2 posts de enero 2012

Ollanta Humala anima a España a invertir en Perú

Algo ha cambiado en Ollanta Humala desde aquel cierre de campaña en una céntrica plaza limeña, cuando cientos de seguidores enarbolaban banderas rojas bendiciendo las palabras del entonces candidato desde el balcón.

De su boca salieron frases de aliento para los pobres y duros ataques a las grandes empresas extranjeras, aquellas que durante años expoliaron los recursos naturales del país y se llenaron los bolsillos –decía el candidato- sin dejar ni rastro de progreso social en aquellas zonas donde trabajaron. 

Seis meses después, el Presidente Humala se sube a un avión rumbo a Europa. Y lo hace para convencer a los empresarios de Davos y a los que verá en Madrid, de que Perú es un buen lugar para invertir ahora que en la vieja Europa corren aguas turbulentas por los senderos del euro. Humala “vende” un país con un crecimiento económico que casi roza el 6%, con seguridad jurídica, con recursos naturales y con grandes posibilidades de futuro, porque hay mucho por hacer y porque la mitad de la población , que sigue siendo pobre, saldrá algún día de ese estado para convertirse en consumidor.

Hay quien acusa al presidente de girar a la derecha por colocar a políticos liberales en importantes puestos del gabinete económico. También por no frenar el proyecto minero Conga, en Cajamarca, uno de los más de 250 conflictos sociales que siguen abiertos por todo el país, allá donde la población indígena sigue privilegiando el agua para consumo, para riego y ganado, frente a las minas de oro que no llenan sus estómagos.

El presidente, sin embargo, mantiene que su gran objetivo no ha cambiado, que sigue luchando por la inclusión social de esa mitad del Perú que vio de lejos el crecimiento económico porque nunca escuchó el sonido de  la plata a su bolsillo.

Ese Ollanta que rechaza definirse de izquierda o de derechas, que se siente “de abajo”,  llega ahora a España para contar a los empresarios que allende el Atlántico hay un buen lugar para invertir. Eso sí, en condiciones de igualdad y promoviendo el desarrollo social. Se acabaron, deja caer, las vacas gordas de aquella primera oleada empresarial que hizo enormes fortunas sin invertir en las comunidades pobres. Ese Ollanta que busca equilibrios moviéndose entre dos aguas, bendecido al tiempo por los que menos tienen y por los agentes de Wall Street, aterriza en Madrid para presentar un país que él define como la puerta de América para la inversión española. Una puerta con mirador de lujo, porque el Pacífico peruano apunta directamente a esa región de Asia por donde suena, cada vez más cerca,  el latido de China, el gigante que amenaza con  mover el corazón del mundo. De su viaje a España y de su manera de entender el Perú habla el Presidente con TVE.

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Televisión Española: Lo primero de todo, Presidente, empezando por lo más cercano, por esta gira que le llevará a Europa, a Davos y a España, ¿Qué espera de esta visita?

Ollanta Humala: Que nos conozcan más y que vean que Perú es hoy una puerta a un conjunto de inversiones en Latinoamérica. Y con toda humildad señalamos que es la puerta principal. Puede haber ventanas, puertas secundarias, pero creo que  hoy día la economía peruana es una economía fuerte, sólida, y tenemos un gran potencial para mejorar nuestras relaciones comerciales con Europa.

TVE: El miércoles se verá con el nuevo Presidente del Gobierno español, con Mariano Rajoy. Supongo que la agenda será abierta, pero muy probablemente traten las posibilidades de inversión para las empresas españolas en Perú…

O.H. Es una agenda abierta, vamos a conocernos, pero ya España es uno de los principales socios en inversiones y en cooperación de la Unión Europea con el Perú,  hay muchas empresas españolas que ya están invirtiendo.  Tenemos que hablar  sobre temas como la responsabilidad social, el rol de las empresas en el desarrollo del país, cómo trabajamos el tema de transferencias tecnológicas, que es lo que nos interesa a nosotros, entre otros temas.

TVE: ¿Qué ofrece Perú, por qué este país es tan atractivo para invertir?

