14 posts de abril 2011

El magisterio de El Juli, por la Puerta del Príncipe

El Juli salió por la Puerta del Príncipe un año y 13 días después de su salida anterior. El torero madrileño demostró su momento dulce en una tarde pletórica de toreo. Ponce y Cayetano, desdibujados.

 

Juli 

Plaza de toros de la Maestranza. Viernes, 29 de abril de 2011. Sexta de feria. Casi lleno. Toros de Garcigrande, de correcta presentación, buenas hechuras y diferentes remates, el castaño y noble 5º más chivato; encastado el manso 2º; bueno el redondo 3º; noblón y paradote el redondo 4º; manso y sin humillar el bajo 1º; el hondo 6º también derrochó bondad, anque soltó más la cara. Saludó en banderillas El Niño de Leganés. El Juli salió por la Puerta del Príncipe.

Enrique Ponce, de celeste y oro. Pinchazo, metisaca en los bajos y bajonazo. Aviso (silencio). En el cuarto, pinchazo, media estocada y descabello (silencio).

El Juli, de grana y oro. Estocada trasera y desprendida (dos orejas). En el quinto, estocada trasera y ladeada (oreja). Salió a hombros por la Puerta del Príncipe.

Cayetano, de gris perla y oro. Estocada baja (silencio). En el sexto, dos pinchazos y estocada tendida (silencio).

El Juli fue el protagonista absoluto de una corrida con muchos argumentos, intensa de principio a fin, llena de contenidos positivos y negativos. El Juli puede con todo. Su salida por la Puerta del Príncipe es incuestionable. Desde que se abrió de capa a la estocada del quinto, salvando el pinchazo a ese astado, todo fue un recital de inteligencia, capacidad y buen gusto torero.

La corrida tuvo argumentos. Garcigrande lidió una corrida con movilidad, algunos mansos muy encastados; otros, bravos; todos, muy emotivos por su comportamiento. La primera lección de este festejo es que una corrida con 520 kilos vale para Sevilla si tiene movilidad. Fue justa de presencia, algunos no dieron el mínimo exigible, como el primero o el segundo, pero esa ligereza de carnes les permitió moverse.

La segunda lección tiene que ver con la lidia. Cuando se lidió a favor del toro, los de Garcigrande lo agradecieron. Y cuando fue al revés, el toro se vino abajo. El Juli cuidó a sus reses en el caballo y en banderillas. Ambos animales llegaron con alegría al tercio final.

El segundo de Ponce fue maltratado en varas, lo que acusó en la muleta. Otro cantar es cómo interpretó cada diestro su tauromaquia. El Juli provocó a sus reses. Ponce y Cayetano se quedaron a la espera, detrás de la mata, para aprovechar alguna embestida.

Ponce no estuvo ni bien ni mal. En otro tiempo, el valenciano cuaja al que abrió plaza, toro noble y mansito con algo de sosería. Si se esconde la muleta y no se la deja colocada, la ligazón es imposible. El unipase no se admite. Para estar en el circuito de las ferias hay que exponer algo más. El cuarto se apagó pronto después de recibir una paliza de pases a media altura metiendo pico.

Cayetano ha tenido la oportunidad de triunfar a lo grande en Sevilla y se le escapó ayer. No es nuevo subrayar su empaque y prestancia torera, sólo que para mantener su presencia en carteles de lujo es necesario dar un paso adelante. Y ayer no lo dio, porque en uno se pasó el toro muy lejos, mientras que en el sexto apareció como desanimado, o más bien aturdido por las secuelas del terremoto de lo sucedido en el quinto con El Juli. Le falló el sitio y el temple.

El triunfo de Garcigrande en Sevilla, que así debe considerarse que varios toros se aplaudan en arrastre, tiene otras lecturas, más cuando hemos sufrido un comienza de Feria con algunas corridas de corte torista que han fracasado. Garcigrande es de esos hierros vituperados por muchos aficionados por su origen «juampedro». Sería bueno desterrar la idea de que el llamado toro comercial, otro calificativo con poca base, es perjudicial para la Fiesta.

Cuando el toro sale encastado, mejor no mirarle el hierro. El primero de El Juli, manso con casta, a su aire, necesitaba un torero muy poderoso para fijarlo. El Juli lo hizo de forma magistral. El Juli es una gran figura. Probablemente pocos toreros del escalafón hubieran logrado atar a su muleta al toro «Manzanilla», que iba y venía alegre, sin fijeza, hasta que encontró la muleta dominadora de un torero en estado de gracia.

