RTVE 2027
Noviembre de 2027. Transcripción del discurso de la copresidenta del Grupo Público Multimedia Global RTVE.
Hace ahora diez años nos reunimos en este mismo lugar y se oyeron estas palabras:
“No podemos construir el futuro si no somos capaces de imaginarlo previamente”.
Y lo imaginamos y lo hicimos real. Aquel día, os hice por primera vez una pregunta que os hecho posteriormente en muchas ocasiones, en estos años: ¿Qué puedo hacer por vosotros?
Hoy, además de esa pregunta, hay otras cuestiones esenciales: ¿Qué podemos hacer juntos por los ciudadanos que nos ven hoy en los cinco continentes? ¿Qué podemos hacer por las decenas de millones de usuarios fijos mensuales que nos ven desde todas nuestras plataformas en todas partes del mundo y para los que somos referencia? ¿De qué manera podemos mejorar sus vidas?
En noviembre de 2017 se inauguró el Primer Encuentro Responsable sobre Medios de Comunicación Públicos. Hoy inauguramos el décimo. Aquel encuentro, el de 2017, recogió durante una semana las ideas de expertas y de anónimas; de técnicos y de humanistas; de grandes oradoras y de tímidos creativos que se atrevieron por vez primera a compartir debates, charlas, coloquios para afrontar un cambio que se mostró verdaderamente ilusionante. Al final de esa semana se sintió, por vez primera, que navegábamos unidas por los mismos retos.
Fruto de esas jornadas, meses más tarde, en marzo de 2018, por primera vez en RTVE, fuimos elegidas, por concurso público, como copresidentas de la Corporación, dos mujeres. Habíamos recogido en el proyecto presentado la mayor parte de las conclusiones que salieron de aquel Primer Encuentro. Habíamos incluido vuestras propuestas: el cambio de modelo organizativo, la transformación digital, la transición de una corporación centrada en la emisión broadcast de contenidos hacia un gran Grupo Público Multimedia Global.
En aquel tiempo, antes de aquel Primer Encuentro, el número de escépticos y de descreídos era mucho mayor que el de soñadores. Hoy, sin embargo, ya nada es imposible. Ya nadie se extraña de que la creatividad sustituyera a la burocracia, de que no se despidiera a nadie, de que se ampliara la plantilla en tres mil personas porque los cambios tecnológicos lo precisaban, de que se formara a los trabajadores en nuevos cometidos y en nuevas visiones de su actividad laboral que les hacían crecer en lo personal.
Ya nadie se extraña de que los tornos de control de presencia desaparecieran, de que las tareas se organizaran en equipos de trabajo, de que los trabajadores decidieran quienes serían sus jefes, al igual que sus salarios, y que lo hicieran de forma responsable.
Muchos de los que antes fueron mandos intermedios pasaron de ser impasibles solucionadores de trámites burocráticos a servidores que ahora escuchan atentamente a sus compañeros, les empoderan, motivan, les hacen crecer. Un proceso que llevó mucho tiempo y que cumplió etapas donde los directores de áreas se seleccionaron con rigor, de acuerdo a una mentalidad y comportamiento que implicaba estar preparados para compartir el poder y para liderar con humildad. De hecho, fueron elegidos de abajo a arriba lo que les indujo a actuar naturalmente como líderes servidores.
La inmensa capacidad productiva actual de nuestro Grupo no se hubiera conseguido sin la generación de confianza y transparencia que tuvo como primer paso una mejor organización del trabajo de la que participamos todos. Los trabajadores nos responsabilizamos de nuestras tareas e hicimos nuestro un lugar en el que ahora queremos estar. Ahora, nos sentimos muy orgullosos de lo que hacemos y del compromiso que hemos establecido con la sociedad. Ya nadie quiere jubilarse anticipadamente porque este lugar ha dejado de ser un lugar tóxico, como algunos definían hace diez años. Eso se acabó. Ahora es un lugar donde los trabajadores gozan de autogestión, de plenitud y de un propósito evolutivo.
Nada de esto hubiera podido llevarse a cabo sin una profunda identificación de usuarios de todo el mundo con los valores de nuestro Grupo por medio de una difusión de contenidos multilingües, afianzados en una cultura de valores inspirados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La veracidad, el rigor, y la profesionalidad con la que son tratados los contenidos de todo tipo de género y formato, construyen, día a día, un referente que ahora tiene un lugar preferente en el mercado audiovisual global, que goza de una absoluta independencia de todo tipo de injerencia política.
Hace diez años, participamos de manera decisiva, junto a muchos miembros de la sociedad civil, en el acuerdo parlamentario que permitió el comienzo para desgubernamentalizar RTVE, la reforma de leyes, la independencia de los informativos, y de los programas de toda presión política gracias a la dotación a los Consejos de capacidad ejecutiva. Por entonces solo existía el de Informativos. La esencial labor desempeñada por el Consejo de Informativos entre 2012 y 2017 propició, en gran medida, el cambio que llegó un año más tarde. En los primeros meses de 2018 se creó el Consejo de Programas. Ahora son dos pilares que velan por la independencia y por la pluralidad de nuestro Grupo. Ya no somos un centro de poder controlado por el partido de gobierno. Todo lo contrario, somos un gran medio público de comunicación que fortalece y exhibe, día a día, las múltiples pieles de las que estamos hechos y la gran diversidad de miradas que somos capaces de ofrecer sobre el mundo en el que vivimos. Somos ya una estructura tan sólida como permeable, orgánica: lo que decidimos juntos llegar a ser. Somos creativos y adaptativos a los cambios que se han ido produciendo en la tercera revolución industrial, la que nos ha tocado vivir.
Hoy inauguramos el Décimo Encuentro Responsable sobre Medios de Comunicación Públicos. En el primero, cuando me dirigí a vosotras con esa pregunta ¿qué puedo hacer por vosotros? * Se oyeron comentarios socarrones, incluso de mal gusto, ¿qué se cree?, ¿quién se ha creído que es? No hice nada, no dije nada más durante un buen rato. Me quedé muda, bloqueada, incapaz de moverme. Después el auditorio se hizo murmullo. Y más tarde se hizo el silencio. Un silencio intenso. Hasta que una mujer que no conocía se levantó de la butaca en la que estaba sentada y se acerco al estrado, a mí lado. Me miró. Me sonrió, miró a los presentes y dijo: ¿Qué puedo hacer por vosotros?
Se hizo el silencio y, entonces me di cuenta, nos dimos cuenta. Cuando hice la pregunta no sabía realmente lo que estaba ofreciendo. Fue en ese instante, al escuchar mi propia pregunta de otra persona, cuando lo comprendí. Era la única forma de comenzar: una pregunta que le daba el protagonismo a los otros. Al hacerlo, surgió un profundo cambio de nuestra mirada.
Diez años más tarde, absolutamente orgullosa de estar a vuestro lado, no seremos capaces de construir el futuro si no somos capaces de imaginarlo previamente.**
Imaginemos juntos ese futuro: hagámoslo nuestro.
¿Quién se atreve a imaginar y tiene necesidad de compartirlo?
¿Cómo podríamos llevar a cabo lo que propones?
* Uno de los presidentes de la BBC, nada más ser elegido, reunió a los trabajadores, se presentó y dijo ¿Qué puedo hacer por ustedes? Su primera acción fue escuchar. Antonella Broglia me contó esta historia hace varios años. No he podido olvidarla desde entonces.*
** Escuché esta frase de Gerardo Tudurí en el TEDxMadrid Salón que se llevó a cabo en el Campo de la Cebada. Gerardo es el creador de Cine sin autor.