O.H. Lo que van a encontrar acá, y ya lo están encontrando, es una economía estable, hay una política macroeconómica que genera confianza, sobre todo en épocas de tanta turbulencia económica como la que se está viviendo en Europa. Hay que recordar que Latinoamérica ha puesto las cuentas en azul a muchas empresas españolas que estaban para finalizar el año 2011 en rojo. Creo que Latinoamérica y el Perú es un gran mercado, tenemos ingentes recursos naturales y queremos trabajar de la mano, como socios, con las otras empresas de Europa. Eso sí, bajo un principio de equidad y reciprocidad.

TVE: ¿Y en qué sectores pueden colaborar las empresas españolas para que Perú dé ese salto definitivo a la modernidad?

 O.H. Ya están trabajando en el tema de servicios, como en la telefonía, están conversando por ejemplo con Petroperú para aumentr y ampliar refinerías  como la de Talara. Y hay una serie de espacios, como es el tema de la infraestructura, de la energía, en el cual las empresas españolas pueden trabajar con nosotros, pero además a nosotros nos interesa mucho el intercambio cultural, el tema educativo y de salud.

TVE: Presidente, ¿Cómo se han comportado hasta ahora las empresas españolas aquí en Perú? ¿Qué espera de ellas en el futuro?

O.H. Pero... ¿ quieres que les ponga una nota ahorita o mejor después de mi viaje a España?

TVE: Como quiera…

O.H. No haría yo una calificación por capitales, por las empresas españolas frente a las empresas de otro país, yo creo que cada empresa tiene un sentido de responsabilidad social. Ccreo que, de manera general, están entendiendo que el rol de la empresa hoy día es muy distinto al de hace 20 o 30 años. Y eso es para mejor.

TVE: Tanto España como Perú están pidiendo que entre en vigor el Tratado de Libre Comercio que se firmó entre la Unión Europea y su país. ¿En qué puede beneficiar este TLC a las dos partes, y en qué le puede perjudicar?

O.H.  Primero, la pelota está en la cancha de Europa, y es ahí donde tiene que definirse si quieren o no quieren seguir este camino. Yo creo que puede beneficiar, sobre todo porque abre un espacio importante hacia el futuro. Nosotros tenemos grandes comunidades, peruanos y peruanas que están en Europa, y que están tratando de desarrollarse.

Además de eso, lo que yo veo es que  así como vienen empresas españolas al Perú, también podamos invertir nosotros en España y en Europa. Yo creo que el Tratado de Libre Comercio no es la panacea. Yo he sido muy crítico con los tratados de libre comercio, tengo algunas observaciones, pero creo que es un instrumento que si lo sabemos emplear bien, puede mejorar nuestras condiciones económicas y comerciales. Pero... sobre todo, no hay que dejar de lado el tema cultural, que es lo que consolida las relaciones. Hoy España tiene una política acertada en la relación que tiene con Latinoamérica. Hemos visto cómo en las Cumbres Iberoamericanas siempre está presente el Rey de España, hemos visto cómo el Príncipe está presente en los cambios de mando. Por lo tanto, España tiene una posición inteligente frente a América Latina y mantiene esa relación de fuerza que hoy día es una fortaleza para España frente a otros países europeos que no han mantenido esa relación.

TVE: Acaba de decir que usted es, en parte, crítico con ese TLC, ¿qué parte no le gusta de ese Tratado?

O.H.  Con los TLCs en general he sido crítico en el sentido de que lo que yo busco en los Tratados de Libre Comercio es que puedan permitir que el Perú salga de la matriz primaria exportadora. Creo que los países que han renunciado a romper esa matriz y a dedicarse a exportar materias primas, tienen un camino muy difícil.

Creo que el secreto o la clave para poder desarrollarse es la inversión en tecnologías, en darle valor agregado a los productos, y esa ha sido siempre mi observación a los Tratados de Libre Comercio. Hoy día estamos imprimiendo una fuerza a nuestras exportaciones, de tal manera que el 30% de lo que exporta hoy el Perú, va con valor agregado. Son en muchos casos exportaciones no tradicionales. 

Presidente, usted lleva medio año en el poder, pero heredó de los gobiernos anteriores un problema muy serio como la conflictividad social, los conflictos abiertos en varios puntos del país, sobre todo relacionados con la minería. ¿Cómo se va a resolver este problema? ¿Cómo conjugar la importancia que tiene la minería para Perú, para sus exportaciones, con la sostenibilidad del medio ambiente, que es lo que piden las comunidades indígenas que viven en las zonas donde está la minería?