Es bueno que Garcigrande haya soltado una corrida tan buena en Sevilla. Lidió en la Feria en el año 2002 una encierro de penoso recuerdo, cartel con José Tomás en la plaza, fecha en que la corrida fue muy chica, y también descastada, lo que provocó un escándalo en la plaza, que obligó a la presidencia a rechazar a un toro sólo por su escaso trapío. Han pasado nueve años y muchas cosas han cambiado en esta ganadería. Este triunfo de Sevilla aclara muchas cosas. Eso de toros comerciales se acaba cuando exhiben casta. También cuando son bravos, como le pasó al cuarto, un toro bravo en el caballo que se apagó en la aburrida muleta de Ponce. Se ha demostrado que la Fiesta necesita movilidad, aunque también matadores capaces.

De la terna de ayer, sólo El Juli demostró que está presto para lidiar estos toros de movimientos alegres, humillación notable y embestidas repetidas. El Juli suma una nueva Puerta del Príncipe con dos faenas pletóricas. Más aparente la del segundo; muy meritoria la del quinto, toro menos claro y más desordenado. Toreó con el capote, hizo quites y mató casi bien. Es un triunfo que remata lo ya sabido. Es la gran figura del toreo actual.

CRÓNICA: CARLOS CRIVELL // FOTOGRAFÍA: MAURICE BERHO

Presentado en Sevilla el libro de Tierras Taurinas dedicado a Miura

Este jueves se ha presentado en el Salón de Carteles de la plaza de toros de La Real Maestranza el opus número 7 del libro-revista Tierras Taurinas, dedicado a la ganadería de Miura. Un acto con un cartel de “No hay billetes” y primeros espadas, con André Viard, autor de la publicación y colaborador de CLARÍN, los hermanos Eduardo y Antonio Miura, y los periodistas Carlos Herrera y Antonio García Barbeito.

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Todos ellos mencionaron la reciente inscripción de la Fiesta en el Patrimonio Cultural Inmaterial francés. Carlos Herrera empezó así su intervención: “Ahora ser francés en el mundo de la tauromaquia es magnífico. Todos te invitan, todos te quieren. Te sacan bajo palio. Y de una manera muy justa”. A lo que respondió García Barbeito: “Si bien Francia perdió la Guerra de la Independencia, ahora nos está ganando la batalla del toro”.

Una victoria que puntualizó el propio André Viard: “Para proteger este patrimonio, el toro debe criarse salvaje, en libertad. Es necesario e imprescindible preservar la integridad del toro en el campo, de una manera extensiva, en grandes dehesas, sin fundas ni manipulación. He titulado el opus de Miura como El Centinela. Vigila a los nuevos ganaderos que llegan, las nuevas costumbres, pero no cambia. Su ganadería conlleva unos valores indispensables. Es un ejemplo a seguir”.

Añadió Eduardo Miura, tras unas palabras de agradecimiento: “Yo nunca me veré tan bien como André me ha puesto. Mi hermano y yo, y mi familia, seguimos y seguiremos como podamos”. García Barbeito, por su parte, relató que entrar en Zahariche –la finca donde pastan los Miuras-, es como entrar en una la leyenda: “Ya puedo decir que me encerré con dos Miuras en La Maestranza”, bromeó el periodista de Aznalcázar. “André Viard es un error cronológico: un hombre renacentista en el siglo XXI. Es un ganadero editorial y Tierras Taurinas, el toreo escrito. Este trabajo sólo puede llevarse a cabo desde el conocimiento y el enamoramiento por España”.

A la presentación también asistieron los periodistas Antonio Burgos, Andrés Amorós y Ignacio Álvarez “Barquerito”, el filósofo Francis Wolff, los ganaderos Carlos Núñez, Victorino Martín y Carlos Martínez Conradi, y una amplia representación de Miuras.

TEXTO: GLORIA SÁNCHEZ-GRANDE // FOTOGRAFÍA: JAVIER ARROYO

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Los "victorinos" tampoco

Cortes 

Los toros de Victorino Martín defraudan en la 4ª corrida de la Feria de Sevilla. Pese a que varios ejemplares fueron nobles y con posibilidades el encierro en general careció de la casta que le diferencia de otras ganaderías. Los mejores pasajes de la tarde los firmó Salvador Cortés toreando al natural al que cerraba plaza.

