Que tiene el miércoles, que nadie parece hacerle caso, a no ser que sea porque en ese día, de un año determinado, sucedió algo a destacar en nuestra propia existencia. De lo contrario, esta incluido en la semana dejando el protagonismo al viernes, por proximidad al fin de semana y al lunes, por ser el más odiado. El miércoles es como si no existieran, bueno, para el director de cine Peris Romano, de hecho, Los miércoles no existen, así lo escribió para el cine, pero los productores estaban de viernes y no le prestaban atención. Así que decidió llevar la historia al teatro, y sin necesidad de un día para el espectador, donde los precios son más bajos, el teatro se llenó. Y fue tanto el éxito, que ahora llega a la gran pantalla
Los miércoles no existen es una historia de amores, de personajes que se buscan y no se encuentran porque van con el paso cambiado. Pero todos buscan ser felices, algunos con más intensidad que otros, es cierto. Pero la base está ahí. Luego piden que el amor sea de locura, que la pasión permanezca como el primer día, que las mujeres caigan rendidas, y los hombres extasiados. Vamos, esas cosas que todos queremos pero que surgen y se esfuman. Porque dan paso a sueños básicos como un jardín, hijos y hasta un perro. Pero es la vida, el día a día, y en esos días uno en especial, el miércoles. Un lugar donde habitan los momentos que no queremos recordar, donde se esconden los dramas, las cosas que no nos gustan y nos hacen daño. Si no existe no sucede, pero no nos engañemos, lo mejor es reconocer lo que sucede y si en una relación, como la que viven estos personajes, la cosa no funciona lo mejor es hacer como con los ordenadores apagar y reiniciar.
Hiciste mal en cruzar el Missisipi forastero. Una frase de película que no sirve para nuestro invitado. Un director de cine que debuta en el largometraje con una del oeste, como se decía, John Maclean, es un forastero en Colorado, pero no para el cine. Este escocés un día pensó que su hora había llegado. Tal vez teniendo el recuerdo de esa película que descubrió de la mano de su padre, una tarde de cine y entretenimiento. Hasta que llego su hora. Y ese reloj, le trajo el recuerdo de un Gary Cooper en Solo ante el peligro. Y muchas otras historias a las que en su primer trabajo no quiere rendir homenaje, pero si recuerdos, esos que él mismo tiene de una película del oeste. Y esta semana llega la suya a la cartelera. Slow West. Una road movie que transita entre el amor y la madurez, entre tiros, sangre, dolor, perdida, humor y aprendizaje. Unos hombres que habitan en Colorado y un joven adolescente que llega desde Escocia persiguiendo un sueño, el que le provoco el amor, el que creyó encontrar en una mujer que le cautivo y le confundió. Entre los tiros que apuntan a las estrellas de un firmamento de cuento, vive el joven Jay. Entre el polvo del camino y la dureza de la experiencia el otro, protagonista, este sobrevive. Pero como el titulo de la película lentamente en el oeste el maestro aprenderá del alumno. Así es Slow West. Una del oeste ahora.