"El Juli" puntua en la primera de Fallas
Julián López “El Juli” ha protagonizado los momentos más destacados del arranque del ciclo de Fallas en un festejo marcado por el mal juego de los ejemplares de Victoriano del Río y por la polémica decisión de Vicente Barrera de regalar el sobrero.
1ª Feria de Fallas de Valencia.
Toros de Victoriano del Río, primero y segundo con el hierro de Toros de Cortés, desiguales de presencia, muy pobre el 5º. Flojos y deslucidos salvo el bravo tercero. En séptimo lugar ha saltado al ruedo el sobrero de Zalduendo, noble.
ENRIQUE PONCE: Ovación tras petición de oreja y silencio.
VICENTE BARRERA: silencio, silencio y una oreja en el sobrero que regaló.
EL JULI: Una oreja y silencio.
La corrida de Victoriano del Río ha decepcionado. Los ejemplares lidiados por el ganadero madrileño han sido los de la serie B del catálogo. Casi todos de feas hechuras que después han resultado blandos en general y faltos de raza. Impresentable el quinto que ni tan siquiera se salvaba con el respetable pitón derecho que lucía. El único "victoriano" que ha salvado el nombre ha sido el tercero, bravo y repetidor con el unico pero, tal vez, de durar lo justo.
Enrique Ponce ha sorteado dos astados sosotes y blandos con los que ha lucido, con la ilusión de un funcionario del ministerio de Medio Ambiente, su ya fría y previsible facilidad. Le pidieron con fuerza la oreja en el primero que el presidente, con buen ojo avizor y buen criterio, no concedió.
Vicente Barrera se despedía de la Feria de Fallas que es como despedirse pero no tanto. Uno se pregunta ¿De donde y de qué se despide? Muchas veces la propia profesión te va marcando el camino para que te ausentes sin tener que anunciarlo a los cuatros vientos aunque sea legítimo rebañar la última tajada. Muchos muletazos sin decir nada en su primero y ni tan siquiera eso en el quinto que se echó a mitad de faena teniendo que ser apuntillado. El valenciano, queriendo justificar lo injustificable, conspiró entre barreras para que sus compañero y la autoridad le permitieran regalar el sobrero. Una iniciativa que deja a su tan amada plaza de Valencia a los pies de los caballos. Comenzó a llover a manta sobre el coso de la calle de Játiva y los mil paisanos que se quedaron paraguas en ristre en el tendido, aplaudieron todo y pidieron una oreja para Barrera de un noble astado de Zalduendo que tal vez le salga por unos 9 mil euros (IVA sin reducir).
El Juli sorteó el único ejemplar que mantuvo el prestigio de la ganadería. Bravo el de Victoriano que se empleó en el caballo para después embestir incansable en veinte muletazos. El de Velilla logró algunos muletazos de nota aunque no llegó a exprimir esas decenas de embestidas que el "victoriano" llevaba dentro. Más brillante en los circulares accesorios faltó encaje y distancia para cuajar la faena redonda que pedía el toro. En su deslucido y desaborido segundo el madrileño saco raza para inventarse un trasteo que sólo el vio. El fallo con el verduguillo le costó no pasear un segundo trofeo.
Foto: Prime Time Comunicación