Paco Roca presenta la exposición 'Dibujante ambulante' en Madrid

Actualmente Paco Roca es el rostro del cómic español gracias al éxito, tanto en España como en el extranjero, de obras como Arrugas (Premio Nacional del Cómic, 2008) o Los surcos del Azar.  Novelas gráficas con un largo y elaborado proceso creativo que podemos conocer de primera mano gracias a la exposición Paco Roca. Dibujante ambulante, que se podrá visitar de forma gratuita, en Madrid, desde el 20 de noviembre hasta el 15 de marzo de 2015, en el Espacio Fundación Telefónica.

Una muestra en la que Roca (Valencia, 1969) reúne más de 200 piezas entre las que se encuentran bocetos, apuntes, carteles, publicaciones o audiovisuales, que muestran desde la concepción de la idea hasta la plasmación en el soporte final. Y que está comisariada por el también dibujante MacDiego.

"Es una exposición ambiciosa -asegura Paco- no quería que fuese la típica muestra de un original detrás de otro, sino hacer algo didáctico. Y ya que no puedo acompañar a cada visitante personalmente, por lo menos he escrito comentarios al lado de algunas obras para mostrar lo que sería el proceso creativo de un cómic: Tener una idea, documentarte, escribir y empezar a dibujar. No creo que se pueda llamar una retrospectiva porque tampoco tengo tantas obras. Por ejemplo, en la parte dedicada a Arrugas (2007) podemos ver una cama que usamos de vitrina y en la que mostramos el guion, los bocetos, las páginas... los diferentes pasos para drear una novela gráfica".

"Además -continúa Roca- hay una parte que no suelo mostar, que son mis cuadernos de viaje, que es lo que más me gusta dibujar porque los hago para mí, mientras que el resto de mi obra siempre pienso que la va a ver alguién y estoy como un poco coartado, intentando que se entienda y que tenga una cierta calidad. Sin embargo esos cuadernos los hago únicamente para mí, por el placer de dibujar. Incluso hay un dibujo de un desnudo de mi pareja, por ejemplo (se ríe). Todos los dibujantes viajamos con nuestros cuadernos y eso nos permite empaparnos del entorno, porque parece que la fotografía la haces y te vas; sin embargo dibujar te lleva un tiempo y mientras lo haces, hueles, admiras y sientes el entorno de una manera más especial". (Sigue leyendo la entrevista con Paco Roca)