 

Sevilla, 28 de abril de 2011.

4ª de Feria, toros de Victorino Martín, justos de presencia y descastados en general. El mejor el 6º, nobles 2º y 3º. JUAN JOSÉ PADILLA, palmas y ovación; MANUEL JESÚS EL CID, ovación en los dos; y SALVADOR CORTÉS, silencio y vuelta al ruedo.

 

Los “victorinos” llevan tres temporadas que han dejado de ser esos toros fieros y encastados. Esos animales que mordían o se comían la muleta embistiendo con todo a los engaños. La casta ha bajado de manera alarmante y ahora embisten con dulzura mejicana o se paran a las primeras de cambio. En los caballos pasan por allí sin pena y ni gloria e incluso han olvidado las dificultades que presentaban en los primeros capotazos. Tan solo las capas cárdenas nos despiertan del sueño de estar asistiendo a una corrida de otro hierro. Ser una divisa del montón no creo que sea lo que persigue Victorino y debe buscar la solución antes de que se haga tarde. Ahora comprendemos la negativa del ganadero de Galapagar de ir a Madrid estos últimos años. La corrida de hoy ha tenido una presencia bastante justa con algún toro con el peso inflado en la báscula. En cuanto a su comportamiento ha habido tres y tres: parados y desrazados 1º, 4º y 5º y mejores,  2º, 3º y 6º.

Juan José Padilla se ha llevado el peor lote y muleta en mano poco ha podido hacer. Lo mejor de su actuación llegaba en el 4º al que le enjaretaba unos mecidos lances de recibo abrochados con dos medias de cartel. Quién le iba a decir al jerezano que iba a montar un taco con el capote en La Maestranza frente a un ejemplar de Victorino…Otro capítulo de “Tauroficción”. El otro momento cumbre fue la estocada, perfecta de ejecución y en la misma yema. Hace no muchos años la música hubiera arrancado a tocar para subrayar estos dos pasajes. Si hasta Sevilla pierde sensibilidad apaga y vámonos.

Manuel Jesús “El Cid” no terminó de apostar con el tercero. El “victorino” se vencía en el primer muletazo pera luego embestir más entregado y largo en los siguientes. El de Salteras renunció a dar un paso más y la faena quedó en retazos. Con el 5º no había manera y “El Cid” alargó el trasteo sin motivo rematando de un certero espadazo.

Salvador Cortés, con el par de toros más lucidos, logró los momentos más sobresalientes de la tarde con el 6º. Buen pitón izquierdo del toro que tuvieron respuesta del sevillano en tres series de naturales profundos y con la mano muy baja que despertaron al adormilado personal. Un pinchazo antes de la estocada truncaron una merecida oreja. Con el tercero Cortés no terminó de centrarse. El diestro no logró enganchar las embestidas de dulce del animal y el trasteo quedó en una obra larga e inconclusa.

 

Foto: burladero.com

Mal debut de Dolores Aguirre en La Maestranza

Tercera de abono en Sevilla con toros de Dolores Aguirre que han sido muy malos y han complicado la labor de los toreros y de las cuadrillas. La corrida en algún momento parecía una capea aunque la terna se ha jugado el físico.

Plaza de la Real Maestranza. 3ª de abono. Más de media plaza. Seis toros, el sexto lidiado como sobrero, de Dolores Aguirre, bien presentados aunque feos de hechuras.

Antonio Barrera, de barquillo y oro con remates negros, silencio y saludos tras aviso. Salvador Cortés, de blanco y oro, silencio y silencio. Alberto Aguilar, de nazareno y oro, silencio y silencio tras aviso.

Como la señora Dolores Aguirre es una ganadera escrupulosa, seguro que a estas horas ya ha eliminado las vacas y sementales de los que procedían las reses lidiadas en la tercera de abono. Se podría escribir un tratado sobre el toro de lidia de estos tiempos. Nos quejamos, muchas veces con razón, del toro noble, de forma peyorativa llamado comercial, y muchos exigen toros duros. En todas las ferias que se precien hay corridas para el aficionado que disfruta con el toro duro de pezuña. A Sevilla ha vuelto Dolores Aguirre con una moruchada indigna de una plaza y una feria de esta importancia. Tiene trabajo la señora.