O.H. A través del diálogo. Fundamentalmente el diálogo es lo que nos puede llevar a lograr un entendimiento. Nosotros siempre hemos sido críticos con la actividad minera irresponsable. Sabemos que hoy  más del 50% de las exportaciones se sostienen sobre las explotaciones mineras. ¿Qué es lo que queremos nosotros? Que esas utilidades, que esas rentas que nos da la minería, pueda ser utilizada en diversificar la economía, cosa que nunca se ha hecho. Es uno de los puntos clave del cambio en el país.

El país, con Gobiernos anteriores,  se había dedicado a acostumbrarse a vivir de la renta minera sin buscar diversificar la economía. Y eso nos pone en una situación que depende de los precios de los minerales en el mundo. Yo creo que lo que tenemos que hacer es buscar que la economía peruana se sostenga también en la agricultura, en la ganadería, en la innovación tecnológica.... a eso tenemos que llevar nuestra renta minera.  En tercer lugar, para nosotros es fundamental entender que el agua es la primera prioridad, el agua es el consumo humano y las actividades renovables, y finalmente las actividades no renovables. Lo que tenemos que generar es confianza, solucionar este estrés hídrico que vive la población, donde hay zonas con agua pero no tienen agua… El agua está corriendo hacia la cuenca del Atlántico o del Pacífico, pero no va a sus campos, no va a su caño, a su grifo, porque no ha habido una cultura de represamiento de agua. Estamos trabajando ese tema para proveer a las poblaciones altoandinas más desprotegidas, el agua, que es el recurso vital.

TVE: ¿Perú se enfrenta, como han publicado algunos medios, a esta disyuntiva de oro o agua?

O.H. El Perú siempre ha vivido con el oro y el agua, pero en permanente conflicto, porque el poder económico de las mineras siempre ha sido más fuerte que el poder económico que pudiera tener la agricultura.  Y eso, con gobiernos débiles o Estados que no han buscado la inclusión social, lo que ha generado es que el Estado ha legitimado esa relación asimétrica. Lo que nosotros tenemos que hacer es corregir eso, y para eso planteamos, por ejemplo, que los proyectos de carácter minero, vayan acompañados de lo que es el desarrollo sostenible con actividades renovables como es la ganadería, la agricultura. Eso permite dos cosas: la primera es un mensaje de que la minería puede convivir con la agricultura y la ganadería, con el agua; y lo segundo es darle mayor legitimidad a los estudios de impacto ambiental, porque es una forma de demostrar que el impacto al medio ambiente permite actividades renovables

TVE: Presidente, una de las grandes promesas que usted lanzó durante la campaña electoral, y que luego ratificó durante su discurso de investidura, fue la lucha contra la pobreza. ¿qué puede hacer Ollanta Humala para resolver ese problema que no supieron resolver del todo los anteriores presidentes?

O.H. Ya lo estamos haciendo, a través de las medidas de inclusión social, por ejemplo, hemos creado el Ministerio de la Inclusión Social, la inclusión y el desarrollo social, que está concentrando los principales programas sociales. Hoy estamos invirtiendo con mucha fuerza en un programa de desayunos y almuerzos escolares, para toda la etapa escolar, y no como se hacía antes... que era una comida al día y por cerca de 60 días. Hoy día nosotros estamos planteando toda la etapa escolar, con dos comidas al día: el desayuno y el almuerzo para nutrir a nuestros chicos.  Además de eso, en marzo estamos inaugurando el programa Cuna Más, que va a hacer guarderías infantiles, y de prestación de atención y estimulación temprana a los niños de la primera infancia. Hemos inaugurado y puesto en ejecución el programa Pensión 65, que es una retribución económica a los mayores de 65 años que no tuvieron oportunidad de cotizar y que viven en  las bolsas de la extrema pobreza.

Todas estas medidas son justamente para achicar la brecha de la pobreza y de la desigualdad. Estamos invirtiendo con gran fuerza en educación y salud. Hemos hecho un aumento histórico en el presupuesto de Educación y Salud, como no se ha hecho por lo menos en 20 años atrás  Y estamos creando una red de escuelas rurales para darle mayor calidad a la educación.

