Fristlose Kündigung= despido inmediato
Esta mujer de 51 años de edad,madre de tres hijos,fué despedida sin aviso previo por haberse cobrado indebidamente dos cupones de botellas vacías por valor de 1,30 euros.Era cajera de supermercado de la cadena Kaiser´s , con treinta años de antigüedad en la empresa y quince en la sucursal donde se produjeron los hechos hace ahora dos años.Los dueños dijeron que habían perdido la confianza en su empleada. Ella, simplemente, validó esos dos cupones perdidos u olvidados cuyos propietarios nunca volvieron al supermercado a reclamar esas cantidades mínimas. Cometió lo que en Alemania se denomina como "Bagatelledelikt", un delito de poca monta, pero fué castigada como si hubiera sido un ejecutivo de Lehman Brothers..
La despedida recurrió ante los tribunales ordinarios,donde ratificaron ese despido. Se consideraba que la cajera había roto el vínculo de confianza y lealtad con la empresa, pero se olvidaban de los treinta años anteriores de desempeño aceptable.."Emmely" ,que es el pseudónimo que le atribuyó la prensa ,siguió recurriendo hasta llegar a la máxima autoridad laboral,el Tribunal Federal del Trabajo.Allí le han dado, por fin, la razón.Es un despido improcedente: un empleado con treinta años de antigüedad, incluso si se ha cobrado indebidamente 1,3o euros,merece -según los jueces-una segunda oportunidad.
El caso ha dado para muchos comentarios en estos dos últimos años y, sobre todo, para preguntarse sobre los límites de una Justicia que se ceba con los peces pequeños y deja libres sin cargos o con fianzas irrisorias a los gordos. En el asunto de los delitos de poca monta, con o sin pérdida de confianza, esta sentencia de ayer marcará un antes y un después..No se puede mandar a su casa a nadie sin aviso previo y por un delito menor. Pero lo que también ha quedado claro en el caso "Emmely" son las condiciones terribles de vida de los trabajadores de supermercados en Alemania. Aquí, donde no existe el salario mínimo legal, se puede pagar a estos empleados por hora sueldos asiáticos, obligándoles a hacer horas extras gratis, espiándoles-como ya ha ocurrido-en sus conversaciones personales, controlando sus visitas al cuarto de baño y exigiéndoles una moralidad que los ejecutivos no se aplican a sí mismos.En el caso de las tiendas de alimentación se han dado casos de despidos porque un empleado se ha comido un bollo que ya había sido descartado para la venta al público.La práctica habitual es que el empleador decide cuál es el momento en que un trabajador puede llevarse a su casa los productos ya caducados:segundos o minutos después de que hayan sido depositados en la basura.Un error en ese timing,y estás despedido..
francisco javier pozo moreira dijo
gracias por rescesión de la noticia y el fallo de la sentencia
11 jun 2010
gatito dijo
La recomendación para vuestro el finde;) "Up in the air"
11 jun 2010