demás, de sentir nuestros miedos y el miedo de los otros, de abrazarlos, de entenderlos, y así superarlos, sentir lo que nos bloquea y atravesarlo. Sentir que estamos vivos, despiertos, conscientes, atentos.
No puedo dejar de agradeceros, Gabi, Alfonso, lo que habéis hecho. No puedo dejar de sentir gratitud por esa gran bocanada de amor que habéis lanzado, en un mar donde sólo parece tener derecho a navegar el desconsuelo.
@miguelcastrou
@detrasdlatrama
Facebook: Detrás de la trama y Miguel Castro Uceda
carola dijo
Gracias hermoso mensaje , personalmente he tenido mucha relación con la partida de seres muy queridos, con mucha rebeldía hacia lo desconocido rabia y dolor , hasta que comprendí que es un viaje donde nos encontraremos algún día, solo muere la materia el alma o espiritu
permanece por siempre , aprendí que somos energía....
Gracias