También tienen trabajo los veedores y los veterinarios de la plaza, que acuden al campo y permiten la lidia de astados como el tercero, sin cuello, más bien un búfalo. En general, una corrida alta de agujas, bajísima de raza y con muy pocas fuerzas. El colmo fue el quinto, probablemente enfermo, que se tumbó en el albero en señal de abandono de la pelea. El toro puede ser bravo o manso, tener más o menos casta, pero hay algo que a estas alturas es inexcusable, como es la posibilidad de ser toreado. Pueden ser duros, pero deben obedecer a la lidia. A la corrida de Dolores Aguirre, además de los defectos apuntados, le ha faltado calidad, o le han sobrado malas ideas. Fue un conjunto de reses sin capacidad para humillar, mirones, sin recorrido y buscando a los toreros por abajo. Una moruchada en toda regla.

Todo lo cual es un atenuante para el desastre vivido en este festejo. Toros muy malos, cierto, pero también cuadrillas incapaces de afrontar los problemas de la lidia, de tal forma que en algunos momentos la corrida se convirtió en una capea, naturalmente de pago. Los picadores naufragaron de forma clamorosa, unos porque abusaron de los puyazos traseros, otros porque marraron de forma reiterada. Se picó de mala manera, no se movió el caballo ni se tiró la puya como mandan los cánones eternos de la tauromaquia. Los hombres de plata se esforzaron a capotazo va y viene sin sentido. Lo dicho, una capea en una corrida muy mala.

Entre tantos despropósitos, el palco no podía quedarse atrás. El buen señor obsequió a la plaza con la lidia del segundo, un toro inútil desde que salió de los chiqueros. Y es que lo que no puede ser, no puede ser. Ese detalle puede ser una equivocación. El problema es que demostró que es mal aficionado al mandarle un aviso a Antonio Barrera cuando el cuarto estaba ya a punto de echarse. Lo mejor que les pasó a los matadores de la terna fue irse al hotel por su pie. Se olía a cloroformo en la Maestranza. No pasó nada.

Barrera se la jugó en ambos, sobre todo en el cuarto, al que le echó casta para robarle pases y matarlo bien. Dignidad de un torero.

Salvador Cortés tropezó con un inválido y un enfermo. Mala suerte. Se anuncia en una corrida dura y mata dos miserias. El palco le obligó a tragar con el tullido segundo. El quinto se murió en la plaza, quizás por su falta de casta, o porque puede que estuviera enfermo. La imagen del toro tumbado fue deprimente. Le ocurre al desparecido Juan Pedro y le atizamos fuerte.

Debutaba el joven Alberto Aguilar, que nunca olvidará la tarde de su primer paseíllo en la Maestranza. El tercero no podía embestir bien con semejantes hechuras. Aguilar hizo un esfuerzo tremendo para robar algunos pases. El sexto fue un sobrero. Es fácil echar al último de la tarde. Tenía que haber devuelto al segundo. En la lidia del sobrero, un tío de ideas perversas, el olor a enfermería se hizo penetrante, más cuando el de Dolores le hizo un par de radiografías al torero. A punto estuvo la prenda de cazarlo. El que lo cazó fue el torero, por suerte para todos.

Crónica: Carlos Crivell

Foto: mundotoro.com

"Tinta y oro", el retrato de los "héroes"

Y entre serie y serie pienso que, si "se torea como se es" cada faena es un autorretrato según la tesis belmontina.

Esta tarde a las 19.30 en la Sala Antonio Bienvenida de la Plaza de Toros de Las Ventas tendrá lugar la presentación del libro "Tinta y oro" la primera obra de la periodista Noelia Jiménez. Además de la autora participará Carmen Rigalt, escritora y periodista en un acto conducido por la presentadora de informativos de fin de semana de la Sexta Cristina Saavedra.

Desde José Tomás hasta El Juli, pasando por Morante de la Puebla, Joselito o Cristina Sánchez, quince de los toreros más destacados de los últimos años abren el capote de sus confesiones en estas páginas. Y lo hacen identificados con quince grandes obras de arte pertenecientes a la colección del Museo del Prado.

