Bostezo monumental
El aburrimiento se propagó por los tendidos de Las Ventas a la velocidad de las carreras de El Fandi en la 5ª corrida de la Feria de San Isidro. La falta de casta de una muy seria corrida de la ganadería de La Palmosilla marcó el devenir de la tarde. Los detalles de Curro Díaz y las buenas maneras de David Galván fueron el escaso contenido de algo más de dos horas de festejo.
Los ejemplares de la ganadería de La Palmosilla fueron todo fachada. Kilos y cuernos a mansalva sostenidos por la mínima casta. Tan solo un ejemplar del sexteto se salvó de la quema. El segundo de la tarde embistió con dulzura y calidad a las telas de Curro Díaz. El fino estilista jienense nos regaló un precioso inicio de faena. Siete chispazos, siete carteles de toros, pero no pasó de ahí. Ni un paso más, y eso que será difícil que se encuentre en otra ocasión con un enemigo tan a modo. El resto de su labor se diluyó en muletazos muy despegados.
Muy buenas maneras mostró el joven David Galván, que confirmaba la alternativa. Verde todavia, quiere hacer las cosas bien y tiene gusto toreando aunque dejó algunas dudas sobre si tendrá fuelle suficiente para lograr la tauromaquia que lleva en la cabeza. Se le notó cierto conformismo, sobre todo con el imponente sexto. En todo caso apetece verlo otra vez con un material más propicio.
Completaba la terna El Fandi, que destacó en la lidia con el capote para luego mostrar su cara más bullidora en banderillas y desaparecer con la muleta en la mano.
Texto: Enrique Mazas Fotos: Javier Arroyo para aplausos.es
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