Prueba de 25 km.
Ha finalizado la participación de los nadadores españoles en la modalidad de Aguas Abiertas con resultados no muy espectaculares, pero aún así, meritorios, dadas las malas condiciones en que se encontraba el mar, especialmente en la prueba de 25 Km. A esta circunstancia, nos hemos referido en el segundo “post” de esta serie de comentarios, titulado INCERTIDUMBRE.
Además de la preparación física y mental adecuada, debemos enfrentarnos a las condiciones –a veces muy duras- en que se va a desarrollar la prueba.
Diego Nogueira, nuestro único representante en la prueba larga, no pudo tomar la salida debido a una lesión que arrastraba, y que probablemente se haya visto incrementada por la irregularidad del “terreno”.
Haciendo un símil o comparación con otra disciplina deportiva, el Atletismo, podríamos comparar que la natación en piscina se correspondería con las pruebas celebradas en un estadio, con un a pista en las mejores y más adecuadas condiciones y las pruebas de mar abierto, significarían correr por el monte, por el desierto, o por la selva, o por el salvaje Oeste, en una película de indios y vaqueros, desconociendo si encontrarás flechas o balas de Winchester 44. (Entiéndase este comentario en tono jocoso).
Habíamos vaticinado el peligro de los nadadores italianos, grandes especialistas, y con el factor de “jugar en casa” como motivación adicional. Finalmente ha sido Valerio Cleri el justo vencedor, seguido del autraliano Trent Grimsey y el siempre presente ruso Vladimir Dyatchin en tercera posición.
Por su parte,las féminas, tomaron ambas la salida, con una más que aceptable y meritoria cuarta posición de Margarita Domínguez y una decimo segunda posición de Esther Núñez, que no pudo remontar al grupo de cabeza, al quedar separada por un corte y permaneciendo en un grupo que ya no tenía opciones a medalla.
Analizando a posteriori el resultado de todas las pruebas, no puedo menos que indicar nuevamente que la diferencia entre los medallistas y los que se quedan a las puertas, en una disciplina tan compleja, se resumiría en:
Necesidad de una táctica y decisión firmes, si bien modificable a medida del desarrollo del curso de la prueba
Tener una fortaleza mental capaz de superar los “baches”
Trabajar, desde luego, la velocidad en la llegada.
Hemos visto todos los días, que la llegada se ha decidido en “sprint” y aunque sea repetir una vez más lo ya expresado, en tanto no se modifique el reglamento de la FINA respecto a la posibilidad de ganadores ex.aequo, será el “toque” en la placa o bien la “foto-finish” (decisión subjetiva de los jueces) la que determine el reparto final de medallas.
Repito de nuevo, que nuestros nadadores deberán trabajar en ese final que es donde se han quedado, en el caso de Yurema y Margarita a las puertas del bronce.
Destacar, en este sentido, la pérdida de la medalla de plata de la italiana Vitale, a favor de la rusa Uvaroba, pues si bien llegó la segunda la italiana, no tuvo la fuerza suficiente para marcar la llegada en la placa, superándola de ese modo tan injusto la rusa, pero que al mismo tiempo denota el coraje de ganar que caracteriza a todo campeón.
Un saludo.