Los héroes, que abren a la autora las puertas de su casa, se revelan como humanos y cuentan qué sienten cuando se desprenden de la luces de los trajes, qué sueñan, qué temen, con qué disfrutan.

Con prólogo de la periodista y escritora Carmen Rigalt y epílogo del escritor y fotógrafo Juan Miguel Sánchez Vigil, "Tinta y oro" tiene además un destacadio componente social: la autora donará sus derechos la Fundación José Tomás para colaborar en su proyecto de educación en valores y lucha contra la violencia de género. Las ilustraciones de Germán San NIcasio resaltan en sus retratos lo más característico de cada torero y convierten este libro en una obra imprescindible para coleccionistas.

Los chispazos de Oliva Soto salvan la tarde

La segunda del abono no fue triunfal, en parte porque la corrida del conde la Maza no colaboró y porque Oliva Soto falló con la espada una buena faena al tercero.

Sevilla, 25 de abril de 2011.

Seis toros del Conde de la Maza, bien presentados, justos de raza y fuerzas. El mejor para el torero, el tercero. Luis Vilches, de fucsia y oro, silencio y silencio. Iván Fandiño, de lila y azabache, silencio y silencio. Oliva Soto, de blanco y plata, saludos y silencio tras aviso.

El momento culminante de la jornada se vivió por la mañana en la entrega de los trofeos de Caja Rural. Por allí apareció Pepe Luis Vázquez. García Palacios ha tenido el buen gusto de bautizar sus premios con el nombre de Pepe Luis. El maestro de maestros, el torero de Sevilla por excelencia, recibió un homenaje lleno de calor y amor. Esa presencia deslumbrante de Pepe Luis es la noticia de ayer y de muchos días.

Por la tarde había toros en Sevilla, una corrida para aficionados que disfrutan con el toro. Reses del Conde de la Maza con el aval de algunos astados de nota el año pasado. No fue lo mismo, a la corrida le pasó lo que nunca debe sucederle a un encierro con casta, que llegó a aburrir por momentos.

No todo fue aburrimiento. Salió el arco iris en los toros quinto y sexto y Oliva Soto cuajó una faena de perfiles preciosos en el tercero, una faena en la que uno de sus muletazos fue un prodigio de gracia y donaire. Estaba ya la faena casi acabada, trataba de cerrar al animal en tablas, cuando Oliva Soto se sacó de la manga un cambio de manos sublime, pleno de inspiración, que quizás lo hubiera firmado Pepe Luis. Esa faena del gitano de Camas se cimentó en un buen toro, protestado por blando y poco picado, y un diestro decidido. No importó que el del Conde se lo llevara por delante en un derechazo, se pasó la muleta a la izquierda y dibujó muletazos a compás, con esa filigrana propia de los toreros de su estirpe. Ya al final, como una iluminación, surgió el cambio de manos.Esa faena podía haber sido la salvación de la corrida si Oliva hubiera acertado con la espada, pero sigue siendo su asignatura pendiente y lo que pudo ser un triunfo se quedó en un saludo torero desde el tercio.

Y no hubo nada más. El primero no era un toro para florituras. Luis Vilches se lució con el capote, lo hizo en sus dos reses. Se empeñó mucho por el lado derecho, por donde el toro le tenía tomada la medida, y se la ofreció poco con la izquierda. A la voz citó el de Utrera en una labor incolora. El cuarto murió en el caballo. Se le pegó más de la cuenta. El piquero no obedeció al matador y apretó con fuerza en el segundo encuentro. El toro lo acusó, aunque a Vilches le falló el temple. El animal estaba casi muerto. La estocada fue de lo mejor de la tarde.

Iván Fandiño pasó casi desapercibido. El segundo reponía como un poseso, a la defensiva siempre, escarbando, para revolverse con furia. Fandiño lo mató. El quinto fue otro descastado que llegó apagado al último tercio. Se pasó de tiempo intentado buscar una palma para justificarse. A la salida de sexto comenzó a chispear. El cielo emborregado se vio adornado por un arco iris que cubrió la Maestranza desde el tendido 11 al 8. Un primor. Sólo era necesario que el sexto, astifino como toda la corrida, se hubiera empelado con cierta clase. La gente esperaba al gitanito de Camas. Sus lances fueron destellos fugaces a un toro abanto como era natural en su encaste Núñez.