 TVE: ¿Ese sigue siendo el principal objetivo de su mandato, la reducción de la pobreza?

O.H. Así es, a través de la lucha contra la desigualdad, porque la pobreza muchas veces ha sido manoseada políticamente a través de cifras estadísticas, pero no definimos qué es la pobreza. Unos la definen por la cantidad de calorías que ingiere una persona diariamente, otra por la canasta básica familiar de bienes y servicios.  

Creo que una transformación profunda apunta a achicar la brecha de la desigualdad y eso va a generar una serie de temas como es la disminución de la pobreza. Esto implica también los programas de empleo, la generación de empleo que estamos haciendo a través del ministerio de Trabajo, focalizando en la población más joven del país

TVE: Presidente, hay quien le acusa de dar un giro a la derecha desde que llegó al poder. Digamos que durante la campaña era usted muy crítico con las empresas transnacionales, y cuando asume el poder, le critican que haya dado el visto bueno al proyecto minero de Conga, en Cajamarca. Parece ser también que entre las capas bajas de la población, la que más le votó en las elecciones, ha disminuido su popularidad….

O.H. Lo primero, yo no le he dado la viabilidad al proyecto minero de Conga. Eso no es cierto. El proyecto Conga viene desde el año 2004. Los otros Gobiernos le dieron la viabilidad, a mi me dejaron una criatura que tiene seis meses de gestación, entonces, yo no voy a hacerle el aborto a esa criatura. Lo que yo tengo que ver es que ese proyecto, que ya tiene más de 7 años de viabilidad, resuelva todos los cuestionamientos y dudas legítimas que pueda tener en la población. Pero no confundamos intereses particulares de grupos políticos que quieren hacer de esto un tema de campaña política electoral para el 2014 o 2016. En segundo lugar, ¿Qué es la derecha? Primero definamos qué es la derecha o qué es la izquierda…

TVE: ¿Usted se define de izquierda, de derechas, de centro…?

O.H. De Abajo, yo me defino de abajo. En Perú, hablar de izquierda o derechas es un tema del pasado, de gente que no ha cambiado todavía y son como esos soldados de la segunda guerra mundial, que no se habían enterado que se había acabado la guerra y seguían defendiendo su isla. ¿Dónde está la izquierda, dónde está la derecha? Yo creo que hay que darle un espacio a lo que es el nacionalismo andino. Creo que al plantear solamente dos cosas, es como si no existiera otra opción. Y yo soy un nacionalista, bajo el concepto de un nacionalismo integrador, que es distinto al nacionalismo que se ha vivido en Europa, es otro tipo de nacionalismo.

Nosotros, como nueva fuerza política, hemos recogido las banderas de la justicia social, que es lo que estamos haciendo.Yo no estoy ahora para perder el tiempo en luchas ideológicas que lo único que hacen es dividir al Perú. Lo que yo quiero es unir al Perú,  y tengo que gobernar para los 30 millones de habitantes, donde hay gente de izquierzas y gente de derechas.   Yo me debo al pueblo peruano y esa es mi principal tarea.

 TVE: ¿Y cómo querría que lo recordara el pueblo peruano cuando termine su mandato?

O.H. Como un buen presidente, que cumplió lo que ofreció al país.

 Entrevista completa:

 

 

El general en su laberinto

El general venezolano Henry Rangel Silva habrá leído, probablemente, El general en su laberinto, la obra de García Márquez que relata el último viaje de Simón Bolívar, desde Bogotá hacia la costa colombiana. En esas páginas Gabo no deja muy bien parado al Libertador. Alguien dijo que ese libro traza más “la desesperanza, la soledad y la muerte” que “el amor, la salud y la vida” del gran héroe de los procesos de independencia.

 

 Rangel y chávez
Henry Rangel y Hugo Chávez

 

Rangel Silva, como todo alto cargo del gobierno bolivariano, habrá compensado ese retrato triste de Bolívar con decenas de biografías donde se alaba su figura, ensalzada hasta la saciedad y casi hasta el paroxismo desde que el presidente venezolano comenzó a gobernar, allá por 1999. El general Silva habrá leído, pues, la delgada línea que separa el éxito del fracaso. Y probablemente hoy se esté mirando en ese espejo de la historia, que le juzgará por lo que haga en el futuro y que ya le ha marcado, de alguna manera, por lo que hizo en el pasado.

