Atomkraft ? Nein,danke = Energía atómica? no,gracias
Todos los comentarios son unánimes:el accidente de Japón va a marcar un antes y un después en la historia de la energía nuclear mundial. Y, en el caso de la República Federal, lo sucedido nos retrotrae a los años ochenta, cuando buena parte del país hacía suyo el lema "Atomkraft? Nein,danke".
Alemania vivió con auténtico pavor las consecuencias del accidente de Chernobyl (1986), pavor hasta cierto punto justificado porque las radiaciones procedentes de Ucrania llegaron, en efecto, a los países vecinos. Así, el movimiento antinuclear, unido al despegue del Partido Verde y a las protestas por la presencia de misiles nucleares a uno y otro lado del Muro, conoció momentos de gloria. Casi veinte años después, Gerhard Schröder y sus aliados ecologistas aprobaban el 'parón nuclear' a partir del año 2020, parón que Merkel dejó en suspenso el pasado otoño al decidir, para gran satisfacción de las empresas eléctricas (Eon,Rewe..), prolongar la vida de las 17 centrales una media de doce años más.
Y ello a pesar de datos más que preocupantes. Algunas centrales llevan funcionando 50 años; enganchadas a la red desde los 70 , concretamente, siete de ellas. Hay cuatro (Isar I, Philippsburg, Brunsbüttel y Neckarsheim) que pertenecen a la misma familia de la central siniestrada en Japón (Fukushima). En algunas de las antes mencionadas ha habido incidentes muy serios, cuyo catálogo se puede leer en detalle en la página web de Greenpeace. Ocho de estas centrales viejas, según algunos expertos, funcionan de acuerdo con los niveles de seguridad ..!!de 1975!!. Tanto Neckarsheim como Philippsburg se encuentran en el land de Baden Württenberg, donde en quince días se celebran unas importantísimas elecciones regionales -importantísimas para la canciller, si pierde este estado federado,un feudo tradicional de la democracia cristiana.
Merkel ha hablado dos veces en este fin de semana para decir que las centrales nucleares son seguras, que sigue creyendo en la energía nuclear y que no va a haber cambios en su posición al respecto...
Muy a menudo ha sido criticada por haber cedido a las presiones de las grandes compañías eléctricas. Y nunca ha dado respuestas claras a las cuestiones que los expertos plantean: siete de las diecisiete centrales no tienen ningún tipo de defensa ni una cúpula reforzada si se estrella contra ellas un avión terrorista. No es necesario que haya un gran terremoto o un tsunami en Alemania para que se produzca una apocalipsis nuclear. Algunas de las centrales están en la falla tectónica del río Rhin o en las proximidades de la Selva Negra, también inestable. Pero, además, basta con una caída del fluído eléctrico producida por un movimiento sísmico- que se producen con una cierta frecuencia y yo misma viví en 1992 uno en Bonn- para que los reactores entren en parón o en crisis. Es lo que se llama aquí el SuperGAU, la fusión con estallido nuclear.
Lo que ha demostrado Japón es que, incluso con máximas garantías sobre el papel, el desastre, el SuperGAU, se puede producir. Y lo que ha quedado claro en anteriores accidentes es que las empresas afectadas no se han caracterizado precisamente por su interés en informar en detalle acerca de lo sucedido. Lo habitual ha sido reducir la dimensión de la catástrofe. A veces con la colaboración de los gobiernos. De todo esto son muy conscientes los ecologistas y el pueblo alemán en general. En el fin de semana hubo manifestaciones espontáneas con más de 60.000 personas en la calle y para hoy hay previstas 130 manifestaciones, iniciativas y concentraciones (=Anti-Atom-Mahnwachen) más en todo el país.
¿Cambiará algo Merkel en su amor reconocido por lo nuclear? Si lo hace, será de muy mala gana..Pero la presión de la opinión pública es, en estos momentos, brutal. Y los datos que vienen de Japón abundan en esta sensación de vulnerabilidad y de miedo. Decir que se va a estudiar detenidamente la seguridad de las centrales nucleares actuales no es suficiente. Se sabe ya que algunas deberían haberse cerrado hace tiempo. Que no se puede insistir en reemplazar piezas y poner parches como pretenden las empresas propietarias porque esto no ofrece garantías totales.
Pero el lobby nuclear no se duerme en los laureles.Hoy el Bild Zeitung da al jefe de Rewe, Jürgen Gorssmann, la oportunidad de defenderse:
Además de asegurar que en Biblis y en Neckarsheim -dos de las centrales más peligrosas y viejas, funcionando desde 1976 y 1974,respectivamente- se han aumentado las medidas de seguridad, Grossmann advierte contra una decisión unilateral en materia nuclear por parte del gobierno de Angela Merkel: "Está muy bien que el comisario europeo de la Energía, Oettinger, nos haya invitado mañana a Bruselas para hablar del tema". Oettinger, miembro de la CDU como Merkel, fue, antes de irse a la Comisión Europea,presidente del land de Baden Württenberg, donde están varias de estas centrales más que dudosas...
Una vez más, a Merkel se le complican las cosas...Le dimite el presidente del Bundesbank, tiene que aceptar la dimisión de su querido von und zu Guttenberg,y ahora le estalla el tema nuclear a las puertas de unas elecciones regionales vitales para ella..El día 27 de marzo puede ser clave para el futuro político de la canciller. Si pierde Baden Württenberg como consecuencia del SuperGAU de Japón, tendrá que replantearse seriamente su apoyo a la energía nuclear.Y, si no lo hace, hará mucho más fácil el regreso de socialdemócratas y ecologistas a la cancillería de Berlín.