Los doblones de Alfonso Oliva Soto al principio de sus dos faenas conjuntaron belleza y eficacia. El tendido permanecía en la plaza, a pesar de la amenaza cierta de lluvia. Apenas hubo pases de mano baja, el toro se empeñó en que la tarde acabara de forma precipitada, algo que tampoco fue posible porque la espada del camero es una calamidad y el animal se entableró amorcillado en un desfile eterno junto a las tablas huyendo de todo, de Oliva, de la Maestranza y del arco iris.
A la salida de la plaza, quienes habían tenido la dicha de estar por la mañana junto al torero más emblemático de Sevilla, comentaban que ya no quedan toreros de ese corte. Eran otros tiempos.

Crónica: Carlos Crivell

Foto: Prime Time, vía burladero.com

Viva La France taurina


Veni, vidi, vici. Eso han hecho los aficionados franceses. Llegaron con disimulo, por la puerta pequeña; vieron el panorama, bastante negro, por cierto; y vencieron. En sigilo pero sin ceder. El país de los Derechos del Hombre acalla a los supuestos defensores de los derechos de los animales. A los animalistas y antitaurinos. Desde el Viernes de Pascua, la tauromaquia queda inscrita en el Patrimonio Cultural francés. Sin complejos. Y pocos kilómetros más al sur, Cataluña reniega y prohíbe una tradición centenaria. El Rosellón francés es mucho más taurino, respetuoso y coherente que el catalán. Lección del Roussillon al Rosselló.

Mientras, a este lado de Los Pirineos, el traspaso del Ministerio del Interior al de Cultura parece más que suficiente. Una mera formalidad que, en lo práctico, no sirve en absoluto. Es una mudanza, pero nada impide que, de aquí a unos años, derriben la casa nueva. Lo de los franceses es distinto. Han asegurado la casa desde los cimientos, independientemente del partido que gobierne. De hecho, las regiones taurinas galas, cuatro en total -Aquitania, Medios Pirineos, Languedoc-Roussillon y Provenza-, actualmente, son de izquierdas; y el gobierno central, de derechas. La Fiesta, a diferencia de España, no se ha politizado.

Una tradición como los toros –existente desde el siglo XVIII en la Península, uno menos en Francia- justifica por sí misma su protección e inclusión en el patrimonio cultural de ambos países. También, por supuesto, de los sudamericanos. Bien es cierto que, a comienzos del XIX, las tropas napoleónicas casi arrasan con toda la cabaña de ganado bravo del suroeste andaluz. Tenían hambre. El asedio de Cádiz fue largo y costoso. Había que comer y echaron mano de los toros. Bonaparte se convirtió, involuntariamente, en el primer antitaurino de la historia. Doscientos años después, sus descendientes son los mejores aficionados del mundo.

Y lo son por varios motivos. Por las ferias tan atractivas que organizan en medio centenar de localidades; por su amor al toro y a la variedad de encastes (muchas ganaderías sobreviven gracias al mercado francés); por la inclusión de toreros que no son primeras figuras, pero que se curten y se forjan un cartel en Francia; por el modo de gestionar las plazas; y por enorgullecerse de su tradición taurina.

Tomemos nota o nos quedaremos sin toros. Y esta vez las hambrunas del ejército napoleónico no serán la causa.



FOTOGRAFÍA: ANUNCIO EN ARLES DEL OBSERVATORIO DE LAS CULTURAS TAURINAS

Los toros inscritos en el Patrimonio Cultural Inmaterial francés


La tauromaquia, a partir de este 22 de abril, forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial francés. El expediente de solicitud -presentado por el Observatorio de las Culturas Taurinas- ha recibido el visto bueno de la comisión reunida por el ministerio de cultura. La noticia ha sido anunciada este viernes al mediod
ía, durante una rueda de prensa organizada en la plaza de toros de Arles, por André Viard, presidente del Observatorio de las Culturas Taurinas, acompañado por representantes de las entidades taurinas francesas; de Michel Vauzelle, presidente de la Region Paca; de representantes de las otras tres regiones taurinas, y de Hervé Schiavetti, alcalde de Arles.

Esta decisión constituye el reconocimiento institucional, por la autoridad nacional competente, del valor cultural de la tauromaquia; y Francia se convierte asímismo en el primer país que inscribe la Fiesta en el inventario de su patrimonio cultural.