 

Henry Rangel Silva es, desde esta semana, el nuevo Ministro de Defensa de Venezuela. Alguien puede pensar que es un cargo con un poder relativo, habida cuenta de que en  ese país todo parece girar en torno a Hugo Chávez, la única estrella de la constelación venezolana. Más aún teniendo en cuenta que Chávez es un militar de carrera, y que las grandes decisiones en materia de Defensa las sigue tomando él. El presidente, sin embargo, se ha rodeado de un hombre leal, “un buen hombre y un buen soldado”, según sus propias palabras. La lealtad se la ganó Silva acompañando a Chávez en aquel golpe de Estado fallido de 1992, y sufriendo tras las rejas las consecuencias de aquella aventura fracasada. El general acompañó a Chávez desde entonces, y desde entonces ha ascendido como la espuma en el estamento militar.

 Henry rangel

Rangel y la edición de Semana que revela sus contactos con las FARC

 

Pero su historia está jalonada también de episodios oscuros. Los periódicos han desempolvado archivos para contar que, según el F.B.I., Rangel Silva fue el hombre clave en aquel episodio del maletín cargado con 800.000 dólares que aterrizó en Argentina para financiar la campaña de Cristina Fernández de Kirchner. La prensa destaca también que las agencias de inteligencia de Estados Unidos y el Reino Unido incluyen a Rangel como un elemento clave en el Cártel de los Soles. Ese término se utilizó hace unos años para designar la complicidad del Ejército venezolano con el narcotráfico, y provocó su inclusión en la lista Clinton. Lo que no estaba claro era su papel en ese otro laberinto que relaciona al Gobierno de Hugo Chávez con la guerrilla de las FARC.

 

La revista Semana, probablemente el medio de comunicación más respetable que existe en Colombia, publica estos días datos reveladores. Datos que aparecen en el ordenador de Rául Reyes, el antiguo número dos de la guerrilla abatido en Ecuador. Según esas filtraciones, el general Rangel Silva fue, hace unos años, la clave de una prolongada relación entre las FARC y el Gobierno venezolano. Silva, por ejemplo, y siempre según esos datos, facilitó la falsificación de documentos para que los guerrilleros pudieran comprar armas en Venezuela. Y él mismo se reunió varias veces (al principio, sin que lo supiera el propio Chávez) con el entonces miembro del Secretariado Timoleón  Jiménez, alias Timochenko, el nuevo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

 

Hay quien piensa que todos esos antecedentes volverán a “embarrar”, como dicen por acá, las relaciones entre Colombia y Venezuela, dos países que comparten dos mil kilómetros de frontera por donde todo el mundo sabe que se mueven, con mayor o menor dificultad,  elas guerrillas del ELN y las FARC.  Pero hay quien dice también que Santos y Chávez no caerán en provocaciones y seguirán siendo buenos amigos, convencidos como están de que lo importante es relanzar las relaciones económicas sin meterse en los asuntos internos del país vecino. Otros, simplemente, ven el nombramiento del nuevo ministro en clave interna. Rangel Silva dijo hace unos años que el Ejército venezolano era “revolucionario y bolivariano”, y que no permitiría un Gobierno de la oposición. Y esas palabras resuenan ahora con más fuerza, porque estamos en un año electoral. En octubre se elige presidente y la oposición ya ha pedido al Gobierno que explique los antecedentes del nuevo Ministro de Defensa.

 

Como a Bolívar, será la historia la que juzgue a Rangel Silva, el lugarteniente y el escudero de Hugo Chávez, tan ligado al Presidente que su destino probablemente corre ligado al de él. Y será la historia, también, la que nos diga si el general, finalmente,  saldrá indemne de su propio laberinto.

Luis Pérez


Hace ya casi dos siglos que el gran sueño de Simón Bolívar se fraguó por estas tierras. La Gran Colombia, una nación compuesta por varias repúblicas recién independizadas de España, echó a andar en 1819. Moriría doce años después, en 1831, víctima de revueltas internas y del desencanto con un Libertador que terminó pervirtiendo ese proyecto de unión suramericana con un Gobierno muy parecido a una dictadura. La Gran Colombia agrupaba varios países.
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