Cualquier periodista daría parte de su sueldo por mirar por una rendija en estos casos en que se decide el destino de miles de puestos de trabajo a golpe de miles de millones de Euros, millón arriba, millón abajo.
Y lo de estos días en Berlín con Opel ha sido uno de esos casos. Días de reuniones maratonianas, que empezaban a las 6 de la mañana -en hotel de superlujo, eso sí- y terminaban a las 4 de la mañana en los austeros despachos de Frau Merkel.
Por lo visto, en esas reuniones se ha puesto a prueba, y lo dijo la propia Merkel, nada más y nada menos, que las relaciones transatlánticas con Estados Unidos. Vamos, que tuvieron que ser Obama...
No sabemos el porqué. Pero la Canciller Merkel decidió sincerarse hace un par de días en un programa de la televisión alemana y contar que la Stasi, la policía política de la antigua DDR (República Democrática Alemania), intentó reclutarla como espía.
Angela Merkel, que es Física, solicitó un trabajo como asistente científica en la Universidad Técnica de Ilmenau. Cuenta que al terminar la entrevista de trabajo le hicieron pasar a una sala donde la esperaba un agente de la Stasi que le invitó a sumarse a la larga lista de soplones de la policía política (hay quien dice que tenían en nómina a más del 40 por ciento de ciudadanos de la DDR)...
Es curiosa la tendencia de los gobiernos alemanes a regularlo todo. Allí donde hay algo que parece tener algún resquicio fuera de la ley (no me refiero contra la ley) enseguida una comisión parlamentaria se pone manos a la obra. Y observo que también aquí, lo mismo que en España, muchas veces se hacen las leyes a golpe de suceso.
Tras la matanza en un colegio de Erfurt en 2002 se reformó y se hizo la ley de armas más restrictiva. Otra mantanza en otro colegio, con un número parecido de víctimas ha convencido a los dos grandes partidos de que el problema puede estar en la Ley. Por resumir, hay demasiadas armas en las casas alemanas y a ellas ...