La inscripción corrobora en términos científicos y culturales la legislación francesa que desde hace tiempo legaliza la corrida en las regiones « donde existe una tradición local ininterrrumpida » y consagra la excepción cultural que impedirá a la prohibición de la Fiesta de los toros en dichas regiones. Recordemos que la corrida, introducida en Francia a partir del siglo XIX allí donde existían tradiciones autóctonas y antiguas, permanece vigente hoy en día en cuatro regiones del sur, donde se celebran cada año festejos en 47 ciudades.

El Observatorio francés de las culturas taurinas, cuyo trabajo científico ha sido elaborado por un plantel de universitarios bajo la dirección de François Zumbielh, en el que han participado, entre otros, la historiadora Araceli Guillaume-Alonso y el filósofo Francis Wolf, seguirá aunando sus esfuerzos con todas las entidades que en España, Portugal y en los cinco países taurinos de Iberoamérica trabajan para el reconocimiento de la Fiesta de los toros como patrimonio cultural inmaterial a nivel nacional e internacional, de cara a la UNESCO.

En el expediente presentado, basado en los requisitos exigidos por la UNESCO para definir una cultura admisible en el patrimonio inmaterial de la humanidad, el Observatorio francés ha hecho valer que la corrida refleja la sensibilidad específica de cada uno de los pueblos y comunidades que la comparten en Europa y en América, que pertenece a las artes del espectáculo y a las actividades rituales y festivas, y que constituye el núcleo de numerosas fiestas locales, fomentando de manera muy significativa el turismo y la economía de las ciudades taurinas, implicando además, en el campo y en las ciudades, numerosos oficios y puestos de trabajo relacionados directa o indirectamente con el mundo de los toros.

El Observatorio ha indicado además que la corrida da lugar durante todo el año a numerosos actos culturales y encuentros entre aficionados, y a numerosas publicaciones en libros, revistas y sitios en Internet.

Por otra parte el Observatorio ha demostrado que en su organización y en su desarrollo la Fiesta de los toros está basada en el respeto que los ganaderos, toreros y aficionados sienten por el toro durante su lidia y durante su cría en condiciones óptimas de libertad, en unos espacios preservados que constituyen una reserva ecológica insustituible para la fauna salvaje y la flora. La conservación de esta riqueza ecológica así como de los encastes del toro de lidia está condicionada por la supervivencia de la corrida.


FOTOGRAFÍA: ANDRÉ VIARD

Fallece en accidente de tráfico Juan Pedro Domecq

La jornada nos deja una noticia trágica. Este mediodía ha muerto en accidente de tráfico el emblemático ganadero Juan Pedro Domecq Solís.

Un suceso que ha conmocionado al mundo del toro. El siniestro ha tenido lugar alrededor de las doce de la tarde, cerca del municipio onubense de Higuera de La Sierra. Juan Pedro, de 69 años, conducía en un todoterreno hacia su finca "Lo Álvaro", cuando ha chocado de frente contra un camión. Una colisión que ha provocado su fallecimiento casi en el acto. Su hijo, Juan Pedro Domecq Morenés, propietario del hierro Parladé, viajaba también en dirección a la finca familiar, donde pretendía reunirse con su padre.

Juan Pedro, presidente de la Unión de Criadores de Lidia durante diez años, hasta 1994, ha sido uno de los ganaderos más influyentes del último tercio del siglo XX gracias a su concepto del "toro artista", es decir, la búsqueda de un toro colaborador con el torero para hacer una faena más estética y acorde con el gusto del público actual. Su vacada ha sido, además, fuente de numerosas ganaderías contemporáneas. Sus hermanos, Fernando (Zalduendo) y Borja (Jandilla), también han seguido el oficio familiar.

Durante varios años, Juan Pedro también fue propietario de la web mundotoro.com, una de las páginas pioneras de la información taurina en la red.

Un ejemplar de Felipe Bartolomé se lleva la concurso de Zaragoza

Derroche de bravura en el festejo inaugural de la temporada en La Misericordia con cuatro toros de nota alta pertenecientes a otros tantos encastes distintos: El Felipe Bartolomé de sangre Santa Coloma, vía Buendía; el Juan Luis Fraile, también Santa Coloma aunque entronque Graciliano; el de Adelaida Rodríguez, procedencia Atanasio, conducto Lisardo Sánchez y el Domecq de Joselito, con el hierro de Toros de la Reina, han sido grandes toros para el aficionado y portadores de posibilidades de triunfo para toreros y ganaderos.

