Excesos sanfermineros

Un triunfo excesivo de "El Fandi", que cortó dos orejas, y otro apéndice que paseó también "El Cid" fue el resultado de una interesante corrida que lidió la ganadería de "El Pilar", este martes en Pamplona.

FICHA DEL FESTEJO

Toros de "El Pilar", bien presentados aunque de hechuras desiguales, y de juego también variado. Segundo y cuarto, los mejores; el tercero "sirvió" pero duró poco; y primero, quinto y sexto, deslucidos.

Manuel Jesús "El Cid": silencio tras aviso y oreja.

David Fandila "El Fandi": dos orejas tras aviso y silencio.

Miguel Tendero: silencio en ambos.

CRÓNICA

Hay toreros cuyo estilo está hecho a la medida de Pamplona y su feria. En el escalafón actual es "El Fandi" quien más se aproxima al citado estereotipo. Torero bullidor, sobresale fundamentalmente por sus ganas en todas las secuencias de la lidia. Con las banderillas, un torbellino. Y con la muleta (¡ay con la muleta!) es donde más baja. Pero aún así también cubre el expediente.

No hay que decir que "El Fandi" se llevó de calle la corrida de hoy en Pamplona. Cortó dos orejas, aunque convendría advertir que lo de los trofeos puede ser lo de menos habiendo sido lo de más, pues fueron dos apéndices que no venían a cuento. Pero cualquiera se opone al clamor popular.

Pero ahora hay que contar cómo fue el toro. Pedazo de toro, que desde el primer momento "rompió" a embestir por los dos pitones. Toro bravo y noble, con fijeza, prontitud y recorrido, "abriéndose" al final de cada muletazo para permitir también al torero los oportunos desahogos. Toro de ensueño. Al "Fandi" le dieron las dos orejas. Al toro le quitaron cuando menos el reconocimiento póstumo de una vuelta al ruedo en el arrastre. Pero estos son detalles que no se tienen en cuenta en Pamplona. Cosas de la algarabía.

Quede claro, por tanto, la importancia del toro segundo. Y abundando en la calidad del ganado, hay que señalar también la clase que tuvo el cuarto. Incluso fue bueno, con ritmo y son, el tercero, aunque éste terminaría viniéndose un poquito abajo.

Fueron los toros de "El Pilar", lo más notable en la tarde. Y no sería justo pasar por alto dicha apreciación.

Con el otro gran toro, el cuarto, "El Cid" estuvo solamente a medio gas. Planeaba sobre los engaños -los taurinos suelen decir que "hacía el avión"-, mientras "El Cid" tardaba en cogerle la distancia, la velocidad y hasta la altura. Faltó limpieza en algún momento del trasteo, y, por contra, hubo también fases en las que también se gustó en la interpretación, con más estética y algo más de sentimiento. Cortó "El Cid" una oreja, pero era toro de dos.

Tendero, sin contar con un colaborador tan claro, tuvo también su oportunidad.

CRÓNICA: EFE / FOTOGRAFÍA: burladero.com