 
El de Concha y Sierra no estaba en el tipo y además no era el colorao que habíamos visto reseñado sino negro salpicado. ¡Un Veragua negro! Mala cosa. Y así ha salido. Sin opciones, como el Saltillo de Adolfo Martín, listo y orientado a más no poder.

 

En conjunto creo que el mejor lote ha sido para Serranito, pues se las ha visto con el de Fraile, que transmitía mucho en la muleta y con el de la Reina, que embestía a raudales. Dos toros de triunfo grande, sobre todo el llamado Sedero, corrido en sexto lugar. Pero hoy no estaba Serranito en lo que celebraba. Ha permitido que sus picadores Diego Ochoa y Antonio García les dieran en el caballo más de la cuenta y no se ha entendido con ninguno de sus oponentes, desaprovechando una oportunidad que le hubiera servido de mucho en su carrera, pues además en los tendidos zaragozanos había abundante periodista del G 10 madrileño. En fin, una pena, pero aquí no se acaba el mundo. Es cierto que al bravo Graciliano no le ha cogido el aire, tanto como que el de José se ha hecho el dueño y señor del redondel haciendo que el torero fuese el satélite del toro y no al revés, pero hay que seguir trabajando. Si lo llevas dentro, saldrá.

 

No ha sido malo lo que ha sorteado Serafín Marín: Un codicioso y humillador toro de Felipe Bartolomé que ha ido cinco veces al jaco de un Romualdo Almodóvar que ha estado sencillamente sensacional. En la muleta el toro es noble pero le falta un tranco y el catalán busca el empate dejando muchos tiempos muertos entre la sensación de que el toro pedía bastante más. Mata de estocada hasta la bola, el toro cae sin puntilla y unos hackers atacan a la Presidencia que concede la única oreja de la tarde a Marín, sin merecerla, y la vuelta al ruedo al Santa Coloma sin méritos suficientes para ello. Sólo se salvan los honores rendidos al picador en el acompañamiento a su matador mientras paseaba el apéndice logrado entre ovaciones. Con el Lisardo de Adelaida, corrido en quinto lugar, se ha llegado al momento de pleno disfrute por parte del aficionado. Ese tercio de varas llegando al caballo hasta en cinco ocasiones, cruzando la plaza al galope, supone un hito en el coso de La Misericordia y un ejemplo de bravura que, por cierto, se ha gastado el animal por completo en el caballo, pues tras el tercio de banderillas el toro se ha echado y cuando, al rato, se ha levantado, no ha sido capaz de embestir ni una sola vez, dando al traste con las opciones de un Serafín Marín que ha estado perfecto en la lidia durante toda la tarde.

 

 
El peor lote ha sido para Javier Castaño. Su primero era un Concha y Sierra que ha recibido cuatro puyazos sin emplearse lo más mínimo y que en la muleta embiste borriqueramente, sin clase. Castaño se justifica por el derecho, recibiendo una colada, y muestra las nulas opciones del izquierdo, por lo que entra a matar por derecho aunque el acero cae tendido y trasero. En segundo lugar se las vio con un Saltillo de Adolfo Martín, aplaudido de salida y que también recibe cuatro puyazos sin codicia alguna. En la muleta el toro se orienta pronto y el torero porfía sin taparse, dejando mucho campo visual al descubierto por lo que se juega la cornada entre algún natural limpio, matando de pinchazo y media trasera. En banderillas se ha desmonterado David Adalid, tras dos buenos pares.

 

 

 

 

 

TROFEOS:

 

 

MEJOR TORO: "GARGANTILLO" DE HEREDEROS DE FELIPE BARTOLOMÉ (STA COLOMA).

 

 
MEJOR PICADOR: ROMUALDO ALMODÓVAR POR PICAR A "GARGANTILLO"

 

 
MEJOR LIDIA: SERAFÍN MARÍN, POR SU LABOR EN AMBOS TOROS.

 

 

 

 


Crónica. Paco Martínez

Foto. Irene Peralta

Enrique Mazas y Teo Sánchez


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